Mitt Romney aprovecha el impulso que le dio el debate en la campaña presidencial

Esta semana en el estado clave de Ohio el candidato republicano buscó transmitir empatía a los estadounidenses de clase media.




"Me siento abrumado por la cantidad de gente aquí. Hay incluso más personas ahí afuera, hay otro condado ahí", dijo Mitt Romney mientras contemplaba un mar de simpatizantes en los terrenos de la feria del condado aquí en el oeste de Ohio a mitad de semana.

Mientras concluía un segundo día de un esfuerzo general en este crítico estado muy disputado, Romney continuó reuniendo grandes multitudes, las mayores de su campaña, y aprovechando el impulso que le dio su desempeño en el debate de la semana pasada. Toda referencia al debate produjo vítores. La oficina de campaña de Romney dijo que la multitud ascendió a 9.500 personas, citando al Servicio Secreto.

"Esto fue mayor que la feria", dijo Louie Pennycuff, de 64 años de edad. "Después del debate, la gente despertó".

Horas antes, cuando Romney visitó un restaurante panadería, se alinearon multitudes en las calles de Delaware, Ohio, para ver pasar su caravana de vehículos como si fuera un desfile del Día de la Independencia.

Romney, que todo el año ha permitido que los demócratas lo definan como hijo rico de una clase privilegiada que quiere beneficiar a los de su propio grupo pero carece de empatía con la gente común, parece haberse liberado de esa imagen. Ciertamente, las masa de gente que acudó a verlo no forman parte de la clase plutocrática.

El miércoles, dio a conocer un nuevo anuncio televisivo que usa un fragmento del debate presidencial en el cual afirmó: "Los estadounidenses de ingresos medios han visto reducirse sus ingresos en 4.300 dólares".

Su discurso de campaña en estos días gira menos en torno de las pequeñas empresas cuyos dueños "forjaron eso", que en torno de transmitir empatía por los estadounidenses de clase obrera con ansiedades económicas. Introdujo nuevos personajes improbables y sorprendentes en su discurso: Elogió a "una madre soltera que trata de criar a su hijo, o dos o tres", y "un padre que está desempeñando empleos múltiples".

En una aparición más temprano el mismo día en Mount Vernon, estuvo de pie al lado de la directora ejecutiva de una fábrica, Karen Buchwald Wright, pero quizá lo más memorable que él dijo no fue sobre su empresa sino que ella y Ann Romney, la esposa del candidato, "son sobrevivientes de cáncer de mama". El usaba un fistol de concientización sobre el cáncer de mama.

La oficina de campaña de Obama respondió al nuevo anuncio de Romney, "Ayudando a la clase media", retomando el análisis de expertos fiscales independientes de que el plan impositivo que Romney ha propuesto, que incluye un recorte de tasas en general de 20% sin incrementar el déficit, significaría incrementar los impuestos para la clase media.

"He aquí lo que el verdadero plan de Mitt Romney significaría para las familias de clase media: un incremento de impuestos de 2.000 dólares para aquellos con hijos para pagar los recortes de impuestos de 250.000 dólares para los multimillonarios; él simplemente no será franco con los votantes al respecto", dijo Danny Kanner, vocero de la oficina de campaña de Obama.

Muchos de los temas de discusión de Romney tienen un tinte populista, aunque son menos populistas al ser inspeccionados de cerca. Atacando a Obama, dijo: "Quiere elevar el impuesto sobre los ahorros", una referencia a la propuesta del Presidente de incrementar los impuestos sobre los ingresos por inversión, aun cuando son principalmente los ricos quienes reciben ingresos de dividendos y ganancias de capital.

El Presidente quiere "introducir un impuesto a la muerte que hará más difícil que la gente legue sus granjas", dijo Romney en un atril con un letrero, "Los granjeros con Mitt". No mencionó que la propuesta de Obama incluye una exención de 3,5 millones de dólares. La Oficina de Presupuesto del Congreso ha dicho que sólo un puñado de granjas al año nacionalmente debería algún impuesto sobre la propiedad.

El aspecto más asombroso del Romney más empático que apareció en el estrado es una serie de reminiscencias de personas cuyas vidas fueron trágicamente interrumpidas. El miércoles, sin embargo, omitió un relato mencionado el día antes, sobre haber conocido a un ex miembro del Cuerpo de Operaciones Especiales de la Armada que murió en el ataque contra el puesto de avanzada estadounidense en Libia, después de que la madre del hombre protestó.

Barbara Doherty, la madre de Glen A. Doherty, que murió en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre, dijo a WHDH-TV en Boston: "No confió en Romney. No debería hacer de la muerte de mi hijo parte de su agenda política. Es erróneo usar a estos jóvenes valientes, que querían libertad para todos, para degradar a Obama".

Romney no mencionó a Doherty en su mitin nocturno. En vez de ello, contó la historia de una compañía de los Boy Scouts que convenció a la NASA de incluir su bandera estadounidense en una misión del transbordador espacial, sólo para ver al vehículo, el Challenger, explotar "ante sus ojos" en televisión. La bandera milagrosamente fue encontrada intacta. Romney describió haberse parado a su lado en una ceremonia Scout. "Vi esa bandera y la tomé y fue como si la electricidad recorriera mis brazos", dijo.

Para él, representaba el espíritu de los estadounidenses que se sacrificaban "por algo mayor que ellos mismos".

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