La revolución de la clase media

Los éxitos de Wawrinka y Cilic hacen peligrar la clasificación de Ferrer y Murray para el Masters.




¿Un Masters en Londres y sin Andy Murray, el héroe local? ¿El torneo que reúne a los ocho mejores tenistas de la temporada sin David Ferrer, el finalista de 2007, que ha jugado las últimas cuatro ediciones? ¿Ha llegado la hora del relevo, el momento de que los jóvenes del futuro se conviertan en hombres de presente, de que Nishikori, Cilic, Raonic o Dimitrov debuten en la pelea por convertirse en maestro de maestros? Para conocer la respuesta quedan tres semanas, otros tantos torneos para la mayoría de candidatos y un agónico sprint a través de citas sin pedigrí en el que un puñado de tenistas se dejarán la piel para conseguir una de las cuatro plazas libres (Djokovic, Federer, Nadal y Wawrinka ya están clasificados).

"Ésa es mi meta, y también la de Andy, por supuesto", resumió David Ferrer, que esta semana coincidirá con el escocés en el torneo de Viena. "Estoy luchando por ello. Es algo muy importante para mí", cerró sobre el torneo que arranca el 9 de noviembre.

El sorprendente escenario refleja los cambios que está viviendo un circuito hasta ahora acostumbrado al plácido inmovilismo. Durante años, los cinco primeros puestos parecieron coto cerrado de una elite de tenistas que invariablemente llegaba a las semifinales de todos los torneos importantes. Por ley natural, esos jugadores se clasificaban para competir en Londres, donde siguiendo una lógica casi burocrática se disputaban el trofeo. No en 2014.

Ésta es la temporada de la revolución de la clase media. El año en el que Wawrinka ha ganado en Australia. El año en el que Cilic ha celebrado el Open USA. El año en el que Nishikori se ha convertido en el primer japonés que disputa una final de la máxima categoría. Y no hay revolución sin líderes derrocados. Ahí está Ferrer, al que la falta de brillos en los torneos del Grand Slam (ninguna semifinal en 2014) penaliza ahora (es noveno). Y ahí está Murray (décimo), el campeón olímpico, el ganador de dos grandes, que estudia el reglamento en busca de recovecos que le ayuden… para descubrir que la letra pequeña le perjudica.

¿Y si Federer se lesiona a mitad de curso y no suma los puntos necesarios para clasificarse?, se plantearon los jerarcas de la ATP. La respuesta fue introducir una cláusula por la que cualquier tenista ganador de un grande del año en curso no tiene que acabar entre los ocho mejores, le vale con estar entre los 20. ¿El problema? Ahora Murray, una de las grandes figuras, puede quedarse fuera del torneo que se organiza en su país porque Cilic, campeón del USA, tiene el puesto asegurado aunque quede por detrás suyo.

"Si la ATP quiere que sus torneos sean los más importantes, debería asegurarse de que los jugadores que se clasifiquen para el Masters sean los que suman más puntos durante el año. Al clasificar directamente a los campeones de losGrand Slam, nos dicen que esos son los torneos más importantes…", se lamenta.

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