El niño de los tres millones de retuiteos

Todo partió como una apuesta. Carter Wilkinson, un estudiante de 16 años de Reno, Nevada, (EE.UU.) vio un tuit de un niño que preguntaba a sus padres cuántos retuits necesitaba para que le compraran un perro. Carter decidió replicar la idea y preguntó por Twitter a su cadena de comida rápida favorita cuántos retuits necesitaba para cumplir su sueño adolescente: un año de nuggets de pollo gratis.

Aunque creyó que no le respondería, la cuenta oficial de Wendy's le contestó con una cifra irrisoria, prácticamente imposible de lograr: 18 millones. Pero el ánimo y el hambre de Wilkinson fue mayor. El adolescente sólo replicó "considéralo hecho".

https://twitter.com/carterjwm/status/849813577770778624

El joven tomó un pantallazo del intercambio de tuits y lo subió con la consigna "Help me please. a man needs his nuggs ("Ayuda por favor, un hombre necesita sus nuggets) y rápidamente se volvió un viral.

La comunidad se tomó el desafío en serio y comenzaron a hacer retuits de manera masiva. Ayudados por cuentas oficiales de otras marcas gigantes como Amazon, Google, United Airlines, Microsoft y Apple Music, entre otras, la popularidad del joven Carter aumentó de manera inusitada.

Hoy, aunque el tuit está lejos de la meta impuesta por Wendy's, suma un inesperado récord: con sus más de 3.200.000 de retuits, se transformó en el segundo tuit con más replicado en la historia, superando a mensajes de Barack Obama y miembros de One Direction.

Solo un obstáculo le queda a Wilkinson para ser el más popular de todos: la selfie tomada por Ellen de Generes en la entrega de los Oscar en el 2014. Ese tuit cuenta con más de 3.400.000 retuits, pero al ser más viejo que el de Carter, se proyecta que el del adolescente lo termine superando en el corto plazo.

Es por eso que la presentadora del Ellen Show decidió invitar a su principal rival a su programa, donde además de tomarse una selfie, le hizo una propuesta para no perder su liderazgo: le entregó un televisor y un año de ropa interior, a cambio de asegurarse que se su tuit nunca sea superado, y que cuando eso ocurra, ella misma irá a su casa a quitarle los premios.

Solo esto le bastó para que la red social verificara su cuenta como oficial y para que Carter abriera su propio sitio web con poleras y recuerdos que según él, destinará a beneficencia.