La consagración de las mellizas

abraham

Las hermanas Melita y Antonia Abraham consiguieron el oro en el Mundial Sub 23 de Bulgaria. Una hazaña que Chile sólo había conseguido en varones, hace 14 años.




Antonia Abraham, quien contesta el teléfono a La Tercera desde Bulgaria, aún se oye incrédula. "Todavía no lo podemos creer. Estamos muy felices de haber cumplido uno de nuestros sueños y, encima, juntas". La melliza, quien junto a Melita, su hermana y compañera de siempre en el doble par, lograron el oro ayer en el Mundial Sub 23, un hito inédito para las damas en Chile.

Sólo un oro había cosechado antes el país en un mundial. Fue hace 14 años, en septiembre de 2002, en el Mundial absoluto de Sevilla, cuando los valdivianos Miguel Cerda y Christian Yantani consiguieron imponerse, incluso con récord del mundo. Para aquella ocasión, que representaría el despegue del deporte en aguas nacionales, ellas apenas tenían cinco años de edad, pero el impacto de aquel logro motivó a que pronto se dedicaran a la disciplina.

Las penquistas dieron una impecable pelea durante todo el evento. Clasificaron a la final con el tercer mejor tiempo y, una vez en ella, fueron líderes desde los 800 metros. "Estamos muy sorprendidas, la verdad. Peleamos toda la regata con la dupla de Estados Unidos, las de Rumania y las de Australia. Íbamos muy juntas", describe Antonia.

"Fue una regata durísima, que finalizamos con el corazón. Les dedicamos este triunfo a todas nuestras familias y al remo nacional" señaló, luego de la competencia Melita Abraham.

Toda la regata fue durísima. Ninguno de los botes dejó que escapar al otro, pero ellas siempre fueron las que dirigieron el ritmo de la boga. Siete minutos 15 segundos y 66 centésimas duró su carrera, que finalizó con un abrazo entre ambas, como siempre, pero ahora con el triunfo más importante de sus promisorias carreras.

De hecho, el par australiano que las escoltó en el podio llegó casi dos segundos más atrás (7'17"55), una brecha enorme para esta clase de definiciones, muestra clara del nivel que tienen las mellizas. El bronce fue para el dúo estadounidense, que llegó en 7'17"710.

Este triunfo no es casualidad. Las hermanas ya han brillado en campeonatos continentales. En los Panamericanos de Toronto, con apenas 17 años, consiguieron su primera medalla adulta, aunque ya han brillado en Sudamericanos, Mundiales y Olimpiadas juveniles.

Para esta prueba en específico, vienen preparándose desde febrero. "También hemos trabajado en otros botes. Después del Sudamericano de abril nos enfocamos en este bote. En Polonia nos pusimos las pilas y fue una sorpresa haber quedado cuartas, eso nos dio mucha confianza", confiesa Antonia.

Tampoco quisieron desconocer el trabajo que viene haciendo con ella el español Bienvenido Font, considerado uno de los mejores entrenadores del mundo. "Desde que llegó Bienvenido que cambió el sistema. El remo creció mucho y hemos tenido muchos resultados internacionales. Es impresionante lo que hemos crecido".

Esta historia recién comienza a despegar. "Se vienen muchas cosas buenas", asegura Antonia.

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