La dispar situación de los pingüinos en el territorio antártico chileno

imagen-pygoscelis_papua

Según informe, la población de dos de las cinco especies está en descenso y una en aumento.




Mientras una plataforma de hielo está por desprenderse en la Antártica -barrera para que el océano más cálido no produzca más derretimiento- la misma temperatura del agua está cambiando la biodiversidad del continente, y los pingüinos están entre los más afectados, señala el primer reporte anual del estado de los pingüinos antárticos, realizado por la ONG Oceanites, sobre las cinco especies que habitan en la Antártica.

Basado en fotos satelitales y análisis en terreno de más de 660 sitios en todo el continente -en colaboración con investigadores de la Nasa y la U. de Stony Brook en Nueva York- el estudio señala que las especies adelia (Pygoscelis adeliae) y de barbijo (Pygoscelis antarctica) han presentado el declive más severo -ambas especies presentes en la Península Antártica- mientras aumenta la población de la especie papúa (Pygoscelis papua).

"No hay duda de que estas especies han respondido de manera diferente al cambio de clima regional -un aumento de 3˚C durante todo el año y 5 ˚C en invierno. Los papúa parecen haberse adaptado más fácilmente variando su dieta, pasando a comer más pescado que el krill, mientras que adelia y barbijos permanecen enfocados en el krill", dice Ron Naveen, presidente y fundador de la ONG Oceanites.

Lo mismo asegura Daniel González-Acuña, investigador de la U. de Concepción, que ha trabajado con ambas especies. "Tanto barbijos como los adelia disminuyen principalmente porque son muy dependientes del krill y éste ha disminuido, en parte, porque depende de las algas (plancton), que a su vez dependen de la capa de hielo, que está disminuyendo por el calentamiento global. Es la hipótesis más aceptada hasta ahora", sostiene.

Según el reporte de Oceanites, no hay información suficiente para determinar el estado de las especies emperador (Aptenodytes forsteri) y macaroni (Eudyptes chrysolophus), aunque esta última estaría descendiendo.

González-Acuña señala que el pingüino emperador está estable (son 283 mil parejas) con una leve tendencia al decrecimiento, pues dependen del hielo, como los macaroni, también expuestos a enfermedades.

Sobre las especies que habitan el territorio continental e insular chileno, el investigador indica que la población del pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti) depende también del efecto del fenómeno de El Niño, pero además "muchos mueren por lo enmallamientos y por la degradación del hábitat", dice.

Las poblaciones de pingüinos de Magallanes (Spheniscus magellanicus) varían y sus problemas principales son la pesquería, la polución y el cambio climático, dice.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.