Las FARC ponen en marcha su debut político en Colombia

Farc

La ex guerrilla colombiana realizará a partir de hoy un congreso donde definirá su ruta política con miras a su primer desafío: las elecciones de 2018. El grupo, que se transformará en partido oficialmente el 1 de septiembre tras 50 años de conflicto armado, tendrá que superar una serie de obstáculos. Uno de los más difíciles tiene que ver con la falta de confianza que inspira en la sociedad colombiana.




El partido político de las FARC conservará las mismas siglas con las que la guerrilla se identificó por más de 50 años de conflicto armado con el Estado colombiano y que provocó la muerte de 260.000 personas y la desaparición de otras 25.000. Su significado sí variará. Ya no serán las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. Según algunas versiones, se convertirán en Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia (FARC). La decisión aún no está tomada, aseguró Iván Márquez, uno de sus líderes y el tema se discutirá en el "Congreso Nacional" que la organización llevará a cabo a partir de hoy y hasta el 1 de septiembre en Bogotá y que será parte de un nuevo capítulo de su historia.

Las FARC finalizarán hoy su transición de una guerrilla armada de 7.000 combatientes a un partido político. El 15 de agosto se dio por finalizado uno de los pasos clave para emprender esta tarea. Ese día los miembros del grupo rebelde entregaron el último de los contenedores en donde resguardaban más de 8.000 armas y un millón de municiones, que serán fundidas y convertidas en "monumentos". Los ex guerrilleros, por su parte, están concentrados en 26 zonas veredales donde se preparan para volver a la vida civil. Más allá del nombre oficial, los lineamientos que se tomen hoy serán clave para el futuro político de las FARC, que aún tienen un largo camino por recorrer.

Según detalló Pablo Catatumbo, uno de los jefes de la ex guerrilla, 1.200 delegados de la organización tomarán las decisiones para el futuro, como por ejemplo, las definiciones sobre la dirigencia política y los estatutos del partido. "El congreso lo define todo. Es un congreso constitutivo de un partido que no existe. Las FARC son un partido en armas, pero al dejarlas tienen que fundar y construir un nuevo partido. No para redefinir sus principios, pero si para redefinir su funcionamiento que es una de las grandes discusiones", explicó a La Tercera Jairo Rivera, politólogo colombiano y miembro de Voces de Paz, agrupación ciudadana que surgió tras los acuerdos y que servirá como un vínculo entre la sociedad civil y las FARC en el Congreso.

Una de las primeras grandes pruebas para el "partido guerrillero" serán las elecciones parlamentarias de marzo de 2018.

La ex guerrilla ya cuenta con una ventaja, según lo establecido en los acuerdos de paz entre el gobierno de Juan Manuel Santos y los líderes del ahora ex grupo armado. Según la revista Semana, las FARC obtuvieron una personería jurídica sin la necesidad de cumplir con los requisitos mínimo, entre ellos, la acreditación de un determinado número de afiliados y la obtención de un umbral de votación. También, las FARC harán se debut en el Congreso con un mínimo de cinco curules en el Senado y otros cinco en la Cámara Baja. Lo mismo correrá para las elecciones de 2022, pero a partir de 2026 el nuevo partido tendrá que someterse a las mismas reglas que el resto.

El diario El Tiempo de Bogotá detalla que se ha propuesto que Iván Márquez eventualmente encabece la lista al Senado y que Pablo Catatumbo postule a la Cámara.

Financiamiento

Como parte de los acuerdos, las FARC también tienen garantizada el financiamiento para su partido, que saldrá del presupuesto nacional y la construcción de un "centro de pensamiento". La ex guerrilla no tendrá un candidato propio para las presidenciales de mayo. Buscarán más bien, contar con un "gobierno de transición" que los represente. Es decir, podrán apoyar incluso a un gobierno de centro derecha que garantice el cumplimiento de los acuerdos. Y en caso de que se imponga un candidato con otro perfil, aspirarán a ocupar algún cargo público. Según la revista Semana, al tener 10 curules asegurados, las FARC como grupo político podrían convertirse en un aliado más que interesante para cualquier partido o mandatario.

Pero las FARC tendrán también que enfrentar una serie de desafíos. Algunos analistas concuerdan en que uno de los más difíciles será mejorar su imagen pública y generar confianza en la sociedad. Una de las conclusiones del sorpresivo resultado del plebiscito, en octubre de 2016, fue que alrededor de la mitad de los votantes rechazó que la cúpula guerrillera tenga cargos públicos. Según una encuesta de Pulso País, un 87% desaprueba la imagen de Timochenko, líder de las FARC. Según Semana, la ex guerrilla ha optado por una estrategia de comunicación con asesores extranjeros con el fin de suavizar su leguaje y dar una imagen más amigable.

Con este objetivo han modificado las conductas de sus propios líderes (Jesús Santrich tuvo que moderar su uso de Twitter y otros dirigentes como Pastor Alape o Iván Márquez se han enfocado en asistir a eventos universitarios) y también han cambiado la forma de publicitarse, tratando de llegar a los sectores de clase media urbana. Están, además, creando una orquesta de salsa y un equipo de fútbol profesional.

"Ese es el principal desafío. Las FARC tienen que jugar un rol importantísimo en perdonar y ser perdonadas", concluyó Rivera.

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