Perfil de presidentes de empresas IPSA: hombres de 62 años e ingenieros de la PUC

Board de la Universidad Adolfo Ibáñez resumió las características de líderes de las compañías.




El presidente de una empresa del IPSA no es humanista, ni joven, ni estudió en una universidad de regiones. Al contrario, en promedio tiene 62 años, estudió ingeniería comercial o civil industrial, y sus años universitarios los cursó en la Universidad Católica, en la  de Chile o en el extranjero.

A esa conclusión llegó la radiografía a los presidentes de 37 compañías del Indice de Precio Selectivo de Acciones (IPSA) de la Bolsa de Comercio de Santiago, realizada por el Board, centro de gobierno corporativo, de la Universidad Adolfo Ibáñez.

“La primera característica es que los presidentes son más bien de un perfil homogéneo. Todos provienen de carreras científicas o vinculadas al mundo de las finanzas. Y aunque hay excepciones, la regla es que son gente de edad. Eso te da algunas luces de que el perfil de presidente es muy distinto al de un gerente o altos ejecutivos”, explica Matías Larraín, director académico del Board. La edad, añade, tiene que ver con que “ese cargo requiere experiencia, madurez y un nivel de prudencia distinto al de un cargo de administración”.

El 44% de los presidentes IPSA tiene entre 61 y 70 años, otro 20% entre 40 y 50 años, el 19% fluctúa entre los 51 y 60 años, y el 17% está en el rango de los 71 y 90 años. Así, por ejemplo, Carlo Solari, de Falabella, es el presidente más joven del IPSA, mientras que José Said, de Parque Arauco, el de mayor edad.

En materia de profesión, las preferencias están claras. El 38% es ingeniero civil industrial y el 35% ingeniero comercial. El resto se reparte entre abogados, economistas, ingenieros civiles químicos, constructores civiles y contadores auditores. El 57% egresó de la Pontificia Universidad Católica de Chile y otro 17% de la Universidad de Chile.

Casi la mitad de ellos, antes de ser presidente de una compañía, se desempeñó como gerente general, mientras que un 43% fue solo el dueño, director, asesor o tuvo cargos públicos.

“El caso de los cargos públicos te da luces de qué se espera de un presidente: que imprima cierto liderazgo entre sus pares. Y haber ejercido esos cargos permite tener mayor prudencia en temas de vocería, por ejemplo”, comenta Larraín.

El informe del Board especifica que la mayoría de los presidentes de las firmas del IPSA participa en otros directorios del mismo grupo de empresas y forma parte de consejos de organizaciones de mercado, tanto de asociaciones como de gremios. Además, “quienes son dueños de empresas suelen  tener en su administración a personas con el mismo perfil académico”, asegura el reporte.

El hecho que la mayoría de los presidentes IPSA haya sido gerente anteriormente tiene ventajas y desventajas, plantea Larraín. “Implica que conoce bien el negocio, la estructura interna de la compañía, conoce los riesgos y le ha tocado gestionar esa empresa”, destaca. Pero, advierte, puede ocurrir que “el presidente se involucre demasiado en los negocios de la compañía y restrinja los ámbitos de acción o le reste margen de movimiento al actual gerente general, y en algunos casos puede incluso opacarlo”.

Experiencia global 

La experiencia chilena difiere de lo que ocurre en empresa extranjeras. Larraín menciona que “en directorios de compañías globales no tiene que ver tanto la formación profesional como la experiencia. Y uno ve sociólogos, historiadores, antropólogos y cientistas políticos. En Chile, en cambio, buena parte de los directorios son del mismo perfil”.

Respecto de disposiciones legales que establecen  cuotas, por ejemplo, para directoras, Larraín sostiene que “el directorio es un espacio donde el mercado debe resolver y debe regular, y no el Estado. No creo que sea un espacio para que a través de la regulación o la legislación el Estado imponga”.

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