El pueblo "piloto" donde el Frente Nacional de Le Pen prueba sus ideas

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El alcalde de Fréjus, en el sur de Francia, ha intentado cerrar una mezquita y prohibir el burkini. El partido de Marine Le Pen considera que este pueblo refleja todo su proyecto político.




Ha quitado las banderas de la Unión Europea y las ha reemplazado por las de Francia. Ha intentado cerrar la mezquita local y prohibir el burkini, el traje de baño musulmán, aunque la medida fue rechazada a nivel nacional por la justicia. Quien ha intentado llevar a cabo todas estas iniciativas es David Rachline, el alcalde de Fréjus, una localidad de 52.000 habitantes que se ha convertido en la "ciudad estrella" del partido de extrema derecha Frente Nacional (FN), como una suerte de "ciudad piloto" de sus polémicas ideas.

En 2014 el partido de Marine Le Pen ganó esta alcaldía, ubicada en el sur del país. Triunfar en este poblado, conocido por sus playas y resort, formaba parte de una estrategia que trazó en 2011 la líder de la colectividad y actual candidata presidencial. La idea de Le Pen, con altas posibilidades de obtener un buen resultado que le permita disputar la segunda vuelta de mayo, era construir una red de funcionarios que pudieran, eventualmente, servir "como base para las competencias nacionales", señala el diario The Wall Street Journal. Y le dio resultado. Actualmente el Frente Nacional tiene 1.800 asientos en asambleas locales y regionales.

A cuatro días de los comicios presidenciales, la disputa está muy reñida. De hecho, hay cuatro candidatos con chances de pasar al balotaje. Según un sondeo realizado por el Instituto Kantar Sofres para Le Figaro publicado ayer, Emmanuel Macron (centro) tiene un 24% de intención de voto, seguido por Le Pen, con un 23%. Más atrás, el candidato de izquierda, Jean-Luc Mélenchon y Francois Fillon (derecha), ambos con 18%. Así, hay total incertidumbre sobre lo que pueda pasar el domingo.

Le Pen le debe parte de su éxito, al menos en esta contienda, la ciudad de Fréjus y a su alcalde. David Rachline, de 29 años, no sólo es edil, sino que también su jefe de campaña. Fréjon ya es más que un icono para el Frente Nacional. Así, el FN ha exhibido la gestión en Fréjus para mostrar que el partido está listo para gobernar y llegar al Palacio del Elíseo.

"El (el alcalde de Fréjus) representa el éxito (...). Su éxito en la gestión de la ciudad es una manera de silenciar a los que han afirmado sin descanso que el Frente Nacional no podría implementar su programa", dijo Marine Le Pen el año pasado.

Durante la gestión de Rachline, la ciudad ha disminuido su deuda, ha reducido costos y ha mantenido un control sobre los impuestos. Según el alcalde, la deuda de la ciudad por habitante ha bajado de 2.705 euros en 2015 a 2.447 en 2016.

Y, aparte del ámbito económico, el alcalde ha enfocado su gestión en la seguridad de sus habitantes. Desde su llegada en 2014, ha aumentado la vigilancia policial en un 10%, la localidad ha sido equipada con nuevos automóviles de seguridad y han entregado chalecos antibalas a la policía, según afirma el WSJ. "Cuando los franceses nos conocen y ven que somos razonables, y no extremistas, las cosas van muy bien", dijo el alcalde. Eso sí, sus medidas contra los musulmanes mantienen en alerta a sus detractores.

A pesar de que existe oposición, muchos ciudadanos están de acuerdo con la gestión del alcalde del FN. "Cuando vemos lo bien que Rachline y su equipo están administrando Fréjus, reduciendo la deuda sin aumentar los impuestos, si Marine Le Pen llegara al poder, seríamos salvados", dijo el dueño de un restaurante, citado por la agencia británica Reuters.

Sin embargo, el Frente Nacional ha enfrentado manifestaciones en contra en Fréjon. Esto, después de que el alcalde intentó, sin éxito, detener la construcción de la mezquita la ciudad. Más tarde, se negó a permitir su apertura, hasta que un tribunal intercedió. Sus opositores aseguran que con esta medida, Rachline se ha ganado más de un enemigo a pesar de su intento por darle votos a Le Pen.

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