El misterio de la Laguna Roja

laguna roja

A 250 kilómetros de Iquique, este paseo "de sangre" es uno de los nuevos hitos turísticos de la zona.




Uno de los secretos mejor guardados por las comunidades originarias del altiplano, en la Región de Tarapacá, se ha transformado en un potente y nuevo atractivo natural para los visitantes nacionales y extranjeros. La Laguna Roja o "Willacota", junto a su leyenda, ha comenzado a ser incorporada en los circuitos por los operadores turísticos de Iquique.

El lugar está ubicado en una zona de difícil acceso, 250 kilómetros al interior de Iquique y en las cercanías del poblado de Nama, a 3.700 metros de altura. Tal como dice su nombre, se trata de una laguna cuyas aguas están teñidas de un intenso color rojo, "como si fuera sangre", dicen los lugareños, lo que le da un tono enigmático al paseo.

El acceso se encuentra por la comuna de Camiña. Desde esa localidad es necesario ejecutar un trayecto de más de 65 kilómetros, que requiere cerca de tres horas en vehículo todoterreno, sólo por senderos y caminos rurales.

"La travesía también permite conocer poblados como Apamilca, Chapilquilta y Nama", relata la presidenta de la Cámara de Turismo de Iquique, Gloria Delucchi.

Luego se llega a un caserío abandonado, se efectúa una caminata de 15 minutos y junto a un riachuelo aparece la impresionante laguna roja, cuya pigmentación es producto de la sedimentación de minerales y algunas algas que se encuentran en su fondo.

Aldo Chipoco, director regional (s) de Sernatur, señala que hay un interés creciente por conocer el lugar: "Queremos potenciar a las comunidades cercanas, para que tengan capacidad de ofrecer alojamiento y alimentación a los visitantes".

Según Sernatur Tarapacá, en lo que va de 2017, más del 45% de las consultas de información turística están ligadas a Camiña, Nama y Laguna Roja, cuya historia crece.

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