Marcelo Espina: "Ser visita en Macul es difícil"

El Cabezón recuerda sus partidos ante los azules, sus enfrentamientos con Musrri y los Castañeda. También analiza al Colo Colo de Guede y dice que aún no sabe por qué Blanco y Negro no le entregó la dirección deportiva.




Marcelo Espina recuerda muy bien la sensación de un Superclásico. ”Los esperaba con ansiedad,  con ganas. En Chile, son pocos los partidos que Colo Colo y la U juegan con tanto público”, dice el Cabezón, quien enfrentó diez veces a Universidad de Chile. Ganó  tres veces y empató cuatro. Les marcó tres goles a los estudiantiles.

Uno de ellos no lo olvidará jamás. Fue el del 14 de mayo de 1995. El equipo que comenzaba a formar Gustavo Benítez atravesaba por un período complejo. El volante  llegó como seleccionado de su país con la obligación de transformarse en figura. Y respondió, porque marcó dos veces en el 3-0 que completó Fernando Vergara. “Fue clave, porque ese año no fue un buen año,  en general. Me sirvió de colchón. No tuve una buena temporada, aunque hice muchos goles, creo que 14, pero desde el juego no quedé satisfecho.

¿Cuál es el que más recuerda?

Ese, porque no tenía una real dimensión de lo que era el clásico. Y, después, el de la eliminación de la Copa Chile de 1996 . Lo de la camiseta en el banderín del córner no significó mucho. Fue para la gente. Teníamos que ganar el partido de vuelta. Y después, nos quedamos con la Copa.

También vivió la última derrota ante la U en Macul, en 2001. ¿Por qué perdieron ese partido?

¿El del gol de Garrido? No jugamos bien, sobre todo en el segundo tiempo. No recuerdo mucho. El tema estadístico a favor o en contra no es determinante. No les doy importancia a esas cosas. Es más periodístico que otra cosa. Sirve para marcar paternidad. Es anecdótico y nada más.

¿Por qué la U no ha podido volver a ganar en el Monumental?

Habría que preguntárselo a ellos. Ser visita en Macul es difícil. La gente está muy encima, el público colabora mucho. El jugador de Colo Colo se siente cómodo. Y el rival, no.

¿Cómo recuerda los duelos con los Castañeda y con Musrri?

Había mucha picardía. Con los Castañeda y con Musrri discutíamos mucho. Gritos, enojo, pero nunca más que eso. A Lucho lo tenía más cerca, por la posición. Siempre tuvimos buena onda. Hoy nos llevamos bien.

¿Qué le pueden aportar a la U?

No vi los dos partidos. Seguí el último por  el teléfono. Les debe haber dado tranquilidad, que es lo que no tenían en los últimos días. Todo cambio de entrenador eleva las expectativas. El jugador busca ganarse un lugar. Y el que lo tiene, no quiere perderlo. Ellos jugaron muchos Superclásicos. Es lógico que se ordenen desde atrás. Si se produce un cambio, es porque al anterior no le fue bien. El que llega quiere ganar confianza y después irá soltando. Por eso el equipo se ve más compacto. Después hay que ver cómo avanza.

También vivió el Superclásico  como técnico, en 2005. Empataron 1-1. ¿Qué tiene de distinto?

Es diferente todo, porque no se puede hacer nada durante el partido. Todos los partidos se preparan igual. Con cualquiera. Si hay algo que haces con la U que no hiciste en otro partido, estarías fallando. La vivencia es la misma y el nerviosismo, también.

Estuvo en el partido ante Wanderers, ¿qué opinión le dejó el Colo Colo de Guede?

Colo Colo jugó 3-3-2-2  cuando tenía la pelota y 5-3-2 cuando la perdía. Fierro y Rodríguez armaban la línea de cinco. Le dio más solidez. El equipo no presionaba alto y tuvo más paciencia. Mereció ganar, metió dos tiros en los palos.

¿En qué quedó su relación con Blanco y Negro?

La asesoría terminó hace un año y medio, cuando Arturo (Salah) dejó de ser el presidente del club. En mayo, hablamos por lo de la gerencia técnica. No sé por qué no se hizo. Si viajé, fue porque quería esuchar. Tuvimos tres reuniones en Santiago. Y después Mosa viajó a Buenos Aires. Pero nunca supe por qué no se dio.

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