De juguetes sexuales a biblias: los peculiares objetos olvidados en los taxis chilenos

easy_extraviados

A diario, a muchas personas la mala memoria les pasa una mala jugada, dejan, sin querer en la mayoría de las ocasiones, algunos de sus objetos personales en estos servicios de transporte.




A menudo, la mala memoria les pasa una mala jugada a muchos. Se olvidan objetos, a veces muy preciados, en diferentes sector públicos y en ocasiones es muy tedioso y complicado intentar recuperarlos.

En el caso de quienes trabajan en el área de transportes, cuentan  que han encontrado peculiares objetos que hasta les han sacado más de una risa, por la extrañeza que les causa encontrar ciertos elementos.

En esta línea, en Easy Taxi hicieron un ranking, por categoría, de los objetos encontrados. En primer lugar, aparecen las prendas de vestir como chaquetas o polerones, en época de invierno. En segundo lugar, objetos personales como billeteras o teléfonos. En tercer lugar, vienen los lentes de sol; y, por último, artículos de trabajo como carpetas, agendas o documentos sueltos, que el pasajero transporta en su mano y que quedan en un costado del asiento.

Sin embargo, reconocen que "no todos los objetos son tan cómodos de devolver". Felipe Costa es un joven conductor y encontró un artículo que le provocó bastante risa. "Se subieron dos mujeres de unos 25 años en un mall del sector oriente. Iban algo apuradas. Terminó el viaje y se despidieron rápidamente. Esa fue mi último servicio del día".

"Al llegar a mi casa, como siempre, limpié el auto. Ahí fue cuando me encontré con un extraño objeto: era un látigo de cuero. Lo más curioso fue que, como se quedaron con mi número de teléfono, una de ellas me envió un mensaje para recuperarlo. Espero que lo disfrute mucho pues se lo devolví al día siguiente", relató.

Otro caso es el Franklin Richards, un misionero que llegó hace cuatro meses desde California, Estados Unidos, a cumplir con labores pastorales es un usuario frecuente de la aplicación y a todos lados va con una biblia que significa mucho para él, pues se la regaló su madre, antes de emprender el viaje.

Pero un día se dio cuenta de que su objeto preciado no estaba. "No sabía dónde se me había perdido. Traté de recodar dónde la había dejado, pero me llamó el conductor, ya que tenía mi nombre en la primera página. Quizás no tiene mucho valor monetario, pero sí sentimental", expresó.

Desde la mencionada empresa reconocen que los objetos extraviados son una preocupación. "Nos enfocamos en que los pasajeros tengan una buena experiencia al transportarse con nosotros. Por eso activamos un protocolo de devolución. La gente agradece mucho cuando llamamos para decir que algo apareció. En un 90% de los casos, las cosas encuentran nuevamente su dueño", dijo el gerente general, Manuel Parraguez.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.