Misterio sobre líder del Estado Islámico desata dudas sobre futuro de yihadistas

mosul, antes y despuès

Vicecanciller ruso dijo que es "altamente probable" que Abu Bakr al-Baghdadi haya muerto a fines de mayo al sur de Raqqa. Sin embargo, Washington señaló que no podía corroborar su deceso, mientras que autoridades de Irak se mostraron escépticas.




La cabeza de Abu Bakr al- Baghdadi, líder del grupo terrorista Estado Islámico (EI), posiblemente sea la más cotizada entre los criminales del mundo, y prueba de ello son las numerosas veces que se ha anunciado su muerte. La última de estas versiones corresponde a la entregada por el Ministerio de Defensa de Rusia, que asegura que sus fuerzas atacaron una reunión que celebraba el EI el 28 de mayo en Raqqa, Siria, donde Al-Baghdadi habría sido abatido junto con otros 300 combatientes. De confirmarse el deceso, el EI podría correr la misma suerte de Al Qaeda, que luego del paso de Osama bin Laden a la clandestinidad total, sin margen de maniobra, y luego de su muerte en 2011, se desmembró.

Sin embargo, el problema es que las autoridades occidentales y de Irak se han mostrado escépticas sobre tal información. En una entrevista difundida ayer por Ria Novosti, el viceministro de RR.EE. ruso, Oleg Syromolotov, reiteró que es "altamente probable" que Al-Baghdadi haya muerto durante las incursiones rusas al sur de Raqqa. Esa información, subrayó, ahora "está en curso de verificación a través de varios canales". Sin embargo, luego la vocera del ministerio de RR.EE. ruso, Maria Zakharova, dijo que "no posee pruebas" sobre la muerte del jefe del Estado Islámico.

El misterio sobre el destino de Al-Baghdadi se intensificó luego de que la nueva ministra de Defensa francesa, Florence Parly, anunciara a través de su cuenta de Twitter la muerte del líder yihadista. "El general Pierre de Villiers (jefe de Estado Mayor del Ejército) me anuncia ahora que las fuerzas francesas en Irak confirman la muerte del jefe del Estado Islámico Abu Bakr al-Baghdadi", escribió. No obstante, luego el servicio de prensa de Parly desmintió la información, asegurando que la ministra había sido víctima de una usurpación de identidad y que el anuncio de la supuesta muerte de Al-Baghdadi se hizo a través de un falso perfil.

Por su parte, la coalición militar liderada por Estados Unidos, que lucha de manera independiente de Rusia contra EI en la región, no ratificó el deceso y varios funcionarios de la Casa Blanca señalaron su escepticismo ante el enésimo anuncio sobre la muerte de Al-Baghdadi. Un coronel del servicio de seguridad de Irak dijo que no creía que el jefe de EI se encontrara en Raqqa al momento del ataque y que, en cambio, habría enviado en su lugar a un estrecho colaborador, que sí habría muerto tras la ofensiva.

De hecho, Rami Abdulrahman, director del Observatorio Sirio para los DD.HH., dijo que de acuerdo con su información, Al-Baghdadi se encontraba en otra parte de Siria a fines de mayo. "La información es que a fines del mes pasado, Al-Baghdadi estaba en Deir al-Zor, en el área entre Deir al-Zor e Irak, en territorio sirio", afirmó.

En medio de la incertidumbre sobre el destino del líder yihadista, Syromolotov aseguró que la eventual muerte de Al-Baghdadi probablemente conduciría a la desorganización del grupo terrorista.

En la misma línea se pronunció el senador ruso Alexéi Pushkov, quien dijo que "la muerte de Al-Baghdadi sería un duro golpe para Daesh (acrónimo en árabe del EI), si se confirma". "El grupo se está retirando en todas las frentes. La muerte de su líder acercaría su derrota militar", escribió Pushkov en Twitter.

En ese sentido, el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi, señaló que la destrucción de la mezquita de Mosul, donde Al-Baghdadi pronunció su primer sermón como líder del EI, constituye un reconocimiento de derrota por parte de los yihadistas. "Es una declaración oficial de derrota", estimó.

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