Oyarzun lo pierde todo

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El TAS terminó con el periplo del pedalero. En la última instancia judicial que le quedaba, el tribunal desestimó su recurso, manteniendo su castigo de cuatro años por dopaje.




Hubo un fallo en Lausana, la ciudad suiza donde se encuentra el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), en el que Chile sí perdió. Fue de la forma más cruda, sancionando la trampa de Carlos Oyarzun (35 años), probablemente el ciclista chileno más brillante de las últimas dos décadas. Convencido en la inocencia de su dopaje, el corredor de Isla de Maipo llevó su caso hasta la última instancia judicial y allí, el pasado 31 de mayo recibió la misma respuesta de siempre: culpable. La Tercera tuvo acceso al documento.

El 16 de septiembre del año pasado, la Unión Ciclista Internacional (UCI) decidió quitar la licencia profesional y excluir definitivamente de cualquier actividad deportiva al pedalero durante cuatro años, luego de ser sorprendido el 15 de julio de 2015, previo a la contrarreloj de los Juegos Panamericanos de Toronto, utilizando Roxadustato FG-4592, una novedosa fórmula que acelera la producción de glóbulos rojos, vitales para transportar el oxígeno en el cuerpo e imperceptibles hasta ese momento en los controles antidopaje.

Oyarzun aseguró ser inocente de cualquier clase de acusación. Desde el momento de sus suspensión provisional aseguró ser víctima de una serie de errores en la manipulación de su muestra, por lo que llevó su caso a todas las instancias judiciales que pudo. La primera fue la de la UCI, donde el juez francés Julien Zylberstein -el único a cargo de dirimir en el caso- determinó su culpabilidad, desestimando cualquier clase de error en la toma de muestra y posible adulteración.

Zylberstein determinó castigar por cuatro años al chileno, a contar desde el 18 de julio de 2015, pues esa fue la fecha de notificación. Además del pago de las costas del juicio, avaluado en 2.500 francos suizos (1.616.523 pesos chilenos). "Confío en que lograré mostrar mi inocencia en el TAS", dijo apenas supo de la determinación a radio Cooperativa.

Sin embargo, el máximo tribunal deportivo desestimó cualquier vicio en el proceso y decidió mantener la sanción dictada. "La apelación presentada por el señor Carlos Iván Oyarzun Guiñez el 16 de octubre de 2016 es desestimada", se lee en el primer punto de la sentencia de la corte. También se le condenó a pagar las costas totales del juicio, además de 3.500 francos suizos a la UCI.

La Tercera intentó comunicarse con Oyarzun, a través de su representante y esposa, Victoria Pérez, quien desistió de pronunciarse respecto al fallo. El ciclista podrá volver a competir el 18 de julio de 2019, con 37 años.

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