Philips niega acusación de Castro y reanudará suministro de equipos




La multinacional de la electrónica Philips aseguró hoy a dpa que las acusaciones del ex presidente cubano Fidel Castro sobre su supuesta "claudicación" ante Estados Unidos al negarse a suministrar equipos médicos a la isla y a Venezuela obedecen a una falta de información por parte cubana.

"Lo que ha pasado aquí es muy simple: todo se resume en una cuestión técnico-jurídica. En breve volveremos a reactivar el suministro de equipos", aseguró esta mañana a dpa el portavoz de Philips, Eric Drent, desde la sede de la empresa en Eindhoven, sur de Holanda.

Fidel Castro acusó este lunes a la multinacional de "claudicación" y "traición" a Cuba y Venezuela por dejar de suministrar equipos médicos a ambos países debido a las presiones de Estados Unidos.

En un nuevo artículo publicado en medios cubanos, Castro explicó que Cuba adquirió en 2006 a Philips y a la alemana Siemens un buen número de equipos médicos, tanto para cubrir las necesidades de la isla como las de médicos cubanos que trabajan en Venezuela, entre ellos tomógrafos, resonancias magnéticas nucleares, mesas telecomando para urología y angiógrafos de neurología.

Preguntado por dpa sobre si -a juicio de Philips- la reacción de Fidel Castro es, en ese sentido, exagerada, el portavoz de la multinacional expresó su deseo de "no comentar asuntos internos" de Cuba. "No nos vamos a pronunciar en ningún sentido en relación con asuntos políticos", subrayó Eric Drent.

"Cometimos (en Philips) una omisión, desde el punto de vista legal, en relación con la legislación estadounidense (relativa a las exportaciones a Cuba), pero ya lo hemos subsanado. Philips ha pagado una multa y ya volvemos a cumplir con la legislación estadounidense", aseguró el portavoz de la multinacional.

Drent agregó que la intención de Philips siempre ha sido -y es en este caso también- "cumplir con todos los requerimientos necesarios".

"Hemos tenido que mejorar algunos elementos de nuestro procedimiento para cumplir plenamente con las reglas (de Estados Unidos). Se trata de una cuestión puramente legal, técnica. Sobra cualquier otra consideración. Una vez pagada la multa a Estados Unidos, Philips vuelve a estar en disposición de reanudar sus exportaciones a Cuba", puntualizó.

En ese mismo sentido, preguntado acerca del momento en que Philips piensa reactivar sus exportaciones de equipos médicos a Cuba y Venezuela, asunto del que se lamentaba Fidel Castro, Drent se mostró tajante: "Casi de inmediato, quizás la próxima semana o si es posible antes", declaró a dpa.

Además de los comentarios del portavoz a dpa, la multinacional holandesa se vio forzada a emitir esta misma tarde un comunicado de prensa especial en relación con el asunto, el cual, en sus líneas básicas, reitera los mismos argumentos ya expuestos anteriormente por Eric Drent, el portavoz de la empresa en Holanda.

"Debido a la complejidad de la aplicación de las normas relativas a las transacciones (comerciales con La Habana y Caracas), la empresa no obtuvo todas las licencias necesarias para entregar a Cuba y Venezuela los equipos médicos", afirma el texto emitido desde la sede de Eindhoven.

"Explicamos el asunto, colaboramos plenamente (con Estados Unidos), aceptamos las sanciones (de Washington) y mejoramos nuestros procedimientos para evitar que se produzcan otros casos similares", agrega el texto.

Fidel Castro aseguraba en su artículo que él personalmente participó en las negociaciones de compra con ambas compañías y que, pese a que la germana Siemens "cumplió sus compromisos", Philips dejó pronto de suministrar el material contratado.

"La Philips suministró piezas hasta fines de 2006. En 2007 se detuvo totalmente: ni una sola fue suministrada", dijo. Según Castro, Cuba y Venezuela habían comprado conjuntamente a la compañía holandesa en total 3.553 equipos médicos, por valor de más de 72 millones de dólares.

Castro afirmó que a finales de marzo de 2007 una representación cubana viajó a Brasil para conversar con los directivos de Philips para América Latina, con los que se había negociado la compra, y estos "comenzaron a explicar sus dificultades".

Según el líder revolucionario cubano, el gobierno del entonces presidente estadounidense George W. Bush le había exigido a Philips "información pormenorizada de los equipos suministrados a Cuba por la firma, alegando que algunos de ellos contenían programas y en ocasiones componentes de patente yanki, y la Philips había entregado la información solicitada acerca de los adquiridos".

Según el ex presidente cubano, la Philips reiteró por aquel entonces su voluntad de cooperar con Cuba y aseguró que buscarían fórmulas para hacerlo pese al embargo estadounidense. No obstante, Castro afirma que "a pesar de la solemne promesa de la Philips a Cuba, transcurrió el resto del año 2007, los 12 meses de 2008 y casi la mitad de 2009 sin que una sola pieza de los equipos llegara de esa firma".

Entre otras medidas, el embargo económico, financiero y comercial impuesto a Cuba por Estados Unidos desde los años 60 prohíbe la transferencia a la isla de tecnología de patente estadounidense, aunque esté incluida en productos fabricados en terceros países. A este respecto, Castro señala en su artículo que "Estados Unidos es el mayor propietario de patentes en el mundo".

Cuba estima en más de 93.000 millones de dólares los daños económicos sufridos por la isla debido a casi medio siglo de embargo estadounidense.

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