Merkel repite vestido de hace cuatro años en gala de ópera en Baviera

La canciller alemana usó el mismo conjunto que en 2008, un vestido azul grisáceo. El detalle no pasó desapercibido para la prensa.




La canciller alemana, Angela Merkel, volvió a confirmar su desafección por la moda al repetir en dos ocasiones su vestido azul grisáceo para el Festival de ópera de Bayreuth, en Baviera, una cita imperdible para los devotos de Richard Wagner.

El detalle no pasó desapercibido para la prensa, siempre atenta a la abulia merkeliana por los dictados de la moda.

La jefa del gobierno, en efecto, usó este año en el Festival Bayreuth el mismo vestido de escote y apenas drapeado en la zona del busto que lució en 2008 en igual oportunidad.

Esta repetición de vestuario por parte de Merkel en el famoso encuentro operístico -que acaba de ser inaugurado con "El holandés errante" de Wagner y dirección musical de Christian Thielemann-  fue elogiada por la prensa alemana. El Bild, el diario de mayor circulación de Alemania, tituló:  "La canciller del rigor recicla su vestido".

"Es hora de ahorrar, para todo el mundo", escribió  a su vez Frankfurter Runschau.

El Berliner Zeitung fue el que precisó que ese vestido azul de tonos grises era el que la canciller eligió para 2008, el "año de la crisis".

El semanario Der Spiegel, en su edición on line, escribió que Merkel "puso en práctica con esta figuración oficial todo aquello que preconiza en la escena internacional: el sentido de la economía, la modestia".

El detalle novedoso en el vestuario de Merkel para la cita wagneriana, que se desarrolla en las colinas de Bayreuth desde 1876, es que escogió esta vez un bolso a tono con el vestido, en lugar de otro, de color negro, que llevó en 2008.

Bayrueth, considerada "la casa" de Wagner (1813-1883), pues el compositor alemán hizo construir allí el teatro Festspielhaus, para la interpretación de sus obras, concentra todos los años a políticos de todo el arco ideológico, además de las autoridades bávaras y la farándula local.

Algunos de sus devotos se entregan a una suerte de peregrinaje, por los años que están dispuestos a esperar para conseguir boletos, cuya venta es de unos 60.000, frente a una demanda estimada en 500.000. 

Merkel asiste al Festival desde antes de ser canciller (2005), como etapa previa a sus vacaciones de verano.

El atuendo de la canciller alemana es casi siempre tema de la prensa local y europea en general, que a veces asigna recuadros a la cobertura de cumbres para hacer mención al equipo de Merkel.

Al punto que su look parece casi tipificado: trajes pantalón del mismo corte, diferenciados sólo por su color, a los que alterna chaqueta, de rigurosos tres botones, y jamás lleva accesorios.

Una de las pocas veces que se le vio bolso fue en 2011, cuando lució uno de la firma francesa Longchamp, por lo que fue criticada por la prensa de su país, que cuestionó que no usara una etiqueta nacional.

Al punto que el Bild consultó a un psicólogo, que explicó "lo mucho que un bolso revela de una mujer". La revelación fue que Merkel, quien promueve medidas fiscales más estrictas y reformas para superar la crisis de la zona euro, es una mujer "de carácter, ganadora y con poder".

Menos elocuente ha sido el diseñador alemán Karl Lagerfeld, al referirse a los pantalones de la canciller alemana: "Siempre están mal cortados y le quedan un poco cortos".

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