Nuevo sistema tecnológico del Instituto Geográfico Militar podría eliminar el Censo

El Sistema Integrado de Información para Emergencias, presentado esta semana por el IGM, no sólo permite simular catástrofes naturales para prevenirlas, sino que además, recopila datos que van renovándose a mediano plazo.




"Chile podría abstenerse del Censo y acceder a un procedimiento efectivo de calidad", dijo a La Tercera el director del Instituto Geográfico Militar (IGM), Coronel Leonardo Pérez. Según el experto, nuestro país cuenta con profesionales, herramientas y tecnología adecuada como para "dejar de ocupar esta herramienta en máximo 15 años".

Se trata de un sistema innovador y tecnológico que posiciona a Chile  como el primer país en aplicarlo en Latinoamérica.

El Sistema Integrado de Información para Emergencias (SIIE) es utilizado por la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) desde 2011 y a partir de abril de este año ya se encuentra completamente operativo desde el Instituto Geográfico Militar. 

"La base para que esto funcione se llama interoperabilidad de bases de datos. Esta, hace que la estructura de cada servicio de bases de datos se encuentre estandarizada", agregó el Coronel.

Sobre la posibilidad de dejar atrás los Censo, Pérez lo ejemplificó a través de un caso internacional: "Holanda no hace Censo, tiene estos sistemas que funcionan full equipo. Los hospitales están ingresados al sistema, entonces se conoce cuántas personas nacieron. De igual forma los cementerios, escuelas, etc. Por ejemplo cuando las personas se cambian de casa, quedan ingresadas al Servicio de Impuestos Internos y en alguna municipalidad, por tanto, se sabe de inmediato dónde habita cada uno".

El costo inicial aproximado del SIIE es de 700 mil dólares, dependiendo de volumen de datos que se requiera integrar y opera por un costo de mantención anual de 90 millones de pesos. 

INFORMACIÓN ULTRA PROTEGIDA 

Según el director del Instituto Geográfico Militar, sus datos están "encriptados", lo cual en un contexto informático significa reconvertir un texto normal en otro codificado, de forma que las personas que no conozcan el código sean incapaces de leerlo.

"Todo funciona a través de la red de identificadores y computadores especialmente programados, licencias que solo entregan acceso a esos aparatos", aclaró.

Pérez considera que "hoy la tecnología hace que los grandes secretos de los países no existan. El único secreto que queda, creo que está en la cabeza de los tomadores de decisiones", agregó.

Esto, explicó Pérez, tomando en cuenta la necesidad de proteger la información para que sea utilizada solo con fines favorables al país, respondiendo a necesidades a corto y largo plazo.

LA CUARTA DIMENSIÓN

La integración de datos permite adelantarse a los fenómenos catastróficos, herramienta "más poderosa con la que cuenta el sistema de emergencia nacional", dijo el Coronel Pérez.

Utilizar la información que es recopilada a través de los servicios públicos, permite crear una "cuarta dimensión" a través de esta herramienta, o sea, escenarios simuladores. 

"El límite es la creatividad del cerebro", dijo el Coronel.

Las simulaciones que permite crear la tecnología del SIIE, genera la construcción de mapas digitales ante diversas amenazas de origen natural como tsunamis, erupciones volcánicas, sismos, entre otras. En esta materia, destaca la integración de la información entregada por los diferentes servicios y ministerios del Estado que tienen injerencia en el manejo de la emergencia.

"El sistema de emergencias va a poder saber, en caso por ejemplo de un tsunami, cuántas personas deben ser evacuadas, por dónde ingresar sus camiones para tal efecto. Podrá incluso tener tiempo de educar a las personas para que sepan de qué forma huir de la zona catastrada. Sabrá también cuántos hospitales están anegados, con cuántas bombas de bencina cuenta, entre otros cruces de información con los que no se contaba antes del 27 de febrero de 2010", detalló Pérez.

El Coronel del IGM, agregó: "veníamos trabajando en este proyecto y las falencias del terremoto de ese entonces aceleró los procesos, para poder cubrir antes próximas necesidades."

"El primer problema fue aunar los datos y la primera información que logramos obtener completa, fueron las cartas de las ciudades afectadas por el tsunami y que carecían de ella", indicó.

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