Luis Larraín, Presidente de Cruzados: "Tati tiene contrato indefinido, no crédito indefinido"

No puede presumir de un buen rendimiento durante sus siete meses de presidente. La UC vive en crisis, ha fracasado en todos sus objetivos y acaba de despedir a su entrenador. Larraín se explica. O se defiende.




Viernes por la tarde. Sede de Libertad y Desarrollo. Sala de reuniones. Luis Larraín no sabe entonces que el equipo que preside, ya sin Falcioni en el banco, todavía le va a castigar con una derrota más.

Antes que todo, Pepenbauer... ¿Es serio que un presidente juegue por Twitter a ofender a un rival?

Fue un error. No había intención de ofender. Mala o buena, fue una broma. Una broma que puede hacer un hincha, pero no el presidente de un club. De hecho, llamé a Carlos (Heller) para manifestarle eso. Son cosas que uno hace… la era Twitter... Estaba viendo el partido y je,je… Fue un error. Le pedí a Carlos que le diera las explicaciones al jugador.

¿Echar a Falcioni es un paraguas?

No. No lo veo así. Según mucha gente, según lo que percibimos de muchos hinchas, la decisión se debió tomar antes. Pero la UC trata de ser un equipo que respeta los procesos, que no cambia dos veces de entrenador en un campeonato... Conversamos varias veces con Falcioni. Cuando nos eliminaron de la Sudamericana estuve dos horas conversando con él. Y tratamos de sostener el proceso. La decisión que tomamos ahora tiene una estricta relación con lo que pensamos es mejor para el plantel de aquí al próximo campeonato. Habiendo perdido todos los objetivos, incluso ganar un clásico o clasificarnos para la liguilla, lo único que queda por delante es el futuro. Y en ese sentido, pensamos que esto es lo mejor para el plantel. Había un desgaste, el típico fenómeno de círculo vicioso que se produce con malos resultados: pérdida de confianza personal, de rendimiento individual y colectivo de jugadores. Y es lo que quisimos romper al despedir a Falcioni.

¿Admite que debió sacarlo antes?

Nuestro problema principal para no sacarle antes fue a quién traíamos y para qué. Ahora, con dos fechas y ningún objetivo que cumplir, y por tanto ninguno que exigir, no teníamos elementos que nos hicieran dudar. Ormazábal se ha tomado con responsabilidad y desafío estos partidos, hacia futuro, pero no como una obligación de nada.

¿Es imposible que continúe?

Es imposible. O sea, ni aunque lo haga muy bien, que nos entusiasme y demás. Sería prematuro. No ha entrenado antes en Primera, sólo en nuestras divisiones menores. El técnico de la UC debe ser alguien que entrenó alguna vez a otro equipo de Primera o Primera B en Chile. Que la UC no sea su primera vez. No, Pato no será el entrenador el próximo año, pero  sí pensamos en él como una progresión hacia futuro.

Antes de encontrar una solución a la UC  deberían detectar su problema. ¿Ya lo tienen claro?

Sí. Hay cosas que reconozco… Nuestra manera de actuar incidió en el resultado. Llegué a la presidencia presionado y exigido por un fenómeno muy particular, que la UC venía de ser segundo en tres campeonatos seguidos. Era una gran frustración acumulada. Y a la hora de elegir el técnico, hicimos pesar mucho que Falcioni había obtenido títulos en circunstancias distintas, equipo grande y chico, en un campeonato exigente. Ese factor lo ponderamos más que otros que tenían que ver con el conocimiento del medio, el liderazgo personal… Ponderamos mal. Eso está dentro del diagnóstico. Y por tanto son errores que esperemos no volver a cometer.

¿Es más responsable del fracaso el técnico o usted?

Todos. Obviamente que el responsable directo es el técnico. Una de las cosas más apreciadas en un técnico, y lo hablé con Falcioni en la primera conversación, es que saque más rendimiento a los jugadores. Y con Falcioni no sólo no supimos sacar rendimiento adicional a los jugadores, sino que algunos rindieron menos de sus posibilidades. Entonces, es el responsable directo. Pero tampoco quiero eludir responsabilidades. También soy responsable, como los demás directores y el gerente deportivo, en tanto en cuanto fue un nombre consensuado entre todos.

Falló en la elección y en el proceso.

Traté de hacer lo razonable. Conversé todas lo que pude con Falcioni, le pedí explicaciones, le hice preguntas técnicas respecto al rendimiento deportivo... Lo hicimos junto al gerente. No vamos a hacerle el equipo a un entrenador, y él tampoco lo habría aceptado, pero sí había cosas que no entendíamos. Preguntas por el rendimiento de algún jugador, por otro que no estaba jugando. Y por situaciones que podían molestar a la hinchada. Hicimos preguntas, pero llegamos hasta ahí.

¿Qué cosas no entendían?

¿Por qué está jugando éste y no está jugando el otro?

¿Pero qué nombres?

En algún momento esta cuestión surgió con el arquero.

¿El rendimiento fue el de Botinelli?

Bueno... Se lo voy a decir abiertamente. No quiero hablar de rendimiento de jugadores, porque todos son aún parte del plantel. Quiero ser cuidadoso en eso y no quiero hablar del mal rendimiento de uno u otro porque espero que el técnico que venga, y desde ya Patricio, mejore su rendimiento. No voy a entrar en quién jugó peor de lo esperado.

Reconocerá que las progresivas crisis usted las ha gestionado mal.

Reconozco que no encontramos una fórmula durante el año para revertir lo que estaba pasando. Sobre todo cuando contra todas nuestras expectativas y ante un rival sin fuste perdimos sin apelación en la Sudamericana. Fue muy grave. Yo tuve una conversación muy fuerte y muy directa con el director técnico y, luego frente al directorio, y de alguna manera nos hizo ver que tenía plena confianza en que la situación se iba a revertir. Y lo respaldamos.

¿Puede concretar la dureza de esas conversaciones?

"Julio, nosotros tenemos muy mala evaluación de los resultados obtenidos hasta ahora y del rendimiento del equipo..." Ese tipo de cosas. O preguntas como, "Julio, ¿qué pasa si nosotros perdemos los próximos tres partidos?". Ése es el tipo de conversaciones que tuvimos.

Falcioni demostró mucha más habilidad para sortear directorios difíciles que partidos difíciles.

Bueno, es lo que dice su trayectoria aquí. No me refiero a su currículum anterior. Pero aquí, sí, la verdad.

¿La gente de Católica habría preferido que se hubiera ido usted?

No lo sé. Es difícil de responder. Pero no lo descarto. Ahora… ¿Qué habría hecho un presidente nuevo en estas circunstancias?, no lo sé. Pero no estuvo dentro de las consideraciones. Mi mandato está respaldado por los accionistas. Y mi cargo está siempre a su disposición. Creímos que cambiar al director técnico era más razonable que cambiar otros estamentos.

La hinchada habría preferido que se fuera Buljubasich. ¿No atiende?

No sé, eh. Escuchando al estadio yo diría que no. El segmento más objetado han sido los dirigentes. Curiosamente, después el jugador. Extraña bastante. No el Tati ni el técnico. Ha sido una cosa especial y no sé a qué obedece. Pero bueno, sí, Tati ha sido cuestionado. Por ex figuras y demás. Pero ahí... Cuando se habla de referentes del club, de por qué no está alguno trabajando en el club... Cruzados es empresa de tamaño mediano, y tenemos 12 ex jugadores empleados. Podría haber más, pero no pueden entrar todos. Y eso tiene que ver con esto.

¿Está diciendo que lo de los veteranos son pataletas por no trabajar?

No necesariamente. Pero obviamente toda crítica puede tener de repente alguna otra motivación. Pero bueno, respecto a Tati, lo que creemos es que hoy, y eso puede cambiar a futuro, debe ser más parte de la solución que del problema. Tenemos que contratar un técnico, conformar un plantel... Y si uno deja fuera este periplo de ocho meses, su valoración en estos cuatro años es buena. La gente se acuerda de lo último y lo peor, pero se olvida de lo bueno. Debutó recomendando a Pizzi como entrenador, ¡que estaba en Santiago Morning, eh…! Y nos sacó campeones a la primera. Lamentablemente falló en el segundo y se fue... Entonces...

¿Pizzi puede volver?

Bueno, es siempre una alternativa que manejamos. Pero lo que le quiero decir, volviendo a Buljubasich… Si le juzgamos por traer a Falcioni, está mal evaluado. Pero el balance no se hace por un DT o un jugador.

Tanto respaldo pese al clamor se vuelve sospechoso.

Que yo no veo tanto clamor. Obviamente es controvertido, pero también fue ídolo. Fue campeón con Católica. Ese recuerdo también está en los hinchas, aunque no se manifiesta. Cuando voy con Tati por el estadio, claro, algunos le gritan en contra, pero otros: "grande Tati".

¿En privado le pide explicaciones?

Claro. Y no es que me diga y yo le crea. Es que nos hemos ido dado cuenta juntos de los problemas. Tati es una persona de absoluta confianza. Pero esa confianza se acaba un día. Tiene un contrato indefinido, pero no un crédito indefinido.

Por más que lo parezca...

Sigue empeñado en eso. No quiero meter a los demás, pero Colo Colo y la U también han vivido procesos similares y no cambiaron.

Mejor que ahora el entrenador sea un amigo del Tati, que no vaya uno por un lado y el otro por el otro.

No es una variable a considerar.

¿No dio importancia a sus diferencias con el DT? Hasta el último minuto, Falcioni hablaba de tres refuerzos, es la última vez que dejo que me hagan el equipo y cosas así. 

Lo que pasa es que Falcioni es de mucho carácter. De alguna manera, actúa así. Pero no sé cuánto de lo que dice tiene que ver con un cierto cálculo suyo. Efectivamente, mirando la realidad, las cosas que estaba diciendo el técnico no tenían mucho sentido. En medio de una crisis de rendimiento del equipo y estaba hablando del próximo año...

¿Demagogo?

No sé. El hecho es que se alejó un poco del sentido de la realidad.

¿No se comieron su discurso?

No. Para nosotros siempre la consideración fue la que dije.

¿Cómo fue la salida? ¿Tensa, dura?

No fue dura. Falcioni siempre fue respetuoso, nunca hubo palabras que no correspondieran. No quería irse, incluso dijo "por qué ahora, por qué no esperamos a que termine el campeonato". No fue un momento grato. Pero no reaccionó mal.

¿Cuánto le cuesta a la UC la broma?

Estamos en eso. A veces no nos creen, porque cuando uno tiene malos resultados tiene mala credibilidad también, pero el asunto de cuánto nos cuesta no se tuvo en consideración. La decisión  tenía que ver con el próximo torneo y con el estado del plantel. Tras la salida ha habido reuniones entre las partes para cerrar los detalles. Ver qué del contrato corresponde pagar hasta su término y qué no. Habrá un acuerdo. No le puedo dar un monto porque no lo tengo. En todo caso, son números bastante menores a los que he visto en la prensa.

¿En la llegada sí se va a tener en cuenta? ¿Será más barato?

Bueno. Lo económico se tendrá que tener en cuenta. Pero también le daría importancia a la duración del contrato, a las cláusulas.

¿Qué perfil se busca? ¿Que haya entrenado en Chile y qué más?

Es difícil definir un perfil. Entiendo la inquietud periodística y del hincha por acercarse a un nombre. Y es lo que pretenden estas preguntas. En eso quiero ser bastante responsable para decirle que, por la reglamentación, tenemos que esperarnos un poco para hacer las gestiones de contratar al próximo entrenador.

Más que por un nombre le pregunto por coherencia. No se parece mucho a lo que juegan los nombres que han salido. 

Hay varias discusiones. Uno el famoso tema del paladar futbolístico. Otro si conoce el medio de acá. Otro si sabrá aprovechar el modelo de fútbol formativo que tiene la UC. En cuanto al paladar, hay tres hinchas y cuatro opiniones distintas. ¿Tiene la UC estilo de buen juego, buen trato de la pelota? Sí, hay algo de eso. Pero por jugar más horizontal o menos, más dinámico o menos, creo que el paladar ha ido variando y hay distintas opiniones. A mí me fue muy mal cuando dije que quería un técnico bielsista. Lo que traté de decir es que en el fútbol chileno hay un cambio en la manera de jugar en nuestra selección, de mayor dinámica, y eso viene de Bielsa y después Sampaoli. Son consideraciones a tomar en cuenta, pero tampoco son el único elemento y el decisivo.

¿Y los nombres que han salido?

Prefiero no dar nombres. Los que han salido son interesantes, pero no quiero hablar de cada uno.

Los jugadores se van a ir como siempre de rositas.

No sé. Los jugadores estuvieron muy afectados. Sobre todo los que llevan más tiempo, los referentes. Los recién llegados tuvieron desilusión. Yo no diría que se la han llevado gratis. Pero obviamente son el elemento más permanente. Uno confía en su recuperación anímica y de rendimiento en un futuro. Entre otras cosas porque las posibilidades de cambio son mínimas. Sólo hay tres cupos que traer ahora.

Con lo cual, se van de rositas.

Eso lo dice usted.

¿El plantel le hizo la cama al DT?

Yo creo que no. Si uno mira los partidos o los entrenamientos, no ve una actitud de falta de entrega. Sí de tomar malas decisiones, del círculo vicioso que se produce con los malos resultados. Falta de confianza que hace que cada cual intente resolver por su cuenta. Lo que en el fútbol es la peor solución si uno no es Maradona. Yo lo vi mucho: jugadores que tomaron malas decisiones, desesperados. No es la actitud de quien está haciendo la cama, es la actitud de alguien desorientado.

Hace tres meses usted dijo aquí que Falcioni no había convencido a los jugadores. Se fue sin lograrlo.

Lo dije y lo sigo sosteniendo al ver cómo juega el equipo en la cancha. Para mí fue desilusionante que después de muchos partidos, nunca tuviera confianza en el equipo. Y eso nos empezó a pasar a los hinchas y a los dirigentes. La dinámica de que o juegas mal, o el partido que  no juegas mal, lo pierdes igual porque cometes un error. A eso me refería. Nunca estuve con confianza de que el equipo iba a rendir, de que si te hacían un gol le ibas a dar la vuelta, de que si hacías un gol ibas a hacer otro. Nunca lo logramos.

Falcioni se va sin que se sepa a qué ha jugado Católica. ¿Usted sabe al menos a lo que quería jugar?

Uno puede interpretar a Falcioni a través de sus dichos o de sus hechos. Siempre nos dijo que no tenía un esquema rígido y que podía jugar depende de las circunstancias con cuatro zagueros o con tres, aunque siempre jugó con cuatro... Dentro del campeonato, hubo ciertos cambios, eliminó el enganche…  Y bueno, puede jugar de muchas maneras, nos dijo. Con dos contención o uno, en rombo. La verdad es que no hubo una manera de jugar.

Los fichajes también fueron un fracaso.

Sí. Hago una excepción. Algunos no rindieron, como Óbolo y Llanos, Pero tuvieron lesiones. Y sí hay un caso de un rendimiento bastante bueno: Pulgar.

Al menos usted ha conseguido que se acabe lo de 'Católica, segunda'.

No es un logro del que uno pueda enorgullecerse mucho. Espero que si llega a ser así no sea por salir décimo sino por salir campeones.

¿Es la peor UC de la historia? ¿La peor que usted ha visto?

No. Obviamente, no. Es la peor de los últimos diez años. Católica ha estado en Primera B, de manera que no. No es la peor, pero es una de las más malas.

¿Le incomoda lo que cuentan de usted los periódicos?

Obviamente no me gustan las críticas, pero me incomoda más lo que me dice la gente en el estadio. Tenemos un cierto sentimiento de que nos tratan peor que a Colo Colo y la U, pero entiendo que con este rendimiento no me van a tratar bien. No me gusta, me incomoda, pero lo entiendo.

¿Se arrepiente de ser presidente?

No podría contestar la pregunta cabalmente. No ha sido un periodo fácil ni grato. Pero debo reconocer que no ha sido un periodo fácil ni grato para ningún hincha de Católica. No es algo tan diferente.

¿Duele más Universidad Católica como presidente que como hincha?

Difícil. Cuando uno es hincha está preocupado, cuando uno es presidente no sólo está preocupado, sino ocupado en resolver el problema.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.