Las fórmulas de los colegios que lograron por primera vez la excelencia académica

Más de 360 de estos recintos obtuvieron la subvención. Dos de ellos remarcan la necesidad de tener un buen ambiente escolar. Estas escuelas recibirán recursos adicionales estatales para incentivar a los profesores en el aula.




Este año, 369 colegios recibieron por primera vez la excelencia académica, acreditación entregada por el Sistema Nacional de Evaluación de Desempeño (Sned).

Uno de estos establecimientos fue el Liceo Manuel Montt de Victoria, en La Araucanía. Allí, hace 10 años comenzaron un proceso para poder lograr la distinción en esta escuela técnica. De acuerdo a su directora, Magali Orellana, se inició con un plan para mejorar la convivencia escolar. “Partió un trabajo profundo, donde participaron todos los estamentos: alumnos, profesores y apoderados”, explicó Orellana.

Luego de eso, el objetivo fue mejorar la motivación de los profesores del establecimiento, “para que ellos entendieran que son capaces, que nuestros alumnos son capaces”, agregó la directora, quien dijo que el liceo, que tiene una matrícula de 876 alumnos, posee un alto índice de vulnerabilidad, alcanzando un 92%.

Para ella, todo lo anterior dio paso a que los estudiantes  comenzaran a mejorar sus resultados en el Simce. En la última medición, según ella, el establecimiento obtuvo 236 puntos en lenguaje, 16 puntos más arriba que sus pares, otros liceos técnicos, a nivel nacional. Orellana indicó que los resultados del proceso “significan que estamos haciendo bien las cosas”.

Y son los docentes del establecimiento los que están más felices con la excelencia académica, ya que recibirla no sólo significa ser catalogado como un buen colegio, sino que también permite a las escuelas recibir un incentivo económico para los profesores.

“Ellos nunca pensaron que se podía, pero siempre han continuado con su trabajo”, dijo Orellana, quien remarcó que el desafío continúa, ya que “debemos mejorar las debilidades que tenemos, pero también fortalecer aún más lo mejor de nosotros”.

Mejor ambiente

En Iquique, en la Escuela Thilda Portillo Olivares, cuando supieron que obtuvieron la excelencia académica, pensaron en el proceso que comenzó en 2013, cuando llegó la nueva directiva liderada por Héctor Inostroza.

“Cuando llegamos nos propusimos como objetivo obtener la excelencia, pero no necesariamente enfocándonos en subir las notas, sino que en trabajar para recuperar la felicidad de los niños”, dijo Inostroza, quien remarcó que el establecimiento tiene un índice de vulnerabilidad superior al 70%.

Según el director, cuando llegó al colegio, había un problema serio de convivencia. “Había mucha pelea, y algunas familias eran disfuncionales, por lo que comenzamos a trabajar en eso”, explicó.

De esta forma, el establecimiento se esforzó por mejorar el ambiente escolar, para dar más afecto a los niños, así “fueron mejorando su conducta y, por añadidura, también sus logros académicos”, dice el director, quien remarcó que para mejorar el rendimiento de los estudiantes es necesario que ellos se sientan protegidos, ya que así “tienen una mejor disposición para trabajar y se hacen más responsables de sus notas. No le dimos tanta importancia al contenido, en un principio, nos importó que los niños estuvieran felices”.

Acá también fue importante la participación de toda la comunidad académica. En ese sentido, Inostroza señaló que “fue importante trabajar con los apoderados, alumnos y los profesores, para así recuperar la confianza”.

También en la Escuela Thilda Portillo Olivares se plantearon, la directiva y los profesores, “ser una escuela democrática y participativa, donde todas las opiniones importan”, dijo el director.

En otro establecimiento donde ya corroboró que un mejor ambiente ayuda para lograr la excelencia académica es en el Colegio San Joaquín, ubicado en Renca, el cual este año mantuvo la categoría.

Magdalena Plant, directora del establecimiento, señaló que en esta escuela se puso un énfasis en la convivencia. “Tenemos un programa de virtudes, donde se trabajan la responsabilidad, el compromiso y el esfuerzo. Así formamos personas y los niños tienen confianza en el  rendimiento académico”.

Pero también se trabajó la gestión y planificación de clases.

En ese sentido, Plant explicó que “aquí los profesores son acompañados por equipo de coordinadores y existe un foco en el aprendizaje, ya que las horas de clases se aprovechan al máximo”.

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