Los pequeños "Indiana Jones" de Arica

Platería inca, arpones e incluso una momia. Los alumnos de un taller de arqueología de un colegio hallaron en el desierto un lugar para explorar.




"Siempre me han gustado los dinosaurios, por eso quiero ser paleontólogo cuando grande", cuenta Mijael Flores (13), quien cursa séptimo básico en la Escuela América y que el sábado descubrió una momia de siete mil años de antigüedad junto a sus compañeros de la academia de arqueología del establecimiento, que acoge a niños en riesgo social de Arica.

Mijael, boliviano de nacimiento, es el mejor alumno de su curso: un 6,5 de promedio, que contrasta con la difícil infancia que ha tenido. Su padre se fue de la casa cuando su mamá, Aurelia Cabezas, tenía dos meses de embarazo. Vivían en el pueblo de Tambo Quemado, cercano al límite con Chile, y por motivos económicos, en 2003 ella emigró a Italia y dejó al menor en Arica, a cargo de su hermana.

Pasaron 10 años para que Mijael se reencontrara con su  madre, quien está feliz de ver cómo su hijo ha crecido, tiene excelentes notas y el sábado fue protagonista de un hecho histórico. "Ese día no quiso ni almorzar de lo feliz que estaba. Me decía que tenía que volver al lugar donde encontraron la momia, porque había que seguir haciendo análisis para enviar una carta a las autoridades", cuenta la mujer.

Historias como la de Mijael se repiten entre los 17 niños que integran la academia de arqueología, que fue creada en marzo por el profesor de la escuela Hans Neira, con el objetivo de  mejorar la socialización de sus alumnos e inculcarles amor y respeto por el patrimonio. "Como vivimos en una zona trifronteriza, a los alumnos les cuesta más identificarse con sus raíces. Al visitar vestigios arqueológicos ellos presencian in situ su propia historia, de los primeros habitantes de la zona  y también de otras épocas. Ahora, el hallazgo de una momia nos emociona, porque es el objetivo principal del taller", explica.

Viernes y sábado, el grupo recorre zonas de la región donde posiblemente se encuentren rastros de culturas precolombianas. Con palas, pinceles y entusiasmo, se han convertido en los pequeños "Indiana Jones"  del extremo norte. En sus excursiones han hallado platería inca, arpones, vasijas y vestimentas de la cultura chinchorro, así como también indumentaria que podría pertenecer a la época de la Guerra del Pacífico.

"Es entretenido y aprendemos de historia y de nuestros antepasados al aire libre. Se pasa muy bien", comenta Tarcy Salamanca (11), quien cursa sexto básico y vive junto a su familia en una toma de terreno  ubicada en la salida sur de la ciudad.

La momia fue hallada el sábado en los faldeos del Morro de Arica, específicamente en el sector de la playa El Laucho, donde se habían avistado partes de una momia de la cultura chinchorro (de siete mil años de antigüedad)  tras el terremoto del 1 de abril pasado. El profesor envió una carta al Consejo de Monumentos Nacionales con la evidencia del hallazgo. La entidad analizará los restos.

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