Netflix apuesta nuevamente por el drama histórico con Frontier

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La serie, co-producida con Discovery Channel, se centra en el tráfico de pieles en el Siglo XVIII.




Ha sido una tendencia en los últimos años: canales de documentales o programación histórica han comenzado progresivamente a mutar su identidad, sumando series de ficción que les permiten no quedarse abajo de la llamada era dorada de la televisión.

Discovery Channel lo hizo en 2014 con la miniserie Klondike y Nat Geo coqueteó con la idea en 2016 a través de Mars, que mezclaba documental con ficción. Pero probablemente el caso más destacable es el de History con Vikings -que en Chile emite Fox Action-, serie que se ha logrado posicionar como una de las más populares en la televisión norteamericana, y que ya va en su cuarta temporada. La mezcla entre drama, acción épica y un contexto histórico real le permitieron a la cadena ingresar exitosamente en el mundo del contenido con libreto.

Siguiendo la fórmula Vikings, Discovery Canadá -que funciona independiente de su par norteamericano- también eligió desarrollar un drama histórico como su ventana hacia la reinvención. La diferencia es que tuvieron la ayuda de una compañía ya consolidada en el mundo de la ficción: Netflix.

Entre ambos nombres co-produjeron Frontier, serie de seis capítulos que Discovery emitió en Canadá a fines de 2016, y que Netflix estrena este viernes.

Protagonizada por Jason Momoa, recordado por su papel de Khal Drogo en Game of thrones, y por ser el actual Aquaman de la pantalla grande, la trama mezcla varios de los elementos que hicieron a Vikings un éxito: violencia, maquinaciones políticas, venganza, más de alguna lección real de historia y su cuota de sensualidad.

Co-creada por Brad Peyton (Terremoto: la falla de San Andrés), Frontier se adentra en la verdadera guerra que se vivía en Norteamérica en el Siglo XVIII por dominar el comercio de pieles. Mientras la Hudson Bay Company (HBC), la empresa inglesa que solía tener el monopolio en los territorios que hoy forman Canadá, debe competir con nuevos rivales como los franceses, también se enfrentan a una amenaza mayor: Declan Harp (Momoa), un sanguinario forajido mestizo -mitad irlandés, mitad nativo americano- que tiene razones personales para buscar venganza contra la compañía. Harp no sólo interfiere a través de sus propios negocios con pieles, sino que tortura y asesina de la forma más cruel posible a cada inglés que se le cruce en el camino. Momoa pasa cubierto de sangre durante buena parte de la historia.

Uno de los líderes de la HBC, Lord Benton (Alun Armstrong), de reputación y métodos tan sádicos como los del protagonista, obliga a un joven, Michael Smyth (Landon Liboiron), a buscar al elusivo Harp y ganarse su confianza, con el fin de poder emboscarlo.

Smyth se verá en medio del sangriento enfrentamiento y con la lealtad dividida, mientras comienza a conocer mejor al forajido y el trasfondo de sus actitudes violentas. Mientras, prácticamente cada habitante de la bahía Hudson lucha por su cuota de poder, donde la información vale tanto como el dinero.

La serie fue renovada para una segunda temporada incluso antes de su estreno en el cable canadiense. Los resultados avalaron la movida: Frontier se transformó en la serie canadiense más vista emitida por un canal cultural.

Discovery seguirá apostando con la ficción. Actualmente se encuentra produciendo dos series; Harley and the Davidsons, sobre el nacimiento del popular modelo de motocicletas, y Manifiesto, sobre el terrorista Ted Kaczynski, mejor conocido como el Unabomber.

Para Netflix, Frontier marcará el primer estreno de un drama original histórico desde la cancelación de Marco Polo a fines del año pasado.

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