Orangután nacida en estado salvaje aprende a comunicarse como un humano

"Tilda" es capaz de hacer chasquidos con su lengua, reproducir sonidos de vocales e incluso silbar si quiere comida. El descubrimiento sugiere que todos los grandes simios pueden hacer lo mismo.




Una orangután hembra originaria de Borneo y actualmente en cautiverio en un zoológico de Colonia, Alemania, ha descubierto la forma de comunicarse con sus cuidadores realizando llamadas de apariencia humana con el fin de captar su atención.

La orangután, de nombre "Tilda", es la primera de su tipo nacida en estado salvaje capaz de realizar vocalizaciones humanas, sugiriendo que otros simios también podrían tener esta capacidad.

Aunque es conocido que los orangutanes ciertamente pueden tener vocalizaciones diversas y únicas, Tilda puede hacer dos llamadas que son desconocidas para otros de su misma especie, como chasquear la lengua para crear un sonido comparable a consonantes sordas (como un clic), sucesiones de alaridos similares a vocales y silbidos.

De acuerdo al biólogo Adriano Lameira de la Universidad de Amsterdam, Tilda probablemente aprendió todos estos sonidos y llamados de atención de un entrenador, al ser parte de un espectáculo, y tienen un propósito muy claro: pedir más comida.

Los investigadores se dieron cuenta de la actitud de la orangután al ver que al mismo tiempo que realizaba las vocalizaciones aplaudía, llamando la atención de una forma que resultara más cercana al cuidador para pedir alimento. Según Adriano Lameira, estos alaridos pueden ser traducidos como "ven acá y dame ese alimento".

El descubrimiento demuestra que además de ser inteligente, Tilda confirma que los simios y nuestros ancestros comunes tienen esta capacidad, permitiendo entender los orígenes del lenguaje humano.

Si bien Tilda es la primera en estado salvaje en aprender sonidos humanos para comunicarse, también existen otros simios nacidos en cautiverio con este tipo de habilidades, como Bonnie del zoológico de Washington, una orangután que se ha enseñado a sí misma a silbar por diversión; un chimpancé de nombre Ayumu que puede procesar gráficos, u otros monos que pueden aprender a reconocerse a sí mismos en un espejo.

Fuente: Discovery, PLOS One

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