Las pellejerías de los alcaldes pobres del Biobío

alcalde Mauricio Lebrecht

Sedes sin Internet antes del censo, ediles que deben usar sus propios autos y cuentas impagas. Contulmo, San Ignacio, San Fabián de Alico, Cobquecura y Bulnes se aburrieron. Se organizaron en la Agrupación de Municipios Endeudados y pedirán ayuda a la Presidenta Bachelet.




Fue a mediados de marzo. Partió casi como un detalle, pero el alcalde de Contulmo, Mauricio Lebrecht (UDI), lo asume finalmente como "haber pasado una vergüenza". Ocurrió camino a Concepción. "Ibamos en la camioneta fiscal y me di cuenta de que la mantención del vehículo no estaba hecha; la teníamos pasada como en 500 kilómetros. Así que le dije al chofer que aprovechara que andábamos con tiempo y lo llevara al taller. Eso hizo. Pero en la tarde me llamó un funcionario diciéndome que no se podría, porque les debíamos cerca de $ 3 millones. Quedé sin palabras".

Desde esa fecha, la situación no parece haber mejorado mucho. "Ahora opté por salir en mi vehículo particular a los sectores rurales y cargo combustible de mi bolsillo, porque no tenemos dinero", se queja el edil.

Asegura que no lo hace para inmolarse como mártir. "Es más bien práctico. De 10 vehículos que habían en la municipalidad, solo quedan tres operativos y los destinamos a educación y salud. Más encima, el camión cisterna, que proveía de agua potable a sectores rurales, también está inutilizable".

Su lamento se repite por el Biobío. Déficit en suministros básicos, educación y salud, de más de siete meses, mantienen en alerta y preocupados a cinco alcaldes de la región, debido al excesivo endeudamiento que, según sus informes y auditorías internas, enfrentan sus cajas municipales.

Se trata de las comunas de Contulmo, San Fabián de Alico, San Ignacio, Bulnes y Cobquecura, todas ellas con nuevas administraciones, que asumieron el mando en diciembre de 2016. Las mismas que, por falta de dinero, han enfrentado en los últimos meses una serie de situaciones insólitas.

El alcalde de Cobquecura, por ejemplo, Julio Fuentes (PRSD), contó que "ya hace rato estamos en Dicom. El día anterior al censo nos cortaron Internet, porque debíamos varios meses. Fue un tremendo problema. Afortunadamente, otra vez llegamos a un acuerdo con la empresa para contar con web para ese día".

Juguetes tristes

En rigor, se trata de una zona compleja. Según la última Encuesta Socioeconómica Casen, la Región del Biobío es la tercera del país que tiene un mayor porcentaje de personas en situación de pobreza por ingresos, detrás de La Araucanía y el Maule.

Para el caso de las cinco comunas complicadas, la lista de pellejerías suma y sigue. En diciembre del año pasado, el mismo edil Fuentes trató de comprar juguetes al proveedor que tenía por años el municipio, los que serían entregados a los niños más vulnerables de la comuna. "Pero me enteré de que no nos venderían nada, porque se arrastraba una deuda de 2014 y 2015 por más de $ 13 millones. Tuvimos que cambiar de proveedor para no dejar a los niños sin juguetes", relató.

El alcalde de San Ignacio, Osiel Soto (UDI), pone otro grano. "Hemos pasado situaciones bien vergonzosas. A fines de febrero estábamos reparando una escuela y necesitábamos urgente materiales de construcción. Acudimos a las ferreterías de nuestra comuna y ninguna nos quiso vender a 30 días de pago. Entonces fuimos a la comuna vecina, de El Carmen, y pasó lo mismo con todos los locales. Como última opción acudimos a Chillán y tampoco obtuvimos una respuesta favorable. En todas partes debíamos plata. Así que tuvimos que sacar dinero de nuestro bolsillo para los materiales, en conjunto con otros jefes de departamentos", contó.

En Contulmo, Mauricio Lebrecht pone otra guinda: "Tenemos deudas en la cuenta de luz de siete meses sin pagar y hace dos semanas llegamos a un acuerdo con la empresa para que no nos cortaran el suministro eléctrico".

Respecto del monto de la deuda, Jorge Hidalgo (IND ex PS), alcalde de la comuna de Bulnes, señaló que la de su municipio "bordea los $ 3.500 millones, lo que resulta bastante complicado. ¡No sé a quién no le debemos! Hemos estado a punto de que nos corten la luz, el agua y el teléfono. En marzo mandamos a arreglar una ambulancia a un taller y, como para variar había una deuda, no nos querían entregar el vehículo, que hace mucha falta".

Como medidas inmediatas, contó que por ahora no se pagan horas extras ni viáticos, y se tuvo que hacer una reducción de personal.

Todo este panorama confluyó en una decisión conjunta de estos cinco ediles: formar la Agrupación de Municipios Endeudados y solicitar una audiencia con la Presidenta Michelle Bachelet, para pedirle un aumento en la glosa presupuestaria de cerca de $ 500 millones para cada municipio, al menos por este año.

El alcalde Lebrecht es el vocero del movimiento: "Nosotros no podemos seguir esperando, necesitamos que el gobierno sepa de nuestros problemas y que nos permita el aumento en la glosa para poder ordenarnos un poco".

Por ahora, en eso están.

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