Joseph Gordon-Levitt: "Estoy seguro de que Edward Snowden no quiere vivir el resto de su vida en Rusia"

Joseph Gordon-Levitt

El protagonista de Snowden de Oliver Stone cuenta detalles de la película que se estrena el jueves. Para interpretar al informante refugiado en Moscú, Gordon-Levitt viajó a Rusia y habló largamente con él.




Aunque mucho se sabe del espionaje del gobierno norteamericano a sus propios ciudadanos tras las revelaciones hechas el año 2013, casi nadie conoce a Edward Snowden, el ex empleado de la NSA y la CIA que estuvo detrás de aquella filtración a la prensa. Esa es la historia que el director Oliver Stone presenta en el cine con Joseph Gordon Levitt como protagonista a través de su nueva película, Snowden, que la próxima semana llega a los cines locales.

Estrenada en la Comic-Con de San Diego y luego exhibida en el Festival de Toronto, la película de Stone recibió en general buenas críticas y se instaló como un nuevo eslabón en su serie de controvertidas viñetas sobre la historia de Estados Unidos. Oliver Stone, se sabe, ha estado detrás de largometrajes como JFK (1991), Nixon (1995) o Las torres gemelas (1996), todos sobre personajes o episodios candentes de la realidad americana.

Ahora, el turno es de Edward Snowden (1983), el consultor tecnológico e informante que en el 2013 reveló documentos de alto valor (entre ellos programas de vigilancia masiva) a los diarios The Guardian y The Washington Post. Hasta hoy, Snowden permanece en Rusia, donde tiene asilo temporal. Mientras, en EE.UU., el Departamento de Justicia califica su acción como "criminal".

En Toronto, tratamos de conocer más verdades sobre el encuentro de Joseph Gordon Levitt y el fugitivo Snowden. Para preparar el rol, el actor viajó a Rusia y se entrevistó largamente con el ex empleado de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional).

¿Qué podemos saber del encuentro real que tuviste con el verdadero Edward Snowden?

Unos meses antes de empezar el rodaje, viajé a Moscú y me senté con Edward Snowden y su novia Lindsay Mills, que tan bien interpreta Shailene Woodley en nuestra película. Hablamos durante cuatro horas. Y es gracioso, porque él trata de quitarse la atención personal de encima, para poner adelante los temas que le importan. Pero como actor, obviamente mi enfoque siempre pasó por su lado personal. Yo quería tener cierta idea de cómo es de verdad. Pasar tanto tiempo con él, fue muy valioso en ese sentido. Viendo como se sienta o se para, como estrecha la mano o hasta como almuerza.

¿Cuál fue tu primera impresión?

Lo primero que vi es que tiene muy buenos modales, algo que me sorprendió, porque hoy en día imaginamos que los más talentosos con las computadoras no tienen demasiada gracia social. Pero él es de Carolina del Norte (sur de EE.UU.), donde creo que ponen mucho más énfasis en los buenos modales, que en el lugar de donde yo vengo, en California. Él tampoco es ninguna mariposa social. No es la clase de persona que atrae la atención con su carisma en una sala repleta de gente, pero es todo un caballero, a la antigua. Me sorprendió. Y es algo que yo mismo traté de incorporar en mi actuación.

Tu voz es bastante diferente en la película ¿Fue uno de los primeros factores que tomaste en cuenta para la transformación?

No sé si empecé exactamente por ahí, pero es algo en que me concentré, al igual que en su vida interior y lo que estaba viviendo en su momento: su historia y la clase de persona que es, con las razones que tenía detrás. Ciertamente, al tener que interpretar a alguien que la gente conoce y pudo haber escuchado, siento que sería extraño si no sonara un poco parecido a él. Por eso traté de hablar lo más parecido posible.

¿Y está resignado al hecho de no poder volver nunca a los Estados Unidos?

Sé que no quiere vivir en Rusia el resto de su vida, eso seguro. Creo que se siente confiado en los cambios que generó desde que hizo público los secretos de nuestro gobierno. Por ejemplo, hay una nueva ley que da más libertades en Estados Unidos y una corte federal también señaló que es inconstitucional que sean grabadas todas las llamadas de teléfono en Estados Unidos, además de otros datos grabados por el gobierno. Consiguió que termine ese programa. Es un progreso. El ex fiscal general también admitió que Edward Snowden le hizo un servicio a la patria y hasta el presidente Obama admite en ciertos aspectos que el gobierno cruzó demasiados límites. Hubo un cambio en la marea y yo creo que Snowden siente que el sacrificio no fue en vano. De nuevo te digo, él es la clase de persona a la que le importa mucho más eso que su vida personal.

¿Qué es lo más te atrajo del lado humano de Snowden tras leer el guión?

La película es una historia dramática y como cualquier drama, muestra los cambios de una persona. La verdadera historia de Edward Snowden es un drama increíble: muestra los nueve años que lo llevaron hasta el momento de la filtración de los datos a la prensa. Por ejemplo, yo no sabía que antes, él mismo se había enlistado en el Ejército de los Estados Unidos, en el 2004, para luchar en Irak. Eso demuestra el tipo de persona que confía en lo que cree, alguien que está dispuesto a arriesgar su vida para luchar por ello.

¿A nivel personal crees que Edward Snowden es un traidor o un patriota?

Para mí es muy patriota. La película muestra que hay dos clases de patriotismo. Están los que creen que está bien todo en su país, sin plantear ninguna pregunta. Y después están los que aman su nación, pero también están dispuesto a señalar al gobierno si se desvía de los principios fundamentales. Eso es lo hermoso de un país como Estados Unidos y estoy agradecido de haber nacido en un lugar así porque no todas las naciones tienen ese privilegio. Los fundadores de nuestro país escribieron la constitución para que pudiéramos señalar si el gobierno hace algo malo.

¿Qué le pareció el enfoque que le dio el director Oliver Stone a la historia ?

Supongo que Stone es el único director de cine que pudo haber filmado esta película. Es el único cineasta norteamericano, el único de los grandes en Hollywood que está dispuesto a criticar a nuestro gobierno. Esa es la clase de patriotismo del que te hablaba, al decir 'yo amo este país, pero si el gobierno está haciendo algo que va en contra de nuestros principios, deberíamos decirlo'. No hay ningún otro director que haya apuntado al gobierno de Estados Unidos con tanto coraje como Oliver Stone. Y si alguien tenía que contar la historia de Edward Snowden, él es la única persona que podía hacerlo bien.

¿Crees que el gobierno ya no te está espiando en tu computador? ¿Crees que realmente hayan implementado las nuevas reglas de no recolectar información?

Es verdad que el programa de recolectar datos en las llamadas de teléfonos se cerró. Eso no significa que todo se haya acabado por completo y que no sigan tomando otra clase de información. Sin embargo, las compañías privadas son las que recogen más datos personales y todos lo aceptamos cuando hacemos click en los términos de servicio de Facebook o Google. No digo que esas compañías sean necesariamente malas por hacerlo, pero creo que antes de haber hecho esta película, jamás lo había tenido en cuenta. Hoy en día, cuando hago click en ese casillero, trato de tomarme un minuto para entender lo que acepto. Probablemente no podamos entender el lenguaje legal, que solo puede comprender un abogado. En realidad es un problema que deberíamos cambiar en nuestra cultura: no es posible que todos tengamos que aceptar esos contratos legales que nadie realmente entiende. Cuando te ofrecen algo gratis, créeme, no lo están haciendo por pura gentileza, de corazón. Lo hacen porque están ganando dinero. Tampoco digo que sea malo que ganen, pero sería bueno entender lo que realmente hacen con nosotros y nuestra información más privada.

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