La figura: Alexis Sánchez se hace cargo de su liderazgo en la "Roja"

La prensa peruana lo advirtió desde un principio. Chile saldría a la cancha con sus dos máximas figuras: Arturo Vidal y Alexis Sánchez. Sólo el valor de estos dos jugadores sobrepasaban y hasta triplicaban el valor de toda la plantilla peruana. Eran los hombres a tomar en cuenta. Ambos ya consolidados en el fútbol europeo, y líderes de esa tendencia que se evidencia en los partidos de selección, que eleva el rendimiento de los nacionales sin importar el presente en sus respectivos clubes. 

Claro, porque en Juventus, el "Rey Arturo" vive días extraños, con algunas dudas sobre su real condición física y los problemas desencadenados tras un polémico episodio tras una salida nocturna. Lo del delantero, en tanto, más centrado en lo futbolístico, pues en Inglaterra trata de sacar adelante su adaptación al Arsenal, que no logra consolidar su proyecto.

Pero vistiendo la camiseta de la "Roja", los problemas se olvidan y su presencia en cancha gana peso. Sacaron diferencias, y aunque ambos aprobaron con nota sobresaliente, el más determinante fue el de Tocopilla, que se siente cada vez más cómodo en su papel de referente del grupo que hoy apabulló a la selección peruana. 

Los defensores peruanos intentaron ser cuidadosos cada vez que el ex Barcelona tomaba la pelota. Lo obligaron a jugar de espalda, e intentaron alejarlo del área, temerosos de su velocidad y regate. Sin embargo, descuidaron una faceta que Alexis ha mostrado recurrentemente en los últimos encuentros del equipo de Jorge Sampaoli y luego de la renuncia de Jorge Valdivia: El "Dilla" también puede habilitar y lo sabe hacer a la perfección. Así, lejos del área, se dio maña para ser determinante y comenzó a dibujar pases en profundidad para todo quien apareciera en su radar. 

Con esta fórmula nació el primer gol de Chile. Una larga posesión nacional y la puntada precisa del delantero "Gunner" para Eduardo Vargas, su compañero habitual en la ofensiva nacional, que se las arregló para anotar la apertura de la cuenta y comenzar a cimentar un merecido y claro triunfo chileno. Volvería a decir presente en el tercer gol, cuando su asociación con Isla terminó en el doblete de Vargas.

El ariete "Gunner" fue incansable. Se ofreció, enganchó, y remató, y aunque no encontró un gol que merecía indudablemente, demostró que ese liderazgo que se le exije, dada su condición de figura en el equipo, no le queda grande, sino que por el contrario: lo asume con responsabilidad y responde con creces.