Kramer se saca las máscaras y centra su rutina en Rafael Garay

kramer (Rafael Garay)

El cómico fue de menos a más con un video donde Emilio Sutherland y Francisco Saavedra atrapaban al polémico personaje.




El comienzo pudo haber sido algo tibio. Cerca de las 22.50 horas, Stefan Kramer, desde hace un par de años uno de los números más esperados de la Teletón, apareció en el escenario del Estadio Nacional sin maquillaje ni caracterizaciones, de riguroso negro, e imitando a Julio Martínez, en alusión al nombre del recinto deportivo: el público, mayoritarimente juvenil y a la caza de los héroes del reggaeton que dominaron el bloque final, prácticamente no entendió nada. Apenas hubo risas.

Pero el cómico enderezó su rutina, recurrió a personajes clásicos de su libreto (Don Francisco, Marcelo Ríos, Martín Cárcamo, Miguel Piñera) y montó una historia en donde todos ellos se empezaban a preguntar por Rafael Garay, el autodenominado economista que hoy está en Rumania y que ha protagonizado uno de los escándalos más mediáticos del último tiempo.

De hecho, para empezar a hablar de Garay, el imitador mencionó al periodista Iván Núñez, quien se confesó como amigo del polémico profesional, para luego enfrascarse en un enfrentamiento público.

A partir de ahí, Garay fue el eje, pero con otros actores secundarios. "Es hora de pedirle ayuda al tío Emilio para encontrar a Garay", soltó Kramer, antes de presentar un video donde tanto el conductor de En su propia trampa, como otro rostro de Canal 13, Francisco Saavedra, se lanzaban a apresar al polémico ex panelista de TV.

En el video, sobresalieron la risotada característica de Saavedra -desplegada en todo su esplendor en el espacio Lugares que hablan- y la caracterización de Garay, quien se enfrentó a Sutherland apelando a la práctica de las artes marciales, disciplina que siempre dijo conocer. La parodia culminó con la pareja de salvadores rescatando el dinero de la Teletón de manos del malechor.

Con ello, el público ya se entregó al imitador y la tímida reacción de un principio se convirtió en risas generalizadas. De alguna manera, es un premio a un Kramer que regresó a su estampa más clásica, la de replicar decenas de rostros sin necesidad de estar caracterizado, tal como cuando instauró su fenómeno en Viña 2008. Además, lo hizo luego de tres teletones disfrazado de sus respectivas víctimas, cuando imitó a Don Francisco, Gary Medel y Romeo Santos.

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