Los ejes que compiten por tener las próximas líneas de Metro

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Un servicio a lo largo de avenida La Florida y otro paralelo a Santa Rosa serían prioridades.




No sólo cemento y rieles, sino que también un tema político y estratégico en una ciudad. La decisión de construir nuevas líneas de Metro entrega beneficios concretos para la población: rebaja los tiempos de viaje en una urbe congestionada, entrega plusvalía a los barrios y activa el comercio.

En periodo de campaña electoral se han reactivado las propuestas sobre posibles ejes por donde se deberían emplazar los futuros servicios. Aunque la empresa Metro ya anunció en junio pasado que la próxima obra será la Línea 7 (que une Renca y Vitacura en 40 minutos), la cual verá la luz en 2025, la red deberá seguir ampliándose.

Los diseños de nuevos tramos fueron presentados por el equipo del Área Ciudad del ex Presidente Ricardo Lagos, en 2016. Luego, el candidato Sebastián Piñera dio a conocer un plan similar el domingo pasado, con el objetivo de fomentar el crecimiento del parque de trenes subterráneo, en caso de que sea electo.

La propuesta de Piñera incluye cuatro nuevas rutas de tren subterráneo: concretar la Línea 7, además de la 8 (cuyo eje principal es la Avenida Santa Rosa); la 9 (ubicada al sur de la Línea 1), y la 10, que une Ñuñoa con Puente Alto, megaobra que fue priorizada en el programa de Chile Vamos. Los proyectos contemplan una inversión que asciende US$ 7.530 millones. Se incluyen los trenes ligeros al aeropuerto, Melipilla y Batuco.

El trayecto de la Línea 10 partiría en la intersección de avenida Irarrázaval, en Ñuñoa, con Macul. El recorrido continúa bajo esta última vía y llega a Camilo Henríquez con San Carlos, en Puente Alto (ver infografía). Louis de Grange, director de Ingeniería Civil de la U. Diego Portales y parte del equipo de transportes de Piñera, explica que existe una alta demanda de pasajeros en el suroriente de Santiago. "Se necesita un trazado por el eje de La Florida que también llegue a Puente Alto. La población beneficiada alcanzaría los 1,4 millones de habitantes que hoy requieren mejor movilización".

El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter (independiente ex UDI), añade que es clave emplazar el Metro en esa zona, pues los vecinos deben viajar durante una hora y más para poder transportarse a sectores más centrales en automóvil o bien en buses del Transantiago. "Esta avenida es la 'Kennedy de la clase media', por eso requiere que sus habitantes viajen con dignidad y conectarse de manera más expedita". El jefe comunal añade que la arteria paralela a la futura Línea 10 hoy está "colapsada" por el tráfico. Además, remarca que el sector aún tiene un "tremendo potencial de desarrollo inmobiliario, de servicios".

Ramales

Además de una línea que llegaría a la zona suroriente, los diseños de diversos expertos plantean la necesidad de un servicio de forma paralela a la avenida Santa Rosa, hacia comunas que hoy no tienen Metro. La alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro (DC), sostiene que la ausencia de este medio de transporte ha llevado a que la comuna registre otros impactos que requieren ser subsanados. Junto con un déficit habitacional en barrios deteriorados, Pizarro añade que "no hay ni centros comerciales, notarías y otros servicios faltantes, porque no hay conectividad (...). Aunque acá reside gente de menores ingresos, no son ciudadanos de segunda clase".

Iván Poduje, socio de la oficina Atisba y asesor de Ricardo Lagos en el diseño de un mapa de los futuros servicios, sostiene que una prioridad debe ser la extensión de las líneas ya existentes.

Dice que es urgente crear un ramal hacia Puente Alto (que se inicie en la Línea 4) y pueda llegar el sector de Bajos de Mena, en dicha comuna, con una inversión de US$ 400 millones. De acuerdo a su estudio sobre la red de Metro, esta vía debería tener una longitud de tres kilómetros. "La población favorecida llega a los 180.000 habitantes, los que son, mayoritamente, de sectores vulnerables". En esa área hay 49.000 viviendas sociales que, según Poduje, deberían tener un mejoramiento de su entorno. Así, el diseño del ramal podría considerar estaciones bajo la calle Sargento Menadier.

La inversión proyectada en el estudio también incluye la creación de un parque en el cerro Las Cabras y un centro cívico en cada estación. "El sistema de transporte es muy malo en ese sector.

Las personas tienen un solo acceso (Eyzaguirre) a sus barrios", plantea.

¿Con nuevas líneas tenderá a desaparecer el transporte de superficie? Guillermo Muñoz, director del Directorio del Transporte Público Metropolitano, dice que los buses han complementado el eje troncal de Metro hace, al menos, una década. "Tenemos que compararnos con las ciudades desarrolladas, que tienen una red de alrededor de 300 km y para eso el transporte de superficie tiene que alimentar a esa red, que es lo que sucede en todo el mundo", finaliza. Sin embargo, los alcaldes dicen que, precisamente, Transantiago posee un déficit de servicios y que sólo abarca 37 comunas, por lo que faltan, por ejemplo, metrotrenes hacia el norte y poniente de la capital.

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