Prensa estadounidense afirma que Obama perdió credibilidad ante caso de espionaje

Tanto republicanos como demócratas rechazaron el programa de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad que obtiene datos de los registros telefónicos de los ciudadanos estadounidenses, así como datos de las empresas cibernéticas Microsoft, Google, Apple y Facebook.




Como un "abuso de poder que requiere de verdaderas explicaciones" calificó la editorial del New York Times al caso del registro de las llamadas telefónicas y datos de las empresas cibernéticas más importantes del país espiadas por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA).

"La Administración Obama perdió credibilidad", escribió el comité editorial del diario para el que el gobierno estadounidense respondió "con las mismas banalidades que utilizó cada vez que el presidente Obama fue sorprendido y accedió a utilizar sus poderes".

El comité editorial del New York Times es uno de los más influyentes del país y tradicionalmente apoya las políticas del gobierno del presidente Obama, pero esta vez criticó duramente la política de espionaje de la NSA.

Asimismo, tanto republicanos como demócratas rechazaron el programa de vigilancia de la NSA que ha venido espiando durante siete años todas las llamadas nacionales e internacionales en Estados Unidos, además de los datos de empresas cibernéticas como Microsoft, Google, Apple y Facebook.

Desde la Casa Blanca hacia abajo, el mensaje es el mismo: "Se trata de proteger a Estados Unidos", declaró la senadora demócrata Dianne Feinstein, presidenta del Comité de Inteligencia del Senado.

La noticia tomó por sorpresa a los confiados ciudadanos estadounidenses y provocó fuertes protestas por parte de activistas como el ex vicepresidente Al Gore. "En la era digital, la privacidad debe ser una prioridad", escribió Gore en Twitter.

La sociedad norteamericana creía que este asunto había quedado zanjado en 2006, cuando la revista USA Today y otros medios revelaron que el gobierno del presidente George W. Bush había desarrollado una enorme base de datos de registros telefónicos. El Acta Patriota aprobada en 2001, cuando las cenizas del World Trade Center aún estaban calientes, autorizaba al gobierno a recoger los datos.

Bajo una fuerte presión, el Congreso enmendó en 2008 la Ley de Vigilancia de la Inteligencia Extranjera de 1978 para reforzar los controles y proteger a las compañías telefónicas de eventuales demandas por cooperar con la policía federal.

La Casa Blanca ya fue criticada por recoger en secreto por parte del Buró Federal de inteligencia (FBI) de datos de 20 líneas telefónicas de la agencia de noticias Associated Press (AP) para rastrear la fuente de una filtración de información sobre tramas terroristas desarticuladas.

Por ello, el Ejecutivo tomó la decisión poco usual de emitir una declaración de una página entera para defender el espionaje telefónico invocando el Acta Patriótica y la vigilancia ejercida por el Congreso, el Poder Ejecutivo y la corte secreta.

El segundo portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró que la información obtenida mediante el registro de datos telefónicos es "fundamental para proteger el país de amenazas terroristas". Earnest precisó que la orden judicial secreta no permite al gobierno escuchar llamadas telefónicas.

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