Los intentos de la ciencia por revivir especies extintas

La paloma pasajera, el mamut y el bucardo son algunas de los animales en los que la ciencia trabaja para regresarlos a la vida. 




No será como Jurassic Park. No es posible recuperar ADN tan antiguo y revivir un dinosaurio. Sin embargo, hay científicos que piensan que sí podría lograrse con animales desaparecidos hace menos tiempo, como el bucardo, una cabra ibérica extinta hace 14 años; la paloma pasajera, cuyo último espécimen murió hace 100 años; o el mamut, extinto hace unos 5.000 años. Están haciendo lo posible por conseguirlo.

Quienes estuvieron más cerca de conseguirlo fueron los investigadores del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (Cita) del gobierno de Aragón, España. En 2003, lograron el nacimiento de un bucardo (Capra pyrenaica pyrenaica) clonado a partir de las células de Celia, la última de las cabras de su especie, extinta debido a la caza. Sin embargo, el clon vivió solo unos minutos, afectado por una malformación pulmonar, típica de los animales clonados.

Hoy, el mismo equipo va por el segundo intento y en marzo implantaron embriones de bucardo en dos cabras. "La clonación en laboratorio se hizo con éxito y unos días después se implantaron sendos embriones de bucardo en dos cabras, mezcla de cabra doméstica y montés de Beceite, dijo José Foch, uno de los investigadores al Heraldo de Aragón. Hasta entonces las ecografías mostraban que en ambos casos el embrión se había implantado en el útero y había empezado a desarrollarse. De seguir avanzando, en agosto podrían obtener los nacimientos, aunque la probabilidad de que sean exitosos es baja: solo el 3% de los animales clonados sobrevive.

REVIVIENDO A MARTHA
Hace casi un siglo, la última de las palomas pasajeras (Ectopistes migratorius) murió frente a los ojos del mundo, en el zoológico de Cincinnati, EE.UU. Martha, de ojos rojos y plumaje gris y marrón, tenía 29 años y era la última de su especie, hasta antes del siglo XX, el ave migratoria más común en la Tierra.

La caza y la tala de los bosques en Norteamérica, sumada a fuertes fluctuaciones en su población, acabaron con la especie. Hoy es una de las candidatas que el programa privado Revive & Restore pretende volver a la vida. Ben Novak, investigador especializado en paleogenómica y parte del proyecto dice que aún están restaurando el genoma completo de la paloma. "Nos estamos esforzando para producir la versión más completa y de alta calidad del genoma que se pueda hacer mediante el ensamblaje del genoma del pariente vivo más cercano -la paloma de collar (Patagioenas fasciata). Esta será también la especie que usaremos para recrear a la paloma pasajera", dice a La Tercera.

En los próximos dos años pretenden experimentar con cultivos celulares y estudiar el hábitat donde pretenden reinstalar a la especie, los bosques del este de  Norteamérica. "Para cualquier proyecto de reintroducción este es un procedimiento estándar, que dictará el resultado de nuestro trabajo. Voy a buscar respuestas a preguntas como '¿cuántas palomas migratorias podrían sobrevivir hoy? ¿es suficiente para sostener una población sana?", dice Novak.

ELEFANTES EN EL ÁRTICO
El genetista George Church, investigador de la U. de Harvard, es otro de los defensores de la des-extinción con la idea de usar antiguos animales para mantener ecosistemas que por causa del hombre están cambiando.

El derretimiento del permafrost en el Ártico, es uno de esos ejemplos. El fenómeno libera dióxido de carbono a la atmósfera, contribuyendo al calentamiento global. "Es probable que el retorno del mamut al ecosistema ártico sea mejor para mantener el carbono atrapado en el hielo", dice Church. Devolver mamut a la zona, podría "mantener la región fría", pues al comerse la hierba muerta, permitiría que el sol llegase a las otras hierbas cuyas raíces evitan la erosión y, por su peso, presionaría la nieve aislada hacia el suelo.

La investigación de Church y su grupo ya ha conseguido modificar 14 regiones del genoma del elefante.

"Ya estamos obteniendo resultados sobre células madre de elefante y su fisiología", dice a La Tercera. Cuándo lograrán llevar esas nuevas características a un animal vivo depende del financiamiento que obtengan. "Esperamos hacer pruebas en animales en un par de años", asegura.

La des-extinción es un área que también suma opositores, sobre todo quienes piensan que es mejor centrarse en especies a las que aún se puede salvar de la extinción, que gastar millones en experimentos. A eso se suma el que los métodos de clonación aún son tan ineficientes que de lograrlo sentenciaría al individuo a vivir solo por un tiempo indeterminado hasta conseguirle un compañero.

Con todo, Novak enfatiza que es la mejor alternativa. "En hábitats que podrían beneficiarse de nuevas especies para llenar nichos vacíos, el mejor recurso para encontrar un animal que se adapte es una especie que históricamente desempeñó el papel. Mientras que una paloma de collar podría vivir en los bosques del este de América, no ha evolucionado para vivir en los bosques y no puede llenar el nicho de una paloma pasajera eficientemente y los efectos a largo plazo de ese 'ajuste imperfecto' podrían ser perjudiciales para otras especies", dice. Lo mismo podría adaptarse al resto de las especies que se busca revivir.

Oliver Ryder, director de Genética del Instituto para la Investigación de la Conservación del Zoológico de San Diego, indica que las tecnologías genéticas y reproductivas necesarias para la des-extinción podrían aplicarse para prevenir la desaparición de las especies que hoy están en peligro crítico de extinción.

"Para las especies que se han extinguido hace muchos miles de años, los cambios en los ecosistemas que alguna vez ocuparon pueden impedir que tengan un papel funcional. Por lo tanto, se ha expresado preocupación acerca de traer especies que se han extinguido hace muchos miles de años", sostiene.

El programa Frozen Zoo, del Zoológico de San Diego, guarda células congeladas viables de especies que actualmente están en peligro, porque sus poblaciones son muy pequeñas. "Los rinocerontes blancos del norte y los hurones de patas negras son dos especies para las que el rescate genético puede contribuir a su supervivencia futura", dice Ryder.

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