Papa deja Chile tras gira marcada por defensa a Barros y baja asistencia a eventos

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En sus tres días en el país, el Pontífice se refirió a varios temas, entre ellos los problemas en la Araucanía, los abusos sexuales a menores cometidos por sacerdotes, los migrantes en el país, entre otros




Tras tres días en Chile, el Papa Francisco finalmente tomó un avión que lo llevará a Perú, lugar en donde continuará con su gira por latinoamérica. En su visita por el país, el Pontífice se refirió a la situación de los migrantes en el país, a los abusos a menores de parte de algunos miembros de la iglesia, y también haciendo un llamado a los jóvenes para que mantuvieran joven a la Iglesia.

Durante su visita en Santiago uno de primeros lugares que visitó durante su segundo día en el país fue el Palacio de La Moneda, lugar en donde se refirió acerca de los abusos sexuales cometidos por sacerdotes. Al respecto, el Pontífice pidió perdón "por lo daños irreparables".

"No puedo dejar de manifestar el dolor y la vergüenza, vergüenza que siento ante el daño irreparable causado a niños por parte de ministros de la Iglesia", expresó en el lugar frente a autoridades.

Tras esto, el Pontífice se reunió con internas del Centro Penitenciario en San Joaquín, en donde habló acerca de la importancia de las madres y sobre la responsabilidad de la sociedad en reinsertar a las reclusas en la sociedad luego de que han cumplido con su pena. Este momento también estuvo marcada por las palabras de la capellana del centro, Nelly León, quien además de agradecer la visita del líder de la Iglesia Católica, realizó una dura crítica al sistema indicando que "en Chile se encarcela a la pobreza".

En su encuentro con jóvenes en el Templo Votivo de Maipú, el Papa les hizo un llamado para que ayudaran a que la iglesia tuviese "un rostro joven". "Les pedimos que nos muevan el piso y nos ayuden a estar más cerca de Jesús", indicó.

En su paso por la Araucanía, el Pontífice realizó su homilía comenzando con palabras en mapudungun (Mari mari), y citando a Violeta Parra con la frase "Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar'". Allí, el Pontífice se refirió a la unidad de los pueblos, indicando que se necesita de la riqueza de cada uno y dejar de lado esa idea de que existen culturas superiores o inferiores.

Tras la misa, la Machi Linconao intentó entregarle una carta al Papa en donde le pedía intervenir en el nuevo juicio que se desarrollará en el marco del caso Luchsinger Mackay. Sin embargo, no pudo entregar la carta.

Obispo Barros

Durante esta mañana, sin embargo, antes de iniciar su viaje al norte del país, el Papa fue cuestionado por la presencia del obispo Barros - a quien sus detractores lo acusan de encubridor los abusos sexuales cometidos por Karadima - en todas sus actividades en el país. Al respecto el Pontífice respaldó a Barros, indicando que lo que se decía del obispo "eran calumnias" pues no habían pruebas. "El día que me traigan una prueba del obispo Barros, ahí voy a hablar", agregó.

Su visita a Arica por otra parte, no fue tan concurrida como se esperaba. El mensaje del Pontífice en esta misa que ofició estuvo centrada en los migrantes, dando fuertes palabras de apoyo hacia ellos y pidiendo que se les de hospitalidad. "No hay alegría cristiana cuando se cierran puertas", indicó.

Durante la tarde de hoy jueves el Papa llegará a Perú, país en donde tendrá encuentros con los pueblos de la Amazonia y visitará Trujillo, para luego retornar a Roma.

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