Los roles y desafíos que deberá enfrentar el equipo económico de Bachelet

Un cuadro económico y fiscal estrecho, pero más aún la urgencia de implementar las medidas anunciadas para los primeros 100 días de gobierno, delinearán el espacio inicial para las nuevas autoridades económicas. La clave será una combinación de acciones técnicas y políticas lideradas por Hacienda.




LA tarea es casi titánica. Encontrar rápido los US$ 700 millones para las 50 medidas anunciadas para los primeros 100 días de gobierno; afinar los contenidos de la reforma tributaria y consensuarla lo más que se pueda para facilitar su paso por el Congreso; trabajar en la base estructural y económica de la reforma educacional, y todo, en medio del intento por recuperar cifras azules en las cuentas fiscales. Pero además, apuntalar el crecimiento e impulsar una agenda de productividad, competencia e innovación; reactivar la inversión pública y retomar las confianzas en áreas estratégicas como energía, concesiones. Por si fuera poco, contener demandas ciudadanas esperanzadas en una solución rápida, y por encima de eso, moderar las surgidas desde el gabinete y las filas partidistas.

De todo eso y más deberá preocuparse el nuevo equipo económico que el viernes pasado la electa Presidenta Michelle Bachelet dio a conocer para acompañarla en su segundo gobierno y que será encabezado por el nuevo ministro de Hacienda, Alberto Arenas. Ex autoridades de la hoy denominada Nueva Mayoría y también de la actual administración, coinciden en que la tarea que viene para el nuevo jefe de Teatinos 120 y el resto del gabinete económico, no es cosa fácil, aunque siendo honestos, coinciden, nunca lo ha sido.

Arenas, quien fue director de Presupuestos de Bachelet en su primer gobierno, tendrá a su haber la responsabilidad de generar el piso económico, técnico y, hasta cierto punto, también político para que la mandataria dé curso a un programa costoso en lo monetario, pero especialmente ambicioso en lo social. El punto, advierten ex autoridades del bacheletismo, es que los desafíos para los nuevos ministros del área económica trascienden por mucho la reforma tributaria y la negociación política inevitable que demandará al Ejecutivo. En la lista de tareas que les ha trazado hay una agenda amplia, que abarca crecimiento y productividad, mejoras previsionales para las capas medias y una legislación laboral más bien centrada en los derechos laborales. Pero también en la urgencia por retomar un debate energético amplio, de neutralizar las dudas sobre la institucionalidad económica bajo la gobernanza de la Nueva Mayoría y desactivar varios puntos de discordia que hoy cruzan los ánimos entre el sector público y privado.

* ROL POLITICO DE HACIENDA

En el 2000, el entonces ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, inauguró el ingreso de la cartera al comité político de La Moneda. Por aquellos años, el gobierno enfrentaba los coletazos poscrisis asiática, la trayectoria del empleo y el crecimiento eran desalentadores, el Fisco arrastraba un déficit mayor a 2% del PIB y la presión política por más gasto era pan de cada día. Aunque las cosas anduvieron mejor, la presencia de Hacienda en el comité se mantuvo en el gobierno siguiente y fue menos activa en el que le sucedió.

Pero hoy, la economía chilena no está en su mejor momento y por eso quienes formaron parte del primer gabinete de Bachelet estiman que Arenas debiera reposicionar a Hacienda en la mesa del comité político. El actual gobierno diseñó un Presupuesto 2014 bajo un supuesto de crecimiento del PIB de 4,9% y de 5,4% en la demanda interna, pero el Banco Central es menos optimista: estima un rango de crecimiento de 3,75%-4,75% y para la demanda, no más de 4,8%.

Para políticos, empresarios y sindicatos, si Hacienda es quien tiene la última palabra si de recursos se trata y el proyecto más ambicioso de Bachelet los requiere, como es la reforma educacional, el jefe económico debe estar en la mesa más importante del gabinete.

"Dados los compromisos tomados por la presidenta para sus primeros 100 días y la necesidad de impulsar la reforma tributaria llegando el nuevo gobierno, es claro y casi un hecho que Arenas devolverá el peso de Hacienda en el comité político. "La nueva autoridad de Hacienda debe recuperar ese rol, porque eso le da coherencia en todo al gobierno", dice un ex ministro de Bachelet.

El peso de la prueba sobre Teatinos 120, de hecho, lo puso la propia mandataria en las primeras páginas de su programa. "Hacer realidad las ilusiones, las esperanzas, los propósitos de la gran mayoría, requiere que llevemos a cabo transformaciones profundas en materia educacional, constitucional y tributaria. Estos cambios sólo podremos realizarlos si propiciamos y exigimos que los actores políticos estén a la altura del reto. No podemos defraudar las ilusiones y las esperanzas de las personas. Chile necesita de una buena política y de un buen gobierno que permitan el despliegue de una buena economía", cita el texto.

* LAS CUENTAS DEFICITARIAS

El camino para el nuevo gobierno tampoco es fácil en el contexto de una importante estrechez fiscal que, dadas las últimas proyecciones oficiales, cruzaría casi todo el mandato de Bachelet, según ha advertido el propio Arenas. Este año, el Ejecutivo cuenta con US$ 63.000 millones en ingresos en la Ley de Presupuestos vigente, pero de ese monto, poco más del 60% es para financiar gastos comprometidos en leyes permanentes obligatorias y si a eso se suman los pagos de remuneraciones de personal de planta y los arrastres de inversiones ya comprometidas, tres cuartas partes del presupuesto no podrán ser reasignables en el corto plazo, según cálculos del experto de Cieplan, Jorge Rodríguez.

Hacia los años siguientes, la situación tampoco es muy alentadora. La estimación de la Dipres en su diseño de mediano plazo deja una holgura fiscal de US$ 9.541 millones para los próximos cuatro años. Pero esa posibilidad de recursos está supeditada a dos condiciones. Primero, que el balance estructural siga en -1% del PIB para el período 2015-2017. Segundo, que no cambien los supuestos de referencia con que se calcularon los ingresos efectivos, de un crecimiento del PIB de tendencia de 4,8% (contra 5% de 2013) y un precio del cobre de largo plazo (o de referencia) de US$ 3,04 la libra (contra US$ 3,06 de 2013).

"Pero atención. La misma Dipres ha señalado que si se da una convergencia gradual a 0% del PIB en 2018, la holgura se reduce a US$ 4.700 millones. Y si se hiciera una simulación con una meta de 0% del PIB desde 2015 en adelante, la holgura desaparecería por completo", advierte Rodríguez.

"Las nuevas autoridades del Ministerio de Hacienda lo primero que tendrán que hacer es recuperar el orden de las cuentas fiscales. La verdad es que desde el punto de vista estructural hay un deterioro, fundamentalmente, como resultado de altos programas nuevos de beneficios sociales que demandaron un alto gasto público por parte del actual gobierno", dice el economista Marcelo Tokman, ex ministro de Energía de Bachelet y ex jefe de asesores de Hacienda en la era de Ricardo Lagos.

De ahí que para los técnicos que trabajaron en el comando de Bachelet sea clave que la reforma tributaria logre un paso lo más expedito posible por el Congreso, porque de ella dependerá encontrar los fondos para el cambio estructural que la presidenta quiere hacer en materia de educación. La reforma tributaria tiene una meta de recaudación de 3% del PIB (2,5% por los cambios a la estructura tributaria y 0,5% de las medidas para reducir la evasión y elusión) y la expectativa es que en régimen reporte al Fisco US$ 8.200 millones.

Pero no es lo único. El equipo económico también deberá despejar otro tema delicado para las arcas públicas, como es la capitalización de Codelco y cómo el mecanismo que se resuelva altere lo menos posible los ingresos tributarios. Según la Dipres, la estatal explicaría el 3,8% de los ingresos fiscales estimados para 2014-2017.

La minera estatal tiene un plan de inversiones sobre los US$ 20.000 millones y una deuda que es la mitad de aquello. Este año, Codelco pedirá al Estado US$ 1.000 millones, punto complejo si lo que hay de fondo es un déficit fiscal efectivo proyectado para el año, de 0,9% del PIB o US$ 2.680 millones.

* EL PAPEL DE ECONOMIA

Aunque Hacienda es la cara visible de la política económica del gobierno, el nuevo ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, tiene el desafío no menor de instalar también en los primeros 100 días de gobierno una ambiciosa Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento Económico que el propio Arenas se encargó de comentar el viernes pasado, luego del anuncio del nuevo gabinete.

La urgencia de esa agenda posiblemente responde a la pérdida de crecimiento potencial que ha experimentado la economía local. El dato oficial es que éste hoy se sitúa en 4,8% y el año pasado se estimaba en 5%. Lo más complejo, sin embargo, es que esa variable no ha logrado salir del letargo del 4% a 5% hace ya más de una década.

Bachelet definió que su agenda deberá contemplar acciones en cuatro áreas estratégicas, como son políticas de competencia, modernización del Estado, desarrollo productivo e innovación. La investigadora del Programa Económico de LyD, Cecilia Cifuentes, dice que eso no marca mucha diferencia respecto del rol que le asignó el Presidente Piñera a la cartera y que se ha traducido en la Agenda de Impulso Competitivo que, al margen de las críticas y los cambios de autoridades que tuvo el ministerio, "de todas maneras lo puso en la primera línea del gabinete y le reconoció un rol a nivel de la microeconomía y los temas sectoriales que antes no tenía".

Pero el ex ministro de Economía Hugo Lavados discrepa y señala que la labor de la cartera desde siempre ha estado en la agenda pública y con fuerza en la privada, porque justamente la labor de esa repartición es trabajar en los temas micro y las necesidades de sectores determinantes para la economía chilena, como la pesca, la innovación y hasta el comercio. "Valoro la agenda de impulso que el gobierno actual puso en marcha, mal podría no hacerlo, pero si miramos objetivamente lo que se logró, no se trata de cambios tan trascendentales para lograr avances concretos en productividad, innovación e investigación. Creo que al ministerio le faltan herramientas para ser la voz cantante en ese ámbito", dice.

En su opinión, Economía se enfrenta a tres grandes desafíos: cómo abordar su rol sectorial y compatibilizarlo con otras carteras que también entran al área, donde la implementación de la Ley de Pesca es un tema que vislumbra complejo; cómo direccionar el tema de I+D para darle un hilo conductor que permita reordenar la política de Estado, tanto en la asignación de recursos como en el foco para ello, y cómo dar mayor profundidad a la defensa de los consumidores y articular una política pública más efectiva.

"La presidenta ha dicho que en los primeros 100 días enviará al Congreso un proyecto de fortalecimiento del Sernac, para que tenga atribuciones reales y efectivas para defender a los consumidores. En los mecanismos debiera estar el mayor acento", sostiene.

* LA REFORMA 2.0

Si bien la reforma tributaria, a la educación y a la Constitución son los tres ejes programáticos claves del programa de gobierno de Bachelet, el equipo económico que la acompañará también deberá abocarse a otra tarea que ya se avecina como compleja, fiscal y políticamente hablando. La decisión de la presidenta de impulsar una reforma previsional basada en ampliar el Pilar Solidario, ahora para beneficio de los trabajadores de las capas medias y también de los pensionados de ese sector, pero también el envío de un proyecto de AFP estatal al Congreso en los ya famosos 100 días, es un desafío que ex autoridades del ramo valoran y que no visualizan fácil.

Aun cuando la mandataria convocará a una comisión de expertos nacionales e internacionales en el área, para analizar el sistema de AFP y proponer mecanismos de solución a sus carencias, en el corazón de la Nueva Mayoría hay temas instalados como viejas aspiraciones sociales y la configuración de una AFP estatal es una de las más importantes.

Los desafíos para la nueva titular del Trabajo, Javiera Blanco, sin embargo, son aún mayores, advierte quien fuera el primer ministro del ramo del gobierno anterior de Bachelet, Osvaldo Andrade. "El gran desafío para el equipo económico es que en un contexto de evidente desaceleración de la economía habrá que buscar cómo mantener el empleo y seguir generando puestos de trabajo, pero de calidad. Y para que haya empleos de calidad es necesaria la decisión de avanzar en una reforma laboral que ponga en el centro a los trabajadores y que busque una mejor distribución de fuerzas en la relación laboral", dice.

El presidente del PS y diputado plantea que la voluntad del nuevo gobierno está plasmada en el programa, pero requiere un lineamiento común a nivel de todo el equipo económico para que, efectivamente, "esta vez sí se pueda avanzar en una reforma laboral que ponga el eje en los trabajadores, el reconocimiento de sus derechos laborales mínimos y un mayor equilibrio de fuerzas en la relación con la empresa", estima.

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