Partir para regresar

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Así se llama la aventura que el escritor y médico Beltrán Mena ha diseñado para febrero de 2018: un taller sobre literatura de viajes en medio del último trozo de la Patagonia.




Viajar ha sido una fuente inagotable y diversa para la literatura. Lo fue para Homero quien trazó en La Odisea el viaje fabuloso de Ulises a la isla de Ítaca tras la Guerra de Troya y desde entonces, a la par con los cambios radicales en la forma en que los seres humanos nos desplazamos, los viajes, reales e imaginarios, han inspirado clásicos como Simbad el marino, el Quijote, las historias de Swift, la prosa y poesía del francés Blaise Cendrars, los relatos de Somerset Maugham o Jack Kerouac, cuya obra más famosa se llama precisamente En el camino.

"¿Por qué se viaja? ¿Qué lleva a una persona a abandonar lo familiar y desplazarse a territorios lejanos, muchas veces peligrosos?", pregunta Beltrán Mena, un médico que todos los fines de año aparece mucho en las noticias porque es el director del Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom), y que es a la vez escritor. En los 80 fundó y dirigió el periódico Noreste –dedicado a la poesía y los viajes–, en 2009 publicó una celebrada primera novela, Tubab, donde relata sus recorrido por África Occidental y el Sahara, y hace tres años recopiló una serie de ensayos en El rey de las bolitas, donde retoma con frecuencia el mismo tema. "Yo viajo poco, no más que cualquier persona. Pero lo que me gusta de hacerlo, sea a Quito o a Tierra del Fuego, es que me descentra, me expone, me obliga a dar una explicación a lo más trivial, y con ello a revisar mi propia narración, mi biografía, mi explicación de las cosas, hasta encontrar un nuevo punto de equilibrio, un retorno a la paz donde todo sigue igual pero distinto".

Ahora Mena quiere partir para volver a lo mismo, la literatura y el viaje, pero de otra manera: en Tierra del Fuego dictando un taller para un grupo de no más de 10 personas instalado en unas cabañas en el sector cercano a Estancia Vicuña, en el centro de la Isla Grande. "En Tierra del Fuego se pueden apreciar tres bandas: una al norte, de pampa y llanura, una al sur de montañas, bosques y canales; y una intermedia, de pampas más amables, colinas, bosques y unos ríos alucinantes que serpentean por la llanura y reflejan el cielo cuando todo lo demás está oscuro, un paisaje sobrecogedor. Toda la isla es fantástica, pero esta zona intermedia es la que más me atrae y es donde estaremos instalados", dice.

En unas casas que formaron parte de una estancia y que fueron adaptadas como lodge de pesca, se realizarán siete días de clases, lecturas, conversación y escritura en torno a la crónica del borde, del desplazamiento, de la frontera y la aventura, en el lugar donde según Mena se vive la más pura experiencia de lo remoto.

¿Por qué Tierra del Fuego?

Hay muchos paisajes fascinantes, pero hay algunos donde nuestro espíritu resuena y este es el mío. Se percibe la lejanía, la rudeza y abandono, la distancia. Está lleno de simbolismos respecto al viaje, de palabras cargadas: Tierra del Fuego, el estrecho de Magallanes, el Beagle, Bahía Inútil, China Creek, Caleta Josefina, cada nombre es un mundo, el fin de América, la dificultad de las distancias. Y está la belleza de la tierra y el cielo, la escala de las cosas, que nos pone en un lugar al que no estamos acostumbrados. Hay poca presencia humana (nueve mil habitantes en todo el conjunto de islas), de manera que cada elemento cobra mucho peso, un galpón de esquila, una camioneta abandonada recogen todas nuestras emociones y se cargan. Tierra del Fuego sigue siendo borde en un mundo que se ha vuelto puro centro.

El taller combinará presentaciones, lectura de textos escogidos, salidas, discusiones abiertas, breves tareas de escritura y lecturas vespertinas. Los temas a tratar no estarán exclusivamente centrados en Tierra del Fuego, sino a la literatura de viaje en general: aspectos históricos (como las primeras novelas helenísticas), aspectos centrales de la literatura de viaje (como la frontera, el hogar y el caminar), el viaje como aprendizaje, algunas figuras recurrentes (como el expatriado y el renegado), el mar como símbolo, el mapa y el territorio y el descubrimiento del otro. "Algunas sesiones serán en terreno abierto, de acuerdo al tema. Los participantes escribirán durante el día textos que serán leídos y discutidos al anochecer".

¿A quién crees tú que le puede interesar el taller?

A cualquier persona culta que quiera profundizar en este tema, pero desde la soledad de un paisaje extremo, a quien quiera un ambiente alejado y protegido desde donde abandonarse a pensar sobre el viaje, que es la gran metáfora. A quien quiera permitirse una semana de conversación intelectual, pero en contacto con la materia. Para participar basta un genuino interés por la lectura y curiosidad por la literatura y crónica de viajes.

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TEXTOS ESCOGIDOS

La literatura se enriquece permanentemente con la narrativa de viajes. Entre tantos ejemplos, Beltrán Mena recomienda algunos.

  • La prosa del Transiberiano, Blaise Cendrars: "Si hubiese que elegir una obra, sería este poema largo de Cendrars que muestra el desplazamiento y la voluptuosidad, la inmensidad del mundo que pasa por la ventana, la secuencia infinita de imágenes que nos da el viaje veloz, el viaje moderno".
  • La tumba del tejedor, Seumas O'Kelly: "En todo viaje se deja atrás un hogar y, en este sentido, recomiendo este libro del autor irlandés que leí recién y que me mostró más que muchos la relación de un pedazo de tierra y sus habitantes".
  • Viajes por los distritos interiores de África, Mungo Park: "Son las crónicas las que mejor ilustran que en todo viaje se llega a un territorio poco familiar, ya que acompañamos al protagonista en el momento en que se adentra en lo desconocido, como una cámara subjetiva. Un clásico en este sentido son estos diarios de Mungo Park y en una escala más épica, las Cartas de Relación de Hernán Cortés".
  • Lord Jim, de Joseph Conrad: "Algunos huyen, otros buscan, otros compran y venden, pero hay un tipo de viajero que queda atrapado en su propio viaje, el expatriado, aquel cuyos fantasmas le impiden volver".
  • Viaje al fin de la noche, de Louis-Ferdinand Céline, y El corazón de las tinieblas, de Conrad. "Es necesario cruzar una frontera para que haya viaje, a veces política, a veces geográfica, pero muchas veces interior, un viaje personal al infierno".

DATOS

Los participantes deberán llegar por sus medios a Punta Arenas, donde serán recogidos el día 9 de febrero. Desde ahí y hasta el regreso el día 17 de febrero, todo está cubierto en el precio del taller: traslados desde Punta Arenas cruzando el estrecho de Magallanes; alojamiento por siete noches en habitaciones simples y dobles en cabañas operadas por Victoria Lodge, comidas, bar abierto y personal de apoyo. Por las dificultades logísticas y el personal requerido, el taller sólo puede financiarse con un mínimo de cinco personas y la capacidad máxima es de diez. Interesados escribir a bmena@uc.cl

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