Radiografía de los mil camellos que siguen a Palestino en Buenos Aires

En sus arengas de camarín, Nicolás Córdova, el entrenador de Palestino "le cuenta al equipo sobre las injusticias que sufren sus habitantes".

Quien habla es Henry Abuawad, presidente de la comisión de fútbol del club, el segundo equipo del Estado palestino, luego de la selección nacional que compite desde 1998. El club chileno fue fundado en 1920.

Así se entiende que cada triunfo del Club Deportivo Palestino no sólo sea celebrado por la hinchada chilena, sino que además impacta en Palestina. "En las noticias locales no solo hablan del Real Madrid o Barcelona, también informan sobre el Palestino de Chile distante a 14.000 kilómetros", explica Abuawad.

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Ahora son las 5 de la mañana del jueves 20 de octubre y una treintena de mujeres, hombres y niños recorren las dependencias del aeropuerto Arturo Merino Benítez. Es fácil reconocerlos respecto de los otros pasajeros: todos visten la camiseta de franjas verdes, rojas y blancas, los colores de la bandera palestina.

Algunos llegaron en grupos familiares, otros en grupos de amigos, o por su cuenta, pero a medida que se congregan en la sala de embarque se saludan y conversan como si se conocieran desde hace tiempo.

Al menos veinticinco pasajeros de los que embarcan en el vuelo Sky que despegará a las 7 de la mañana con destino a Buenos Aires son hinchas de Palestino, equipo de fútbol chileno que a las 9 de la noche se enfrentará ante San Lorenzo, en el estadio Nuevo Gasómetro, por el partido válido por los cuartos de final de la Copa Sudamericana.

Un encuentro que presenciarán los Giacaman Hasbún, una de las familias que hoy viaja hasta Argentina para alentar al equipo.

"Para los chilenos el fútbol es muy importante. Vibramos, nos reímos, nos liberamos. En el caso de este equipo, cada duelo emociona y saca sonrisas a los habitantes de Palestina, un pueblo que sufre", dice Tarek (23), estudiante de derecho y miembro de la Juventud Palestina de Chile, quien junto a sus padres, hermanos, primos y tíos viajará a alentar a su equipo.

Tarek es descendiente de palestinos que llegaron a Chile en 1920 provenientes de Belén, escapando del Imperio Turco Otomano. Los Hasbún - la familia de su abuela paterna- se asentaron en San Bernardo, mientras que los Giacaman echaron raíces en Concepción, engrosando así la multitudinaria colonia.

Actualmente, Chile tiene la comunidad palestina más grande fuera del mundo árabe: medio millón de descendientes.

"Nosotros tenemos primos en Belén que siguen los partidos. Palestino es mucho más que un equipo de fútbol. Da voz, representa a un pueblo que sufre y permite que durante 90 minutos el nombre de Palestina se escuche en otras partes del mundo", cuenta Soraya, hermana de Tarek.

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El pasado 28 de septiembre, cuando el equipo venció a Flamengo 2-1 de visita en Río de Janeiro, el secretario general de la Organización para la Liberación Palestina, Saeb Erekat, le envió una carta al presidente del club, Eduardo Heresi: "Son un orgullo y han contribuido en llevar esperanza a nuestro pueblo en nuestra lucha diaria por la liberación (…) Esto afirma que nuestra identidad no ha desaparecido, pese a todas las injusticias que nos imponen", dice el texto.

El apoyo que el club recibe desde Palestina, también es monetario. Su principal sponsor es el Banco de Palestina, que pese a no tener sede en Chile, asumió un compromiso con el equipo desde 2013.

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Esta mañana, apenas llegaron los hinchas chilenos a Buenos Aires, las poleras con los colores de la bandera Palestina se tomaron el Obelisco.

La barra se trasladó hasta el hotel Real Plaza para alentar al equipo previo al partido. Apoyo que emociona a los jugadores, reconoce Abuawad. "Ohhh Súbete Al Camello, Palestino, Yo te Quieroo", cantaban los seguidores.

"Se estima que viajaron mil hinchas. El apoyo es impresionante. Días antes recibí muchos llamados preguntando por entradas. Los triunfos nos han permitido sumar a otros miembros de la colonia y convertirlos en participantes activos de la causa", explica Abuawad.

El presidente de la comisión de fútbol de Palestino interpreta este apoyo como una forma de "resistencia". "Les recordamos que aún estamos vivos", asegura.

Para estos paisanos, cuando el equipo gana permite que el nombre de Palestina siga sonando.

"Esto ha permitido que los chilenos se interioricen con la causa, y empaticen con ella", agrega Soraya Giacaman, como ocurre con el técnico del equipo, Nicolás Córdova.

"Él es el caso más ejemplificador de una persona que desconocía el problema palestino y que, tras llegar a nuestro club, empatizó con la causa", remata Abuawad.

Esta noche, a las 21 horas, el conjunto de Nicolás Córdova abre su llave de cuartos de final de la Copa Sudamericana en Buenos Aires, ante el Ciclón.