Obispado de Rancagua no autorizó a exorcista de la diócesis a realizar "misa de purificación" en catedral de Osorno

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El próximo 3 de marzo los fieles habían convocado a una ceremonia para limpiar el templo tras las manifestaciones en contra del obispo Juan Barros.




Polémica ha generado el llamado de un grupo de católicos para realizar una misa en la Catedral de Osorno para "purificar" el recinto de las críticas y protestas realizadas contra el obispo Juan Barros.

Desde que asumió el cargo, el 21 de marzo de 2015, opositores a su presencia en la zona han realizado en diversas oportunidades manifestaciones en rechazo a su persona.

A raíz de esos hechos, la semana pasada un grupo de fieles católicos que respaldan a Barros decidieron organizar una "misa de reparación" en la Catedral de San Mateo, la cual sería presidida por el sacerdote Luis Escobar, exorcista de la diócesis de Rancagua.

Pero la ceremonia, agendada para el domingo 3 de diciembre, ya no contará con la presencia de Escobar. Así lo señala un comunicado publicado en el sitio web del Obispado de Rancagua, donde se explicó que el sacerdote no participará de la celebración debido a tres razones.

La primera se debe a que "la labor de un exorcista se circunscribe a la jurisdicción eclesiástica donde su obispo lo ha designado".

Pero además, se asegura que "la acción de un exorcista supone actuar con ´la necesaria y máxima circunspección y prudencia´, según el Ritual de Exorcismos, frente a una eventual posesión del demonio".

Finalmente, el texto señala que ante la actual situación de la "hermana Iglesia de Osorno, lo que se requiere de todos los miembros de esa Iglesia diocesana es un espíritu de diálogo y de fraternidad para construir la unidad eclesial. La oración y la penitencia son los medios fundamentales para el logro de ese objetivo".

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