Política del Libro busca alcanzar índices de lectura europeos

Una de las primeras medidas será la entrega de dos libros al paquete de 'Cuidados Básicos y Estimulación'. "Esta política puede hacer de Chile un país más lector y más culto", dicen en la Dibam.




Crear lectores. Ese es el gran desafío que han trazado los países desarrollados para crecer educando. Así han diseñado una serie de planes que involucran a diferentes sectores de la sociedad. Por ese camino, ayer, cuando se celebraba el Día Mundial del Libro, el Consejo de la Cultura y las Artes dio a conocer su proyecto más ambicioso: una nueva Política Nacional de la Lectura y el Libro que abarcará los años 2015-2020.

La ceremonia se efectuó en la tarde, en el edificio Consistorial de la Municipalidad de Recoleta con la presencia de la ministra de Cultura, Claudia Barattini; Angel Cabeza, director de la Dibam y Gonzalo Oyarzún, subdirector del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas, entre otras autoridades. La nueva Política de la Lectura y el Libro, que reemplazará a la anterior (2005-2010), profundiza en áreas como el fomento a la lectura desde la primera infancia mediante el Programa de Apoyo al Recién Nacido. En relevancia, le siguen propuestas como potenciar la creación de bibliotecas públicas y desarrollar planes regionales de lecturas.

"Chile necesita más libros, pero también requiere urgentemente de más y mejores lectores", dijo la ministra Barattini y agregó que pretende aumentar en un 10% la lectura de libros en Chile entre 2015 y 2020. Esto es, pasar de 51 % de personas que declaran leer al menos un libro al año, según la Encuesta de Comportamiento Lector 2014, a más del 60%. La cifra es similar a estándares de países como España (63 %)  y Reino Unido (61 %).

El costo del  plan, sólo para este año, es de $ 16 mil millones. La propuesta es de alto nivel, ya que involucra desde el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo Social,  Secretaría General de la Presidencia, hasta la Dibam, Junta Nacional de Jardines Infantiles (Junji), Fundación Integra y la Junaeb.

"¿Quién va a ser el agente encargado y responsable de conducirla, de velar para que lo planteado se convierta en realidad?", fue una de las primeras inquietudes expuestas ayer por Bernardo Subercaseaux, académico y miembro del Observatorio del Libro de la U. de Chile.

"Ha sido un trabajo largo, pero provechoso. Esta política puede hacer de Chile un país más lector y más culto. Uno de los avances más importantes es la habilitación de nuevas bibliotecas", señaló Angel Cabeza, de la Dibam, quien comentó que a las 445 bibliotecas públicas regionales que hay hoy en Chile se sumarán dos más. Una en Arica y Parinacota, en la antigua estación de ferrocarriles Arica-La Paz. La otra estará en la ex cárcel de Punta Arenas. La nueva política contempla la ampliación de su colección en un 100 % hasta el 2020.

MI PRIMER LIBRO

Los Quijotes de la Lectura, Nacidos para Leer, Chile quiere Leer y el Maletín Literario han sido algunas de las iniciativas pasadas que apuntaron en la misma dirección. Estas, enmarcados en laanterior Política del Libro(2005-2010), tuvieron impactos irregulares.

El más llamativo y mediático: el Maletín Literario (2008-2010), en el que el primer gobierno de Michelle Bachelet invirtió $ 7 mil millones. Casi 6 millones de libros se repartieron en una caja que iría a las familias más vulnerables del país. La critica apuntó a que muchos títulos terminaron ofreciéndose en ferias libres. 

"Es una batalla que se debe ganar en las escuelas y desde la infancia", dijo ayer Barattini, apuntando a la formación tanto en los niños como en sus padres.

Una de las primeras medidas que se aplicarán desde este mes es la entrega de dos libros al paquete de “Cuidados Básicos y Estimulación” para el recién nacido. Este incluirá Mi primer libro (ejemplar con colores, texturas y sonidos) y Te cuento mi cuento, que contiene 100 cuentos nacionales e ilustraciones. Se proyectan unos 156 mil beneficiarios este año.

También se considera la entrega y reposición de bibliotecas de aula, conformadas por 30 títulos, a todas las salas de prekínder a 2° básico de escuelas públicas del país. Cantidad que aumentará con los años. Como complemento, se capacitarán docentes y  se entregarán 500 mil cuadernillos de lectura y recomendaciones para la familia.

Sin embargo, también hay espacios para los más grandes que se deben fortalecer. Es por esto que la nueva política pretende renovar la infraestructura de puntos de Bibliometro. Este año se verán beneficiados los módulos de atención de las estaciones Cal y Canto y Ciudad del Niño.

"Hay medidas que nunca se habían visto, como estimular la apertura de librerías donde no las había. También que se involucre Corfo o Prochile, eso no había pasado hasta ahora", señaló Regina Rodríguez, secretaria ejecutiva del Consejo del Libro.

Entre estas medidas de la política están, a grandes rasgos, fomento a la creación de librerías, así como a la industria editorial nacional y regional; internacionalización del libro local, y promoción de las ediciones digitales.

Sin embargo, la política no incluye un tema histórico: la eliminación del 19% del IVA que tienen los libros en Chile. Esto, siendo que "aquí hay representantes de la economía", señaló Rodríguez sobre la creación del nuevo documento. "La eliminación del IVA es de las medidas más transversales en la Cámara de Diputados. Tanto de la UDI al PC, consideran que es una barrera menos para acercanos a la lectura", comenta Claudio Aravena, miembro de la Fundación la Fuente.

La política establece la lectura y escritura como un eje transversal del sistema educativo, rescate del patrimonio literario y apoyo a la creación de autores de origen indígena, traducciones y estímulos a los emprendimientos editoriales de los pueblos originarios.

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