La vida después de la caída del Muro de Berlín

Cuando están por cumplirse los 25 años del derribo del Muro de Berlín, la mayoría de los protagonistas viven alejados de la vida pública y casi todos ya superan los 80 años. Sólo Gorbachov y Bush mantienen un rol más activo y, a veces, ofrecen entrevistas.




EGON KRENZ, PRESIDENTE DEL CONSEJO DE ESTADO DE LA RDA

Egon Krenz asumió tanto la secretaría general del Partido Socialista Unificado de Alemania como la jefatura del Estado de la RDA, luego de la renuncia de Erich Honecker (1971-1989), quien fue obligado a dejar el poder debido a las numerosas movilizaciones contra el régimen. En su primer discurso prometió que llevaría a cabo las reformas que se pedían en las protestas, pero los ciudadanos no le creyeron y las manifestaciones continuaron creciendo. Reportes de prensa señalan que no era muy querido. En un intento por calmar los ánimos, autorizó la reapertura de la frontera con Checoslovaquia, la que había sido cerrada para evitar que los alemanes del este llegaran hacia el lado occidental. Los analistas concuerdan en que falló en su intento de mantener el poder del Estado comunista. Fue así como el nuevo Politburó decidió adoptar nuevas regulaciones para viajes hacia el oeste. Tras la caída del Muro de Berlín y la reunificación alemana, fue sentenciado a seis años y medio de prisión por maltrato y por su rol en los crímenes del régimen.

Pese a que alegó que el marco legal de la Alemania reunificada no se podía aplicar a la RDA, fue a la cárcel Hakenfelde.

Tras cumplir cuatro años en prisión, fue liberado en 2003 y se retiró de la vida pública. El hombre de 77 años vive actualmente en la localidad alemana de Dierhagen, con su esposa Erika.

HELMUT KOHL, CANCILLER DE LA RFA

Es considerado el "arquitecto de la reunificación alemana". Fue el canciller de la República Federal Alemana desde 1982 a 1998. Uno de los pasos para eso lo dio en 1987, cuando recibió al entonces líder de la Alemania del Este, Erich Honecker, la primera visita de un jefe de Estado de la Alemania del Este a la Alemania Occidental, lo que fue visto como una señal de que Kohl llevó adelante la Ostpolitik, la política de normalización de las relaciones entre ambas partes. Se mantuvo en el poder hasta 1998, después estuvo involucrado en un escándalo de corrupción. En 2001 su esposa se suicidó y, siete años más tarde, se casó con una mujer 34 años menos que él. A sus 84 años, está retirado de la vida pública y sólo se desplaza en silla de ruedas. Recientemente se publicó un libro basado en entrevistas que le realizaron. En ella señaló que el derrumbe de la RDA no se debió a la revolución pacífica, sino a la debilidad de Gorbachov.

MIJAIL GORBACHOV, PRESIDENTE DE LA URSS

Según la revista británica The Economist, la caída del Muro de Berlín no fue una gran noticia en Rusia, ni una sorpresa. Sino, más bien, "una consecuencia lógica del proceso que comenzó en Moscú en 1985, con la llegada al poder de Mijail Gorbachov, como secretario general del Comité Central del Partido Comunista. Fue el último líder de la Unión Soviética (1990-1991). Sus políticas de glasnost (apertura) y perestroika (reestructuración) contribuyeron al fin de la Guerra Fría y al cambio del rol constitucional del Partido Comunista en el Estado, y llevaron a la disolución de la URSS. Respecto de la caída del Muro de Berlín, decidió no interferir. Fue galardonado con el Nobel de la Paz en 1990. A comienzos de este mes fue hospitalizado, sin que se conociera el motivo. Vive en Moscú y, recientemente, el hombre de 83 años pidió a Occidente y a los líderes rusos no arrastrar al mundo a una nueva Guerra Fría.

GEORGE H. BUSH, PRESIDENTE DE EE.UU.

Pese a asumir su mandato el 20 de enero de 1989, ya estaba sumergido en los cambios que ocurrían en el mundo, debido a que ejerció como vicepresidente durante la administración Reagan (1981-1989). Los analistas concuerdan en que asumió la política exterior con "pragmatismo". Así, cuando cayó el Muro de Berlín, ofreció una débil respuesta al ser consultado sobre el tema en una entrevista. "Estoy complacido", dijo. Al criticársele su falta de entusiasmo, añadió: "No soy una persona muy emotiva". Sin embargo, muchos coinciden en que, al no clamar una victoria sobre los soviéticos, "probablemente ayudó a evitar un revés con Europa del Este y a poner en peligro negociaciones futuras con la Unión Soviética". Tras su presidencia, ha mantenido una vida pública activa, preside una biblioteca con su nombre y en junio pasado celebró sus 90 años tirándose en paracaídas.

RICCARDO EHRMAN, PERIODISTA ITALIANO

El 9 de noviembre de 1989, Riccardo Ehrman, corresponsal de la agencia italiana Ansa, tomó su auto y se dirigió hacia al Centro Internacional de Prensa, situado en Berlín Oriental, a una conferencia de prensa, en donde hablaría Günter Schabowski, un alto miembro del Politburó. El motivo de la citación consistía en dar a conocer que el gobierno de la RDA iba a permitir que los ciudadanos alemanes del Este pudieran viajar con más facilidad al Oeste. Según relató Ehrman al diario El Mundo en 2009, los periodistas pensaron que el anuncio se trataba de otra cortina de humo. "Siempre anunciaban que los ciudadanos de la RDA podían viajar, pidiendo un pasaporte y obteniendo una visa. Pero obtener un pasaporte era casi imposible, y un visado, totalmente imposible. Entonces, todo era una mentira", dijo Ehrman.

Cuando Schabowski terminó su comunicado, éste le dio la oportunidad a Ehrman de hacer una pregunta: "¿Cree usted que fue un error introducir la Ley de Viajes hace unos días?", haciendo referencia a una ley de permisos de viaje muy confusa, que había provocado un éxodo de miles de alemanes a través de las fronteras de Checoslovaquia y Hungría. Un nervioso Schabowski sacó unos papeles del bolsillo y repitió que, para evitar más líos, los ciudadanos de la RDA podrían ir al Oeste, esta vez sin pasaporte ni visado, sólo mostrando el carné de identidad o un documento parecido. Entonces, Ehrman preguntó: "Ab wann?" (¿Desde cuándo?). Schabowski miró de nuevo los papeles y respondió: "Ab sofort" (inmediatamente). "En ese momento, me di cuenta de que el Muro había caído", señaló Ehrman. Tras anunciar la noticia, fue hacia un paso fronterizo para ver la situación y se encontró con que miles de ciudadanos habían llegado hasta allí porque habían visto la conferencia. "Es el hombre de la pregunta", gritó uno de ellos. "Cuando escuché las palabras de Schabowski, creí que había caído el Muro. Fui un miope. No me di cuenta de que, en realidad, estaba cambiando el mundo", señaló Ehrman, quien actualmente vive en Madrid.

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