Los cambios que podría sufrir WhatsApp tras la compra de Facebook

Expertos creen que el servicio podría cambiar su modelo, y cobrar o incluir publicidad.




Jeans, camiseta y zapatillas es el traje favorito de los emprendedores tecnológicos. Y Jan Koum (37), director ejecutivo y uno de los fundadores de WhatsApp calza igual. Pero Koum ahora no sólo vestirá igual, sino que, como muchos de ellos, tendrá una billetera similar.

Facebook pagó 19 mil millones de dólares por su aplicación, convirtiéndolo en multimillonario y muy lejos de los días en que sobrevivía con cupones de alimentos tras llegar de Ucrania a EE.UU.  en los 90.

La cifra desembolsada por Facebook es más de 10 veces lo que Google gastó en YouTube. Y más de 20 por lo que el propio Facebook pagó por Instagram. Es, de hecho, el valor más grande pagado en una transacción de este tipo, superando los 8.500 millones de dólares que pagó Microsoft cuando compró Skype  en 2011. Los exorbitantes valores hacen que analistas sospechen de la presencia de un nuevo tipo de burbuja financiera, según dice a la agencia AFP Greg Sterling, de la consultora Opus Research.

El experto define el trato como riesgoso para Facebook, ya que "en las redes sociales, tienes el sabor del mes", pero al año siguiente, la gente cambia su paladar.

Pero analistas de Wall Street llamaron a inversores a comprar acciones de Facebook. Dicen que el negocio busca posicionar a la empresa en el mercado móvil.

FUERA DE LA UNIVERSIDAD

Al igual que otros famosos emprendedores, como Bill Gates y el propio Mark Zuckerberg, Koum también abandonó la universidad y se enroló en Yahoo donde conoció a Brian Acton (44), quien se convertiría en su mentor tras la muerte de su madre en 2000. Ambos dejaron la compañía en 2007.

Buscaron trabajo en Facebook, pero fueron rechazados. Cuando en 2009 Koum se compró un iPhone, se dio cuenta del potencial de negocios de las aplicaciones. Unas cuantas reuniones con amigos bastaron para crear WhatsApp.

Koum eligió el nombre de su aplicación por su parecido con la expresión anglosajona "what's up", una especie de "qué onda".

Hoy la aplicación suma 450 millones de usuarios, una interfaz limpia, pocos inversionistas complicando las cosas, currículo que le valió convertirse en la mayor adquisición tecnológica de la historia.

1. INCLUSION DE PUBLICIDAD

Uno de los principales temores de los actuales usuarios de WhatsApp es que Facebook comience a inundar el servicio con anuncios, algo que muchos también temían que podía ocurrir con Instagram tras su compra por parte de la red social. Facebook trabaja actualmente en un gran proyecto de publicidad, sobre la base de sus mil millones de usuarios. Sin embargo, según Patricio Monge, director de estrategia digital de la agencia Asteroid, "es poco probable que pase, por lo menos de inmediato", algo en que coincide José Ignacio Stark, analista de tecnología. Hoy Instagram prueba un sistema de anuncios en algunos mercados, explica Monge, pero "es algo que no se ha masificado y que ocurra en WhatsApp es incierto por el momento".

2. CAMBIOS ESTETICOS

Aunque algunos aventuraban que WhatsApp cambiaría su diseño, incluso que pasaría de verde a azul, Monge aclara que por ahora no deberían haber cambios, especialmente si Facebook quiere mantener a los 450 millones de usuarios del servicio. Esto significa que no se verá una transformación visual en la aplicación, o la forma en que funciona la interfaz, explica Stark. De hecho, en un comunicado, la red social señaló que la empresa "fomenta un ambiente donde los emprendedores independientes pueden construir sus compañías, fijar su propio rumbo y concentrarse en su crecimiento, mientras que a la vez se benefician de la experiencia de Facebook, sus recursos y alcance".

3. COMPETENCIA

Como una manera de competir en el mercado de la mensajería por internet, Mark Zuckerberg creó su propia aplicación, Messenger, que sin embargo, no tuvo el éxito esperado. La duda tras la compra es qué pasará con el servicio. Si se va a integrar con WhatsApp o seguirá funcionando de manera independiente. De acuerdo con Monge, "la competencia se va a robustecer, quizás hasta renovar sus aplicaciones, como una forma de estar preparados para los posibles cambios que experimente el servicio". Ya la semana pasada, Viber, que posee 300 millones de usuarios, fue adquirido en 900 millones de dólares por la firma asiática Rakuten, la que tras el golpe de Facebook, también podría generar cambios en la aplicación.

4. MEJORAS TECNICAS

Stark destaca que el mayor cambio desde el punto de vista técnico, es que WhatsApp no colapse en fechas clave, como Navidad o Año Nuevo, cuando los servidores de la aplicación se han caído debido a la alta demanda. A esto se puede sumar un robustecimiento de la seguridad en los datos transmitidos. La incorporación de stickers a WhatsApp es otra posibilidad, los que podrían ser gratuitos igual que en Messenger. También señala que la adquisición podría afirmar la presencia del servicio de mensajería de Facebook en mercados donde no ha tenido tanto éxito, como Europa o América Latina, regiones donde WhatsApp lidera a la hora de comunicación uno a uno.

5. CAMBIOS EN LA DIRECTIVA

Jan Koum y Brian Acton se conocen hace más de una década. Ambos trabajaron en Yahoo y pertenecen "al club de los rechazados por Facebook", según palabras del propio Acton. Tras años declinando posibles adquisiciones por parte de empresas tecnológicas y construyendo una plataforma de mensajería segura y amable con sus usuarios, decidieron pasar a manos de Facebook. Koun va a integrar la mesa directiva de la red social, pero conservará su cargo de CEO en WhatsApp. Su 45% estimado de acciones que tiene de la empresa que fundó se van a traducir en unos 6.800 millones de dólares. Si se tiene en cuenta la cantidad de gente que trabaja en WhatsApp, Zuckerberg pagó unos 344 millones de dólares por empleado.

6. FUTUROS COBROS

Uno de los grandes atractivos de WhatsApp para los usuarios es que es gratuito. La aplicación sólo cobra una tarifa única de 0,99 dólar tras un año de uso y permite enviar y recibir mensajes, fotos y audios de manera ilimitada, ya sea con una conexión inalámbrica o de datos. Se teme que si  el servicio piensa seguir con su mantra "sin publicidad, sin juegos, sin trucos", de alguna parte va a venir el dinero. Hasta el momento, WhatsApp no guarda registro  o datos de sus usuarios, más allá de un número telefónico. Pero en manos de Facebook, cuyas ganancias vienen del marketing y la efectividad de sus anuncios, segmentados según la información de uso que reúnen en la red social, esto podría cambiar.

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