Macron logra victoria en primera vuelta de legislativas y consolida su liderazgo

Macron

El movimiento del presidente francés obtuvo un 32% de los votos y se encamina a lograr la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional. La jornada se vio empañada debido al récord en la abstención electoral, que se estimaba en 50,2%.




En una suerte de confirmación de la erosión que enfrentan los partidos franceses, el Presidente de Francia, Emmanuel Macron, encabezaba este domingo la primera ronda de las elecciones legislativas, un primer paso para obtener una mayoría parlamentaria primordial para realizar las reformas que ha prometido.

Su movimiento político de poco más de un año de existencia, La República en Marcha (LREM), obtuvo 32,33% de los sufragios, con 98% de las urnas escrutadas , lo que -según las estimaciones- correspondería a entre 390 y 445 escaños de los 577 de la Asamblea Nacional, muy por encima de la mayoría absoluta (289 diputados). Esto coloca a los candidatos de LREM en una excelente posición para ser elegidos en la segunda vuelta del próximo domingo.

Bajo el sistema electoral francés, todos los candidatos que superen el 12,5% de los votos pasan a la segunda vuelta. Si alguno de ellos obtiene más del 50% es elegido directamente, siempre y cuando tenga el voto de al menos el 25% del electorado. En la segunda vuelta ganará el candidato con más votos y automáticamente se convertirá en miembro de la asamblea. En caso de empate perfecto entre dos candidatos, vencerá el de mayor edad.

Para la cadena BBC, si la tendencia se mantiene el próximo domingo, el cambio en la Asamblea Nacional es tan grande como el que ocurrió en 1958, cuando Charles de Gaulle estableció la Quinta República. "Llegarán cientos de nuevos diputados que nunca han puesto un pie en una cámara de debate de ningún tipo", señaló la cadena. En la misma línea, el diario El País sostuvo que este resultado otorgaría al presidente una mayoría cómoda para poner en marcha las reformas y políticas económicas con las que quiere liberalizar Francia. El peligro, advierte, es un "Parlamento dócil, que no actúe como contrapoder ante un Ejecutivo reforzado y la posibilidad de que la oposición termine expresándose en la calle".

La jornada electoral se vio empañada por una fuerte abstención, que se estimaba en 50,2%. Frédéric Dabi, de la encuestadora Ifop, dijo a la agencia France Presse (AFP) que estas cifras "no son una sorpresa", ya que "desde hace 20 años se observa una caída de la tasa de participación". Pero según el diario Le Monde, este alto nivel de abstención refleja el descontento de las urnas de una gran parte del electorado. El diario El País señala que la abstención es un aviso para Macron, porque pese al buen resultado, la adhesión a su figura no es masiva en Francia.

Por otro lado, Los Republicanos (LR), el partido de la derecha tradicional, quedó segundo, con un 18,82% de las preferencias y, según explicaba el diario El País, previsiblemente se convertirá en el primer partido de la oposición. Mientras que el Frente Nacional (FN), de Marine Le Pen, que pasó a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del 7 de mayo, se posicionaba como tercera fuerza en la primera vuelta, con un 13,35% de los votos, pero tenía la pista difícil para alcanzar los 15 diputados necesarios para formar un grupo parlamentario. Le Pen consideró este domingo que la falta de participación había "penalizado" a su formación.

La Francia Insumisa, del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, obtuvo un 10,97%. Mélénchon señaló durante la jornada que la alta abstención en la primera vuelta de las legislativas francesa implica que no hay una mayoría de franceses que respalde la reforma laboral de Macron. Uno de los grandes derrotados fue el Partido Socialista (PS), que hasta ahora constituía junto con los ecologistas el grupo más numeroso en la Asamblea Nacional, con 284 escaños. Según las cifras, obtuvo uno de los peores resultados en las últimas décadas, con un 7,87%

Los analistas concordaban que los resultados de este domingo nadie los podría haber anticipado hace solo unos meses y que esto va unido a un retroceso de los dos grandes partidos, socialista y conservador, que se alternaban en el poder en Francia desde hacía 60 años. Hasta hace muy poco parecía improbable que Macron, un centrista de 39 años con escasa experiencia política y sin maquinaria de partido, obtuviera una mayoría en las legislativas.

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