Malasia y Australia exigen que se respeten los restos del avión derribado en Ucrania

"Es importante que no se comprometa la integridad del lugar del accidente y que se garantice que no se retiran pruebas de la escena", aseguró el ministro de Transporte de Malasia, Liow Tiong Lai en rueda de prensa.




Malasia y Australia, los países con más víctimas en el siniestro del avión malasio en Ucrania después de Holanda, pidieron que se respete la integridad de los restos del aparato de Malaysia Airlines abatido el pasado jueves, presuntamente por un misil.

El ministro de Transporte de Malasia, Liow Tiong Lai, que viajará esta noche a Ucrania para supervisar las tareas de los investigadores, lamentó que la zona no haya podido ser acordonada para evitar el paso de intrusos.

"Es importante que no se comprometa la integridad del lugar del accidente y que se garantice que no se retiran pruebas de la escena", dijo Liow en rueda de prensa en Sepang, cerca del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur.

Mientras que los rebeldes prorrusos, que controlan el área donde se estrelló el avión, reclaman que no han manipulado los restos del aparato, el Gobierno de Kiev los acusa de haber alterado las pruebas del siniestro. 

"El mundo tiene la obligación moral de garantizar que los restos (de los fallecidos) son retirados con respeto (...) necesitamos ayuda para garantizar que no se manipula la zona ni las pruebas. Esperamos que la justicia prevalezca", precisó el ministro.

"Queremos garantizar un corredor seguro al lugar", dijo Liow quien indicó que un equipo malasio, en el que se encuentran dos investigadores en accidentes aéreos, ya se encuentra en Kiev.

Durante la comparecencia, el ministro volvió a defender la ruta seguida por el avión por encima de la zona en conflicto en el este de Ucrania.

Liow insistió en que la trayectoria de vuelo había sido declarada como segura y aseguró que según Eurocontrol también la siguieron aviones de otras 75 aerolíneas dos días antes del siniestro. 

"El vuelo MH17 siguió una ruta principal y concurrida, que fue establecida por las autoridades de aviación civil, aprobada por Eurocontrol y utilizada por centenares de aviones", dijo Liow.

"El vuelo y los operadores siguieron todas las normas pero sobre el terreno las normas de guerra fueron violadas con un acto de agresión inaceptable que no puede quedar sin castigo", añadió.

Por su parte, el primer ministro australiano, Tony Abbott, denunció que los rebeldes prorrusos dificultaron el paso a una misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).

"Por ahora, todo lo que sabemos, porque la zona está controlada por rebeldes apoyados por Rusia, es que los cuerpos siguen diseminados en campos en el este de Ucrania y que rebeldes armados pisotean la zona", dijo Abbott en declaraciones a la prensa en Sídney.

El primer ministro australiano indicó que está noche partirá hacia Estados Unidos junto con la ministra de Exteriores, Julie Bishop, para exigir ante el Consejo de Seguridad de la ONU la apertura de una investigación internacional independiente.

"Quiero dejar claro que Australia hará todo lo que sea humanamente posible para garantizar que este asunto sea investigado a fondo para esclarecer lo ocurrido y llevar a los responsables ante la justicia", aseguró Abbott.

"Nuestro objetivo es garantizar a los fallecidos y a sus familiares dignidad, respeto y justicia", añadió.

El Boeing-777 de Malaysia Airlines con 298 pasajeros a bordo se estrelló el jueves en la región oriental de Donetsk, escenario de combates entre las fuerzas gubernamentales de Ucrania y los rebeldes prorrusos. 

El aparato, que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur, fue presuntamente derribado por un misil tierra aire, según los servicios de inteligencia de EEUU, que sin embargo no han podido especificar la autoría del ataque.

La mayoría de las víctimas, 192, eran de nacionalidad holandesa, uno de ellos con doble nacionalidad estadounidense, indicó la aerolínea malasia en su último comunicado.

A bordo también viajaban 44 malasios, incluidos los 15 miembros de la tripulación y dos bebés; 27 australianos; 12 indonesios, incluido un bebé; 10 británicos, uno de ellos con doble nacionalidad sudafricana; 4 alemanes; 4 belgas; 3 filipinos; 1 canadiense y 1 neozelandés.

El desastre del MH17 ocurre cuatro meses después de la desaparición de otro vuelo de Malaysian Airlines con 239 personas a bordo en el océano Índico. 

Hasta el momento no se ha encontrado rastro de este Boeing 777 que se desvió de la ruta entre Kuala Lumpur y Beijing al poco de despegar por causas aún desconocidas.

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