Jueza venezolana asilada en Chile: "No nos imaginamos nunca la magnitud de la persecución que viviríamos"

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Elenis Del Valle es una de los cinco jueces opositores al gobierno de Nicolás Maduro que estuvieron refugiados desde agosto en la residencia del embajador en Caracas y que hoy llegaron a Santiago en calidad de asilados.




La jueza venezolana Elenis del Valle rompe a llorar al recordar el momento en que llegó a Bogotá desde Caracas, tras estar 80 días refugiada en la residencia del embajador chileno en Venezuela.

Su escape, cuenta a La Tercera en una conversación telefónica, estuvo lleno de "obstáculos" e incluso, un accidente.

La abogada penalista había estado en la mira del chavismo hace años por su involucración en la defensa de algunos de los presos políticos más emblemáticos del país, como el líder de Voluntad Popular, Leopoldo López o el ex alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.

Pero su figura adquirió notoriedad cuando fue designada por la opositora Asamblea Nacional y junto a una treintena de jueces, para integrar el Tribunal Supremo de Justicia, a mediados de julio.

Luego que el Presidente venezolano Nicolás Maduro prometiera encarcelarlos "uno a uno", Del Valle fue la primera magistrada en pedir refugio en la embajada y hoy es una de los cinco jueces que llegaron a Santiago tras obtener asilo por parte del gobierno chileno.

En entrevista con La Tercera, la magistrada detalla sus propósitos en la capital chilena y sobre el escenario en Venezuela, tras la derrota de la oposición en los comicios regionales.

Denunció persecuciones en su contra antes de entrar a la embajada chilena en Caracas. ¿Qué tipo de acosos recibió?

Una vez que fuimos designados y juramentados los magistrados por el único poder público nacional que tiene Venezuela que es la Asamblea Nacional, empezó la persecución.

Antes del concurso público sí habíamos sido amenazados pero no nos imaginamos nunca la magnitud de la persecución que viviríamos. Al día siguiente de haberla mandado fue aprehendido el primer magistrado, estuvo más de treinta días esposado. Después capturaron a otro magistrado que bajo la tortura lo obligaron a renunciar. Esa persecución que tenían con nosotros era precisamente para que nosotros renunciáramos.

Acto seguido, antes del día que se celebrara la Asamblea Nacional Constituyente, yo recibí la llamada de un funcionario que es un ángel, porque no se identificó pero sí me alertó, que yo tenía que irme urgente porque el día lunes, iba a ser aprehendida.

Además por todas las luchas y denuncias que yo había hecho en contra de los violadores de derechos humanos que están dentro del gobierno nacional. La presidenta del colegio de abogados de Caracas, buscó rápidamente la ayuda con el embajador de Chile en Caracas.

¿Cómo fueron sus días en la embajada chilena?

El primer día me sentí tranquila porque sabía que no iban a irrumpir los hogares de mis familiares y amistades porque ya sabían dónde yo estaba. Pero al transcurrir los días, y yo al ser una abogada litigante de defensa derechos humanos, activa, hasta los domingos estaba en audiencias de presentación, estar encerrada en cuatro paredes.

Es muy hermosa esa casa con un jardín bellísimo, pero no es la vida a la que yo llevaba toda mi vida como profesional. Después de 80 días tomamos conjuntamente con nuestros colegas, esa delicada decisión. Delicada porque fue corriendo riesgos.

¿Cómo fue el proceso de salida?

Tuvimos muchos obstáculos. Ángeles nos sacaron de ahí. Aprovechamos que el embajador estaba de viaje y Ángeles nos ayudaron para escapar. No para huir, porque quienes huyen son delincuentes y nosotros somos magistrados legítimos del Tribunal Supremo de Justicia. Escapamos, evadimos a quienes torturan y violan derechos humanos en Venezuela.

Encontramos muchos obstáculos en la carretera e incluso tuvimos un accidente. Ahora que me siento más tranquila en Chile, coterránea con ustedes, porque nos abrazaron, nos protegieron de atentar contra nuestra identidad física, me atenderá con un médico porque tuve secuelas en ese accidente, un golpe en la columna.

Pero con todo y eso pasamos esos obstáculos logramos salir y lograr la libertad. Pasando la frontera llegamos a Colombia, nos recibió en Bogotá el embajador de Chile. Nos atendió como un hermano más y por eso es que nunca olvidaré este calor humano que nos están dando a nosotros, porque nos obligaron a abandonar nuestra patria, a nuestra amada Venezuela, pero estamos en una nación que nos abre los brazos, que nos protege en libertad.

¿Su familia va a venir a Chile?

Esa es parte de mi programación porque no pude despedirme de mi madre que está enfermita. Yo vivo en Caracas y mi familia vive en el oriente del país. Mi madre y mi hermano están muy agradecidos porque Chile me protegió y ellos hasta ayer estaban angustiados porque yo sabía que estaba en libertad en Bogotá, pero más tranquilos se van a sentir cuando yo ahora les diga que estoy instalada y que les cuente con detalles ese hermoso recibimiento que nos dio el canciller Heraldo Muñoz, del cual estamos muy agradecidos.

Fui la primera que entró a esa embajada en Venezuela y desde ese entonces me han dado esa protección. Siempre estaré eternamente agradecida.

¿Qué quiere hacer en Chile?

Además de abogada litigante yo daba clases en la Universidad Santa María contribuyendo a que se formen nuevos abogados en Venezuela. Yo quiero contribuir, mi expectativa no es instalarme aquí para que me mantengan. Yo soy una mujer productiva y eso es lo que yo quiero, en lo que yo pueda aportar aquí, es mi propósito como defensora de derechos humanos y como profesora universitaria.

¿Cómo ve la situación política después de los comicios regionales?

Las noticias con detenimiento no las he visto por toda esta odisea que he contado. Sí sé que la situación es muy grave en Venezuela porque las pocas gobernaciones que la oposición ganó, ahora están siendo tomadas por el régimen de Nicolás Maduro. Ellos pretenden que los gobernadores se vayan a juramentar ante una institución que es inconstitucional como lo es la Asamblea Nacional Constituyente.

¿Cómo explica la victoria del oficialismo?

Todo el mundo sabe que eso fue un mega fraude. Y la mejor prueba es que electores que votaron en un centro de votación, los emigraron a sectores que son intransitables por la inseguridad y aun así la gente salió a votar. Ellos necesitaban ese mega fraude para justificar los ocho millones que son totalmente falsos de lo que supuestamente sacó la Asamblea Nacional Constituyente.

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