Maxim Molokoedov, el primer europeo que anota en 22 años en Chile

El "ruso" marcó el gol de la victoria de Santiago Morning ante Copiapó. El último del Viejo Continente que anotó fue el portugués Adriano Custodio Mendes, en 1991.




Maxim Molokoedov se ríe sorprendido y contesta: "No tenía idea que había sido un gol histórico. Me llena de orgullo dejar bien puesto el nombre de mi país en el fútbol chileno". 

Y es que el solitario tanto que le dio la victoria a Santiago Morning ante Deportes Copiapó no sólo significó el primero del ruso jugando en Primera B, sino que también puso fin a un particular registro que llevaba 22 años sin modificaciones.

La última vez que un jugador del Viejo Continente había convertido en suelo nacional fue el portugués Adriano Custodio Mendes, en 1991, cuando, defendiendo a Santiago Wanderers, convirtió en el empate 3-3 frente a Coquimbo Unido (9 de noviembre).

Antes había habido otros casos de goles europeos. En 1977 el técnico de Concepción Nelson Oyarzún trajo a los alemanes Hans Schelberg, Ralf Berger y Hans Lamour.

Schelberg jugó 26 partidos en los lilas, donde marcó cuatro goles. Al año siguiente defendería a Universidad de Chile, anotando una vez más. Mientras tanto, Berger sólo disputó siete encuentros, anotando en una ocasión.

Por su parte, Lamour, quien estuvo dos temporadas en el club de la Octava Región, dijo presente en 28 encuentros y convirtió dos goles.

Otra presencia europea en el fútbol nacional la escribieron los hermanos españoles Fernando y Francisco Sanz, en Unión Española, en 1994, pero no llegaron a marcar. Misma situación que el serbio  Milenko Popovic en 2000, cuando estuvo en Iquique.

Ahora es Molokoedov el encargado de seguir incrementando dicho registro. "Estoy feliz por haber marcado y ahora espero seguir en esta senda. Me sorprendió todo esto. Ahora les voy a contar a todos que ante Copiapó hice historia".

Y claro, es el primer gol de un europeo en Chile, en el siglo XXI.

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