Padres de niño británico se reúnen con su hijo tras salir de la cárcel en España

La pareja británica anunció además que tomará medidas legales contra el hospital de Reino Unido que dio la voz de alarma a la policía luego que ellos sacaran al menor del centro de salud.




Los padres del niño británico enfermo de cáncer al que trasladaron a España sin consentimiento médico se reunieron hoy con él tras pasar varios días en prisión por una posible negligencia.

Aunque todavía no tienen la tutela del menor, la pareja llegó entre gran expectación mediática al hospital de Málaga, en el sur del país, donde el niño permanece ingresado desde el sábado, día en el que la policía española lo localizó cerca de allí junto a sus padres.

Antes, la pareja ofreció una rueda de prensa en Sevilla, en la que anunció que tomará medidas legales contra el hospital de Reino Unido que dio la voz de alarma por la desaparición de su hijo. 

La historia del pequeño Ashya, que tiene cinco años y sufre un tumor cerebral, saltó a los medios la semana pasada, cuando la policía británica emitió una orden para buscar al niño y a sus padres después de que éstos lo sacaran del hospital -donde estaba ingresado- sin la autorización de los médicos. 

Los padres aseguraron hoy que no sabían que la policía los buscaba y que decidieron viajar a España para vender una casa que tenían en este país y así poder pagar un tratamiento menos agresivo para su hijo en República Checa.

"La radioterapia no es la respuesta, es muy fuerte para el niño. Mi hijo iba a ser un vegetal. Por este motivo de amor por mi hijo nos marchamos", explicó ante los medios el padre, Brett King.

Los progenitores de Ashya aseguraron que actuaron siempre por el bienestar de su hijo y lamentaron haber sido tratados en algunos casos "como criminales". Explicaron, además, que ya habían comunicado antes a los médicos del hospital de Reino Unido que querían buscar otra clínica para tratar al menor.

Los medios británicos destacaron en un primer momento que son testigos de Jehová y que podrían haber sacado a su hijo del hospital por motivos religiosos.

El caso tuvo una importante repercusión y más de 130.000 personas firmaron una petición para que liberaran al matrimonio.

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