Papa se reúne con víctimas en ciudad símbolo del conflicto armado

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En Villavicencio, el Pontífice reiteró su llamado a la reconciliación. Y en una carta dirigida a Francisco, Timochenko, líder de las FARC, pidió perdón.




En el tercer día de su viaje a Colombia, el Papa Francisco visitó  la ciudad de Villavicencio, en una jornada marcada por los simbolismos ligados al mensaje de paz y reconciliación del Pontífice.

Antes de dejar la capital colombiana, Francisco agradeció a las autoridades y jefes castrenses sus esfuerzos para lograr la paz, en una ceremonia en una sección militar del aeropuerto internacional de Bogotá. Ya en Villavicencio, una de las ciudades más golpeadas en los 53 años de conflicto armado, una multitud asistió a la misa donde el Papa dijo que "la reconciliación se concreta y consolida con el aporte de todos, permite construir el futuro y hace crecer la esperanza. Todo esfuerzo de paz sin un compromiso sincero de reconciliación será un fracaso".

La jornada también estuvo marcada por la beatificación del obispo Jesús Emilio Jaramillo y el sacerdote Pedro María Ramírez, muertos en diferentes circunstancias en el marco de la violencia política colombiana.

El obispo Jaramillo murió el 2 de octubre de 1989 a manos del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que le recriminaba su cercanía con los militares. Ramírez murió el 10 de abril de 1948, tras la revuelta generada por el asesinato del dirigente liberal Jorge Eliécer Gaitán. En la homilía, Francisco dijo que los dos religiosos asesinados simbolizan "la expresión de un pueblo que quiere salir del pantano de la violencia y el rencor".

Sin embargo, el mensaje reconciliador no vino sólo del Papa. El máximo líder de las ahora ex Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias Timochenko, pidió perdón en una carta dirigida al Papa Francisco.

"Sus reiteradas exposiciones acerca de la misericordia infinita de Dios me mueven a suplicar su perdón por cualquier lágrima o dolor que hayamos ocasionado al pueblo de Colombia o a uno de sus integrantes", dijo Timochenko.

Las FARC, hoy convertidas en el partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común tras deponer las armas, han "declinado cualquier manifestación de odio y de violencia", dijo el ex dirigente guerrillero, quien además se disculpó por no asistir a la gira papal por "problemas de salud" que lo mantienen en recuperación en Cuba.

Por la tarde, el Papa Francisco recibió a un grupo de sobrevivientes de un mortal alud que dejó más de 200 víctimas fatales en Mocoa, capital del selvático departamento de Putumayo.

"Cristo mutilado"

La jornada siguió en el Parque de las Malocas, donde el Papa presidió el "Gran Encuentro de Oración por la Reconciliación Nacional". También marcado por el simbolismo, el acto reunió más de 6.000 víctimas del conflicto armado colombiano, que fueron testigos de la bendición del Papa al "Cristo mutilado", una imagen dañada tras un ataque de las FARC a una iglesia de la localidad de Bojayá, que mató a decenas de civiles, entre ellos niños y ancianos en 2002. "Al mirarlo contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas y tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios", dijo el Papa sobre la imagen del "Cristo mutilado".

Una de las víctimas de Bojayá, Leiner Palacios, dijo a la agencia EFE que espera que la imagen "se convierta en un símbolo de la unidad colombiana y una señal de que estamos empezando a sanar las heridas en este país".

Para Birleida Ballesteros, el perdón es más difícil. Perdió a su esposo, asesinado por las FARC, salvó a sus hermanos de ser reclutados y fue víctima de violencia sexual. "Una persona cuerda no hace lo que hicieron ellos, pero no soy Dios y no puedo juzgarlos, solo les pido que traten de reconciliarse con todos los colombianos y colombianas porque este país es divino", dijo a EFE.

Las actividades de este viernes terminaron en el Parque de los Fundadores donde Francisco rezó ante la Cruz de la Reconciliación.

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