Presentan aviones supersónicos y a energía solar en Feria Aérea en París

Entre las novedades que se presentan en la feria se encuentran aeronaves capaces de superar cuatro veces la capacidad del sonido, pudiendo unir a Tokio y París en 2 horas y media.




Un avión que funciona exclusivamente con energía solar, el mayor aparato de pasajeros de la historia o la maqueta de un supersónico capaz de unir París y Tokio en dos horas y media, son algunas de las novedades del Salón Aeronáutico de Le Bourget, que abrió hoy sus puertas a las afueras de París.

Los principales constructores mundiales presentan sus últimas novedades en la que está considerada como la mayor feria aeronáutica del mundo, una cita bianual que cumple 49 ediciones y que fue inaugurada por el presidente galo, Nicolas Sarkozy, anfitrión del encuentro, con un llamamiento a acabar con el proteccionismo. 

Por el momento, el sector parece haber dejado atrás la crisis, que se hizo notar en la edición de 2009, y cuenta ya con un número récord de expositores, 2.100 procedentes de 42 países, un éxito que pretende confirmar con un récord también de firma de contratos o pedidos.

Como en ediciones anteriores, junto a las novedades de la industria, el Salón estará centrado en la rivalidad comercial entre los dos gigantes del sector, el estadounidense Boeing y el europeo Airbus, que se reparten el 80 por ciento del mercado.

Una situación que puede evolucionar con la llegada de nuevos competidores, como el chino Comac, que presentará en Le Bourget, por primera vez en el extranjero, la maqueta de su primer jet, el C919, cuya entrada en servicio está prevista para 2016.

También el canadiense Bombardier o el brasileño Embraer pueden llamar a la puerta de un mercado de 4 billones de dólares en los próximos 20 años, según las previsiones del sector.

Una aceleración de los pedidos, debido en gran parte a los encargos procedentes de Asia y de Oriente Medio, llamados a sostener la industria aeronáutica y a concentrar la mayor parte del tráfico aéreo en los próximos años, en sustitución de Europa y Norteamérica.

Por el momento, son Airbus y Boeing quienes navegan en cabeza, con tres sectores prioritarios: el de los aviones de mediana distancia, que suponen el 70 por ciento de las ventas; el de los medianos aparatos de gran autonomía y el de los grandes jumbos. 

En el primer campo de batalla, Airbus golpeó primero con la presentación del A320neo, una modificación de una versión ya existente que reduce el consumo y con la que pretende convencer a las compañías para que renueven su flota.

El fabricante europeo espera incorporar al menos 200 nuevos pedidos de este avión. 

Frente a esa ofensiva, Boeing reflexiona todavía a responder al órdago de Airbus, bien con la puesta en el mercado de un nuevo avión, bien con el cambio de los motores del 737 por otros más económicos en combustible.

La batalla de los grandes jumbos enfrenta al A380 de Airbus con el nuevo 747-8 de Boeing, presente en Le Bourget por primera vez fuera de EEUU.

Por el momento, el gigante de Airbus cuenta casi con seis veces más de pedidos, pero Boeing, que domina el mercado con la versión clásica del 747, espera recuperar terreno con su avión mejorado, convertido en el mayor aparato de pasajeros del mundo.

El A350 y el 787 de Boeing se reparten el creciente pastel de los aviones de larga distancia y mediana capacidad, un sector en desarrollo en el que las aerolíneas aguardan la llegada de los nuevos modelos, prevista para los dos próximos años, para proponer a sus clientes más conexiones sin escalas.

El aparato de Airbus presentó la mala noticia de que dos de sus versiones llegarán con dos años de retraso, una información que el constructor justificó en las peticiones de los clientes de que mejorara su rendimiento antes de entregarlo, pero que algunos de los compradores no han recibido bien.

Junto a la avalancha de pedidos, Le Bourget supone un espejo para presentar las filigranas del mercado, entre las que está teniendo un papel preponderante la maqueta del avión supersónico que proyecta EADS, propietario de Airbus, para 2050, capaz de superar cuatro veces la barrera del sonido con un centenar de pasajeros a bordo, que conectará París con Tokio en dos horas y media, frente a las once y media actuales.

Otro de los atractivos, un avión totalmente solar de fabricación suiza, tendrá más problemas para seducir al público, porque el mal tiempo que hay en París imposibilita su despegue. 

El avión de transporte militar A400M, ensamblado en la planta española de Sevilla, efectuó hoy un vuelo de demostración, pero permanecerá en tierra el resto de la feria por un problema de motor.

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