Parlamento búlgaro acepta dimisión de primer ministro y crece incertidumbre política

El Presidente pedirá a los tres grandes partidos si quieren formar gobierno hasta que se celebren las elecciones parlamentarias previstas para julio. Aunque analistas hablan de adelantar los comicios.




El Parlamento búlgaro aceptó hoy la decisión del gobierno de dimitir en vista de las protestas contra la austeridad, sumiendo al estado más pobre de la Unión Europea en una incertidumbre política que podría persistir más allá de las elecciones anticipadas. 

El primer ministro en funciones Boiko Borisov, que se había ganado las alabanzas de los inversores al reducir el déficit presupuestario del país balcánico, perdió el apoyo de los votantes cansados de la pobreza persistente y la corrupción. Muchos votantes podrían buscar ahora consuelo en políticos más populistas.

Tras manifestaciones masivas desencadenadas por los altos precios de la energía, Borisov dimitió ayer y se convirtió en el último Ejecutivo que cae en los cuatro años de crisis de deuda en Europa.

El Parlamento votó a favor de aceptar la decisión y el Presidente Rosen Plevneliev pedirá a los tres grandes partidos si quieren formar gobierno hasta que se celebren las elecciones parlamentarias previstas para julio.

Tanto el partido GERB de Borisov como los socialistas, el primer partido de la oposición, han dicho que no tienen interés en participar en un gobierno provisional y los analistas dicen que eso implica que Plevneliev podría programar las elecciones para abril como muy pronto.

"Un gran cambio sólo puede proceder de nuevas elecciones, que deberían celebrarse lo más pronto posible", dijo el líder socialista Sergei Stanishev.     

La dimisión del gobierno trajo calma tras una semana caótica de manifestaciones contra el Ejecutivo y las energéticas, cuyos dueños son extranjeros, y una amenaza de los responsables búlgaros a retirar la licencia a una de ellas, el grupo energético checo CEZ.

Boriana Dimitrova, analista de la encuestadora Alpha Research, dijo que los votantes podrían verse impulsados hacia los límites políticos.

"Las dos potencias políticas clave no son lo suficientemente fuertes para formar un gobierno estable", dijo. "Las recientes protestas indican que existe un creciente apoyo a partidos radicales y populistas, que también dificultarán formar gobierno", acotó.

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