Las claves para entender el poder de Gazitúa en Cruzados

Tras 17 años, Luis Felipe Gazitúa decidió no seguir en el directorio de la Fundación Club Deportivo Universidad Católica que, el martes, debía renovar a sus miembros. Con ello, el ingeniero comercial deja también su cargo de vicepresidente de Cruzados SADP, institución que rige los destinos del fútbol de la UC. Con su salida, un miembro histórico de las mesas de San Carlos de Apoquindo abandona la escena, en momentos que la hinchada franjeada apuntaba buena parte de su ira por la mala campaña al ya histórico dirigente, quien en su condición de representante de la Fundación y con el poder que detenta la misma en la sociedad anónima, sumado a su bajo perfil público, era sindicado como el actor más poderoso en la regencia de la institución.

Sin embargo, quienes manejan la historia de Gazitúa en la UC desperfilar el halo de misterio y, sobre todo, su condición de "poder en las sombras" que, para los hinchas, ejercía el ejecutivo del grupo Matte.

Su influencia, dicen, se ganó "a pulso", a partir de una comprobada capacidad de trabajo, eficiencia, inteligencia y habilidad negociadora. Las mismas capacidades que le han hecho destacar en el ámbito profesional fueron las que lo llevaron a lucir, rápidamente, en el directorio de la Fundación, donde arrancó ocupando puestos "secundarios", si se quiere poner de ese modo, y que redundaron en que Jorge O'Ryan, a su partida, le pidiera que fuera su sucesor en la cabeza del CDUC. Con ello, por añadidura, tomó un rol preponderante en Cruzados, gracias al poder de veto que tiene la Fundación sobre algunas deteminaciones de la SADP, a partir del 20 por ciento de acciones que posee desde su salida a la bolsa.

Y si bien los malos resultados deportivos de la última campaña en el Apertura lo pusieron en la palestra, Gazitúa fue un actor clave en la historia del club en las últimas casi dos décadas.

Para entender el estilo y filosofía del ingerniero comercial egresado de la Universidad de Chile, muchos creen que le jugó en contra su distancia con los medios de comunicación y su reticencia de dar entrevistas, cuestiones que ayudaron a construir la idea de ser el hombre poderoso desde la vicepresidencia de la sociedad anónima deportiva. Acá, algunos factores que ayudan a entender al personaje detrás del dirigente.

Bajo perfil: por su condición de ejecutivo y director de importantes empresas, como Colbún y Entel, cuando Gazitúa comenzó su trabajo en el CDUC, desde el grupo Matte se le pidió que mantuviera un perfil más bien discreto y alejado de las luces. Algo que, al ingeniero comercial, le parecía ideal. De hecho, con el paso de los años, privilegió esa condición, aumentando los "mitos" que se tejían en torno a él, aún cuando ya nadie le demandara distancia con la figuración.

Presencia permanente: asiduo visitante de San Carlos de Apoquindo en entrenamientos o partidos, era constante verlo en las tribunas en los encuentros de visitante de Católica, incluso en los torneos internacionales. Gazitúa era una cara reconocible de la dirigencia, pues acompañaba a la UC a todas partes, pero siempre con bajo perfil y figuración.

Toma de decisiones: los funcionarios del club destacan su capacidad de trabajo y, sobre todo, su disposición. Eso lo hizo ser, desde el principio de estos 17 años, un actor relevante a la hora de las determinaciones. Como exitoso ejecutivo y director del grupo Matte, en Católica destacó por su inteligencia y forma de encarar la labor, siempre eficiente y apostando a la coherencia de los procesos.

Habilidad negociadora: "dependiendo de quién haya tenido que firmar un contrato y cómo le haya ido, te va a hablar bien o mal de él", dice un exjugador del club, que destaca -como otros exempleados- la capacidad de Gazitúa a la hora de sentarse a hablar de las condiciones económicas de un acuerdo. Rápido con los números y las cuentas, era normal que fuera parte de las negociaciones importantes, las que casi siempre saldaba favorablemente para los intereses u objetivos de la UC.

Modelo de SADP: en su condición de uno de los dos representantes que tiene la Fundación en la mesa de Cruzados, Gazitúa era sindicado como el hombre del poder, que se fomentó cuando, en 2011 y cansados del derecho a veto del CDUC sobre algunas decisiones de la SADP, dos de sus directores (Andrés Fazio y Jaime Allende) abandonaran Cruzados, criticando el modelo de administración, que esperaban que la Fundación flexibilizara. Sin embargo, ello nunca ocurrió, y el ingeniero comercial se convirtió en el "rostro" de la posición, a la que los hinchas apuntan, olvidando que las condiciones en las que el fútbol del club salió a la bolsa fueron claras desde el principio y, quienes compraron acciones, tenían la cancha claramente marcada desde el comienzo. "Muchos adjudican a la Fundación la carencia de recursos frescos para refuerzos, por ejemplo, pero olvidan de paso que sin el CDUC, Cruzados no existiría, además de que siempre estuvo explicitado cuáles eran las características de esta sociedad anónima", confidencia un cercano al directorio.

Conocimiento del medio: con 17 años en el directorio, Gazitúa fue acopiando experiencia y conocimiento. En 2012, en entrevista con la revista Qué Pasa, Víctor Pucci, otro de los directores de Cruzados, confesaba que "ha habido una gran coincidencia de visiones y se ha valorado la experiencia de los directores más antiguos", en explícita alusión al estilo de administración impuesto, en el que el ahora renunciado presidente dela Fundación destacaba ampliamente por su experiencia, la que era reconocida por sus pares en la mesa de la SADP. Sin duda, era visto como el que más sabía del fútbol y sus matices fuera del campo.

Todo eso, sumado a que en Cruzados no hay un grupo controlador con visibilidad, hicieron que Gazitúa se conviritiera en uno de los principales blancos de los dardos de quienes esperan cambios en la SADP y mayor inversión en refuerzos.