Papa Francisco pide más ayuda para Argentina tras inundaciones

Una fuerte tormenta que azotó Buenos Aires y la cercana ciudad de La Plata el martes por la noche dejó por lo menos medio centenar de muertos.




El papa Francisco instó el jueves a las instituciones públicas y de la Iglesia en su natal Argentina a que refuercen su asistencia a las decenas de miles de personas que se quedaron sin hogar luego de lluvias torrenciales que han causado al menos 52 muertes.

El pontífice envió un telegrama el jueves a monseñor Mario Aurelio Poli, su recién nombrado sucesor como arzobispo de Buenos Aires, para decirle que él estaba rezando por los fallecidos y sus familias, así como por los supervivientes de la catástrofe.

"El papa Francisco, profundamente apenado por la noticia de los graves daños producidos por las lluvias torrenciales de los últimos días, ofrece sufragios al señor por el eterno descanso de los fallecidos, al mismo tiempo que desea expresar su paternal cercanía espiritual a todos los damnificados y sus familiares", dijo la Santa Sede en un comunicado con las declaraciones del pontífice en español.

Una fuerte tormenta que azotó Buenos Aires y la cercana ciudad de La Plata el martes por la noche dejó por lo menos medio centenar de muertos.

"Asimismo, el santo padre alienta a las instituciones civiles y eclesiales, así como a las personas de buena voluntad, a prestar con caridad y espíritu de solidaridad cristiana la necesaria ayuda a cuantos han perdido sus hogares o sus bienes personales", agregó el comunicado.

"Con estos sentimientos, el sumo pontífice imparte a los afectados y a cuantos les socorren la confortadora bendición apostólica, como signo de cercanía al querido pueblo argentino", agregó.

Decenas de personas se refugiaron en los techos de sus casas y en las copas de los árboles a raíz del nivel que alcanzó el agua, que por algunas calles corría como una riada cubriendo y desplazando a los automóviles.

Los rescatistas trasladaron a damnificados en balsas a lugares más seguros, mientras algunos adultos llevaban a niños sentados en sus hombros mientras buscaban un lugar donde guarecerse.

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