Las diversas teorías conspirativas que surgieron en Internet tras los atentados en París

Una operación de los servicios secretos, o un complot de los medios contra los musulmanes, son las teorías más difundidas en redes tras el atentado a Charlie Hebdo. Aquí las analizamos y explicamos.




¿Una operación de los servicios secretos o un complot de los medios de comunicación contra los musulmanes?. Las teorías conspirativas más sonadas retornaron con fuerza en internet, sólo horas después del atentado contra la revista Charlie Hebdo en París.

Así como sucedió con el 11 de septiembre de 2001, una vez empezaron a divulgarse las primeras imágenes del atentado contra el semanario satírico del 7 de enero, la máquina de fabricar rumores se puso a funcionar a pleno rendimiento.

Entre los más extendidos figura el supuesto de que los hermanos Kouachi, que mataron a 12 personas, utilizaron varios vehículos puesto que en una imagen se ve un auto con retrovisores blancos cerca del lugar del ataque y luego, cuando el auto fue abandonado más al norte, estos son de color negro.

Pero el vehículo utilizado por los yihadistas tenía retrovisores cromados, cuyo color cambia en función de la luz, explicaron los especialistas.

El carné de identidad perdido por uno de los hermanos Kouachi, el teléfono mal colgado en el súper judío donde Amedy Coulibaly mató a cuatro personas el día 11, o el recorrido de la manifestación de repulsa a los atentados en París que habría dibujado las fronteras de Israel: todo vale para alimentar las teorías más delirantes.

El ataque contra el semanario satírico Charlie Hebdo, sin precedentes, es "un evento que marca una ruptura del orden social y político. Hay una necesidad de responder a la conmoción con interpretaciones", explica a la AFP Emmaneul Taieb, profesor de Ciencias Políticas de Lyon (centro) y especialista en teorías del complot.

"La lectura dominante tal y como puede ser ofrecida por la policía, los políticos, los analistas, es juzgada pobre, decepcionante. Es por lo tanto eliminada o cuestionada en beneficio de otro análisis más seductor, más  inquietante", indica respecto a quienes ven por todas partes a los Illuminati (supuesta sociedad secreta) o un complot judeo-masónico.

"Lo he leído en internet", es un tipo de argumento muy popular entre las jóvenes generaciones, para quienes la web es la principal fuente de información.

El papel de las redes sociales

Mohamed Tria, de 49 años, empresario y presidente del club de fútbol La Duchere, un barrio difícil de Lyon, tercera ciudad de Francia, explica que la "interpretación de los eventos de la semana pasada fue completamente diferente en estos barrios".

"Reuní a unos 40 chicos de entre 13 y 16 años en mi club: me quedé anonadado por lo que escuché (...) No fueron informados por los diarios, sino por las redes sociales, es la única fuente para ellos y creen que es la verdad. La gran teoría del complot me estalló en la cara", informó a la AFP.

"Hace 30 años, lo que aprendían los niños venía en un 90% de sus padres y  la escuela. Ahora es lo contrario. Hace falta una educación sobre las redes sociales", reclamaba esta semana un educador en una mesa redonda en Sarcelles, un suburbio popular de París.

"La adolescencia es una etapa durante la cual uno necesita afirmarse y rebelarse contra el adulto, el orden establecido, la sociedad, etc. Las teorías alternativas son un terreno de expresión formidable para ellos", analiza Guillaume Brossard, cofundador de hoaxbuster.com. un sitio que permite  verificar la validez de las informaciones que circulan en la web.

"La explosión de las redes sociales ha hecho que las conversaciones del patio de la escuela tengan ahora lugar en Twitter, Snapchat o Instagram. Los vínculos de internet que llevan a contenidos que los adolescentes siempre han querido esconder a sus padres son compartidos de forma instantánea vía los  smartphones", agrega.

Para Olivier Ertzscheid, profesor de Ciencias de Información en Nantes (oeste), "los medios institucionales, como (el diario) Le Monde, han tenido una respuesta bastante rápida en los medios sociales para rebatir todos estos rumores. Su reactividad es esencial".

Pero estas teorías no seducen únicamente a los más jóvenes, como lo demostró el caso de una profesora suspendida cerca de París o de unos agentes municipales sancionados en Lille (norte): todos ellos veían un complot detrás del atentado contra Charlie Hebdo.

En una entrevista con el diario ruso Komsomolskaïa Pravda, el presidente de honor del Frente Nacional (extrema derecha), Jean-Marie Le Pen juzgó que el atentado llevaba la "firma de los servicios secretos", si bien después negó  haber hecho tal afirmación.

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