Papa Francisco descarta flexibilizar celibato

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Hoy el Pontífice dijo que está dispuesto a considerar que hombres mayores casados se ordenen como curas en comunidades aisladas. En una entrevista con el periódico alemán Die Zeit enfatizó, sin embargo, que "el celibato voluntario no es una solución".




En su primera entrevista con un periódico alemán, en este caso Die Zeit, el Papa Francisco reconoció que "la vocación de los sacerdotes representa un problema enorme". Por ello, dijo que está dispuesto a considerar que los llamados viri probati, hombres casados sobre todo jubilados y muy implicados en la Iglesia, se ordenen como sacerdotes en comunidades aisladas. Sin embargo, el Pontífice descartó que el celibato se vuelva opcional como una forma de incrementar el número de clérigos.

Muchos miembros de la Iglesia, señala France Presse, creen que, ante la falta de párrocos en numerosos países, habría que abrir una nueva vía: junto con los sacerdotes, que hacen voto de celibato en su ordenación, recomiendan ordenar a los viri probati (hombres probados). Una opción que podría ser considerada, a juicio del Papa Francisco. "Debemos pensar si el viri probati es una posibilidad. Luego debemos determinar cuáles tareas podrían realizar, por ejemplo, en áreas remotas", dijo, según fue citado por Die Zeit en la entrevista publicada el jueves.

Según The Associated Press, se ha reportado que el cardenal brasileño Claudio Hummes, quien desde hace mucho tiempo es amigo del Papa Francisco y fue jefe de la congregación para el clero del Vaticano, está ejerciendo presión para que se permita a los viri probati en el Amazonas, donde la Iglesia cuenta con un sacerdote por cada 10.000 católicos.

Pero el Papa Francisco descartó abrir el sacerdocio en general a hombres casados o flexibilizar el compromiso de la Iglesia Católica con el celibato entre sacerdotes. "El celibato voluntario es frecuentemente discutido en este contexto, especialmente en lugares donde hay escasez de clérigos. Pero el celibato voluntario no es una solución", sostuvo.

Instaurada en el Segundo Concilio de Letrán de 1139, la obligación del celibato sacerdotal ha sido objeto de debate hace siglos. Hace 500 años, el protestantismo se separó de la Iglesia Católica sobre todo por el celibato, consigna la cadena alemana Deutsche Welle, la cual recuerda que el casamiento para los sacerdotes está permitido en la Iglesia Oriental, lo mismo que en la Iglesia Anglicana.

Quizá por ello la Iglesia Católica ha permitido algunas excepciones. Durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, sacerdotes anglicanos se convirtieron al catolicismo y obtuvieron de Roma una dispensa del celibato. De todos modos, Joseph Ratzinger dijo en su momento que "si se abolía el celibato se presentaría un nuevo problema, el de los sacerdotes divorciados".

Asimismo, según consigna el portal Vatican Insider, en junio de 2014, con un decreto específico, el Papa Francisco permitió que los sacerdotes casados orientales operaran en las comunidades cristianas en el exilio, es decir fuera de sus territorios tradicionales, derogando las prohibiciones que existían.

En cuanto a la postura del Papa Francisco frente al tema del celibato, el vaticanista italiano Andrea Tornielli recordó en un artículo publicado el jueves en Vatican Insider que ya había hecho pública su opinión antes de su elección en 2013. "Por el momento -afirmó el entonces cardenal Jorge Bergoglio dialogando con el rabino argentino Abraham Skorka- yo estoy a favor de mantener el celibato, con todos los pros y contras que implica, porque son 10 siglos de experiencias positivas más que de errores".

Con todo, los expertos religiosos difieren en su análisis sobre los alcances de las expresiones del Papa Francisco a Die Zeit. "De las palabras del Papa se comprende que una reforma de la disciplina del celibato no se está considerando abiertamente, aunque se trate de una cuestión que hay que tratar con prudencia", escribió Tornielli.

En cambio, el ex sacerdote español y director del portal Religión Digital, José Manuel Vidal, dijo a La Tercera que "es evidente que Francisco ha querido abrir el melón del celibato, para que, siguiendo su estrategia de abrir procesos, se vaya dialogando, en la Iglesia, sobre un tema, cuya sólo mención era tabú en la época anterior". "Es una forma de desbloquear la cuestión, para que la institución vaya caminando hacia la cohabitación en su seno de curas célibes y curas casados", aseguró.

Josémari Lorenzo Amelibia, fundador en 1977 de la Asociación de Sacerdotes Casados de España, escribió en Religión Digital que "el Papa sabe muy bien que la actual ley celibataria no puede ser derogada de un plumazo". "Nunca suprimirá esta ley por su propia cuenta", advirtió.

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