Oposición australiana impulsa la legalización del matrimonio homosexual

La legalización de las bodas de personas del mismo sexo ya fue rechazada en septiembre de 2012 por el Parlamento federal y además, han fracasado propuestas legislativas similares en el estado de Tasmania y en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.




La Oposición australiana presentó hoy un proyecto de ley ante el Parlamento de Camberra para legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo, a poco más de una semana de la victoria del sí en un referendo en Irlanda.

"No lo demoremos, acojamos una definición de matrimonio que respete, valore e incluya a cada uno de los australianos", dijo el líder del Partido Laborista, Bill Shorten, al presentar el proyecto de ley ante el Parlamento australiano en Camberra.

"Este Parlamento puede cambiar una ley que no describe más a la Australia moderna y aprobar una ley de la que todos podamos estar orgullosos", acotó Shorten al insistir en que "no nos demoremos más".

Shorten, que defiende esta propuesta que pretende modificar la definición de matrimonio entre un "hombre y mujer" por la de "dos personas", ha pedido al primer ministro australiano, Tony Abbott, que permita a sus correligionarios emitir un voto de conciencia.

Abbott y su Coalición conservadora se oponen al matrimonio entre personas del mismo sexo, mientras que el líder del Partido Verde, Richard di Natale, le pidió a Shorten que se espere para presentar una propuesta conjunta.

Por su lado, el arzobispo de la Iglesia Anglicana en Melbourne, Philip Freier, dijo a la cadena local ABC que a pesar de que existe incertidumbre respecto a cómo actuará la coalición, "claramente hay una gran probabilidad de que se convierta en ley", que no obliga a los religiosos a presidir este tipo de ceremonias.

En diciembre de 2013, el Tribunal Superior de Australia anuló una la ley que permitía el matrimonio entre personas del mismo sexo en el Territorio de la Capital Australiana por considerar que contravenía la Ley federal de Matrimonios de 1961.

La legalización de las bodas de personas del mismo sexo ya fue rechazada en septiembre de 2012 por el Parlamento federal y además, han fracasado propuestas legislativas similares en el estado de Tasmania y en Nueva Gales del Sur, cuya capital es Sídney.

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