Los nexos entre las firmas chilenas que postulan a la licitación del Transantiago

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Las empresas STP, Vule y Metbus tienen algunos accionistas y altos ejecutivos en común. Expertos afirman que esto resta competencia al proceso.




Las tres empresas chilenas Metbus, Vule y STP que postulan a la licitación del Transantiago tienen factores en común: algunos de sus accionistas se repiten en los directorios y a la vez ocupan cargos ejecutivos para la toma de decisiones de las firmas. Otro factor que las une: ninguna de ellas compite entre sí en la convocatoria hecha por el Ministerio de Transportes, sino que cada una optó por unidades de negocio diferentes. Los expertos en transporte dicen que esto es un "llamado de atención" sobre la competencia en este mercado.

Los tres privados están participando en una licitación que tiene como objetivo adjudicar el 50 por ciento de los contratos, en un mercado que mueve $ 650 mil millones por año.

La convocatoria incluye la renovación de 3.000 buses, un nuevo esquema de pago (donde un 75 por ciento de la tarifa será por kilómetro recorrido y un 25 por ciento por pasajero) y se sumarán 191 servicios.

Las bases del concurso no impiden que haya las mismas personas o empresas entre los postulantes. Pero la autoridad sí informó que una puede ganar como máximo dos unidades de negocio.

Metbus presentó una oferta solo por la Unidad 1 (troncal Alameda-Providencia). De acuerdo con los informes financieros de la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), tiene como presidente a Juan Pinto Zamorano, uno de los empresarios del transporte más antiguos del país.

Pinto Zamorano también es presidente ejecutivo de Vule, compañía que postuló a la Unidad 9 en la licitación. Además, es el segundo mayor accionista de Vule a través de la Inmobiliaria e Inversiones Mejores Tiempos con el 28,3 por ciento, empresa de la que también es parte su familia.

En tanto, la firma más pequeña del Transantiago, STP, es la única aspirante a la Unidad 7 (Puente Alto) en la convocatoria. Luis Barahona, gerente general de STP, también es accionista de la misma empresa, a través de Inmobiliaria e Inversiones San Pancracio, con un 3,6 por ciento de la propiedad.

Además, Barahona tiene el 16% de Buses Huelén, la que a su vez es la tercera mayor empresa en Metbus, con un 10,4% de la propiedad. Buses Huelén, en tanto, tiene como controladores a Juan Pinto, el mismo de Metbus, (quien posee el 54% de la empresa); a Jorge Gómez Pérez, dueño de STP, y al gerente general de esta última.

Empresas

Humberto Franchini, gerente de operaciones de Metbus, sostiene que "no hubo ningún acuerdo entre las empresas para postular, cada una tiene independencia en sus decisiones". Añade que se eligió la Unidad 1 porque "conocemos bien la operación en Maipú y tenemos terminales. Tenemos mayor experiencia". Franchini afirmó que no hubo reuniones con otros operadores previo a la licitación, ni cuando hubo encuentros con otras firmas "en el ministerio", los que se enfocaron en temas relacionados con la evasión.

Sobre la situación de estas empresas, la ministra de Transportes, Paola Tapia, dijo que "las bases de licitación presentan reglas públicas y exigencias. Corresponde ahora que, conforme a las reglas, se produzca la evaluación. No nos corresponde pronunciarnos". Consultada sobre si podrían quedar descalificadas las compañías debido a un posible conflicto de interés, la secretaria de

Estado respondió que "las reglas están en las bases y eso es lo que la comisión va a evaluar. No (le corresponde a la comisión) hacer conjeturas ni establecer juicios más allá de los requisitos previstos en la licitación". A nivel general, agregó que las seis empresas chilenas y extranjeras participantes son de "reconocido prestigio".

Los expertos han planteado que llama la atención que las firmas chilenas no compitieron. Raimundo Cruzat, ex coordinador del Transantiago, afirmó que este tipo de situaciones "pueden pasar en las licitaciones cuando hay pocos postulantes. Sin embargo, resulta sospechoso que justo las empresas incumbentes no coincidan en ninguna unidad de negocio". Agregó que habitualmente "la competencia trae beneficios en precios o bien en ofrecimientos técnicos (...) Teóricamente, los participantes no saben a priori cuántas compañías van a postular, por lo que deberían hacer su mejor esfuerzo antes de proponer sus ofertas".

Para Franco Basso, investigador del Observatorio de Movilidad Urbana de la U. Diego Portales, que "las empresas chilenas no disputen entre sí en las distintas unidades de negocio es matemáticamente improbable".

Consultadas las empresas Vule y STP, respecto a este tema, no respondieron.

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